Capítulo 14

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Días después...

Nuevamente todo era un caos en mis redes sociales; el día en que Leila y Ryan se fueron a despedir de nosotros lograron sacar algunas fotos donde Leila y yo nos encontrábamos besándonos. La única ventaja aquí es que no saben quién es, y mucho menos dónde viven. A Ryan sí lo reconocieron, pero es porque a él ya lo conocen y no hay tanto problema con ello.

Empecé a grabar al otro día en que llegamos a Canadá, así que no he podido responderle a Leila y mucho menos hablar con ella, bueno, hasta ahora que tengo un pequeño receso de las grabaciones.
Por fin Rocky y yo pudimos conseguir los cargadores; mamá se había preocupado porque no habíamos llamado en todo el día, al igual que no pudimos responder las llamadas por lo mismo de no tener batería en nuestros celulares.

Como ya lo había dicho, justo ahora tenía un pequeño receso, ya que hemos estado trabajando arduamente en estos días. Así que podré hablarle a Leila.

Tomé mi celular y rápidamente marqué a su número. Luego de tres tonos por fin contestó.

-¿Hola?- me ponía feliz volver a escuchar su voz.

-Hola, bonita- sonreí- perdón por no haberte llamado en cuanto llegué, mi batería se había agotado y Rocky y yo olvidamos nuestros cargadores en la casa de Ryan y hemos tardado un poco en conseguir algunos- escuché como reía y eso me hizo sonreír más a mí.

-No te preocupes.- solté todo el aire que tenía retenido, pensé que estaba enojada conmigo- ¿Qué tal van las cosas por allá?-

-Todo muy bien por aquí- respondí sin borrar la sonrisa de mi rostro. La verdad es que me encantaba estar aquí.

-Tal parece que te está yendo muy bien rubio... digo... castaño- rió y yo fruncí el ceño luego de escuchar que estaba hablando con alguien.

-Estás en lo cierto, bonita.- reí- ¿En serio? ¿Castaño?- era increíble la forma en cómo pensaba en los apodos que me ponía.

-Bueno, tu pelo ahora ya no es rubio, así que...- me imaginé como se encogía de hombros. La conocía tan bien como para estar seguro de que lo estaba haciendo.

-En eso tienes razón, bonita.- suspiré- Extrañaba tu voz- me recargué en el sillón en el que estaba sentado.

-Y yo extrañaba la tuya- reí.

-¿Estás hablando con Ross?- susurró alguien del otro lado de la línea.

-¿Con quién estás?- pregunté frunciendo el ceño.

-¿Celoso acaso, señor Lynch?- bufé. No estoy celoso.

-No, simple curiosidad- me encogí de hombros. Espero que no esté con quién me estoy imaginando.

-Estoy con un chico- respondió y yo fruncí aún más mi ceño. De verdad espero que no esté con ese chico que la quiere conquistar durante mi ausencia, ¿cómo se llamaba...? ¿Jason...? No, era... ¡Jacob! Sí, ese era el nombre,

-¿Un chico? ¿Aceptaste salir con ese tal Jacob?- no pude evitar que mis celos salieran al aire, porque sí, estoy celoso.

-¿En serio, Ross? ¿Con Jacob? Me ofendes.- bufé- Creo que no te quedó claro que ese chico es bastante raro y que nunca aceptaría salir con él- creo que tiene razón.

Juste Toi et Moi- Ross Lynch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora