Capítulo 9 - Atrápame
Las siguientes dos semanas Vegeta y Bulma escasamente reconocieron la presencia del otro. Los dos pasaron sus días apenas pronunciándole una palabra al otro, manteniendo una disposición constantemente amarga. Luego cuando llegaba la noche, lo mismo pasaba siempre. Los dos dejaban ir todo completamente e iban con el otro. El sexo para ellos se volvió más competitivo que nunca. Ambos luchaban por mantener el control; siempre intentando hacer que el otro lo necesitara más. No hubo más incidentes con Bulma intentando salir o Vegeta quejándose sobre su lealtad. Los dos dejaron todos los juegos y sentimientos y alcanzaron lo que fue el intento original. Sólo sexo. Los dos no hablaban sobre eso, o de algo más. Se volvieron nada más que dos cuerpos buscando placer físico.
Sin embargo, el resto del mundo vio algo más. Incluso la despistada madre de Bulma pudo ver un cambio en los dos. Las pocas veces que Bulma y Vegeta se encontraban claramente algo estaba pasando de lo que nadie sabía. Vegeta siempre tenía una contenida mirada de dolor en sus ojos ante la vista de Bulma. Mientras Bulma tenía una nueva amargura en su voz cada vez que hablaba. Y cuando alguien traía el tema de los hombres en su vida, siempre se callaba y se tornaba muy defensiva. Sus padres no podían entender qué estaba pasando exactamente, así que sólo se lo atribuyeron a su rompimiento con Yamcha.
Los días pasaron manteniendo su minimalismo hasta que una tarde la Sra. Briefs decidió cuestionar la actitud de su hija. Bulma estaba leyendo sola en la sala cuando su madre la interrumpió.
"Bulma querida, me alegra tanto encontrarte! He estado queriendo hablar contigo."
'Grandioso, esto es justo lo que necesitaba.' Pensó Bulma mientras esbozaba una inocente sonrisa en su rostro e intentaba sonar interesada. "De qué te gustaría hablar, madre?"
"Bueno," comenzó ella mientras se sentaba junto a su hija y colocaba una consoladora mano en su rodilla. "He estado un poco preocupada por ti, querida. Has estado actuando un poco extraño recientemente y esperaba que quisieras hablar de eso."
"Hablar sobre qué?" Preguntó Bulma inmediatamente no gustándole la dirección de esta conversación.
"Bueno querida, entiendo que has estado tomando muy duro tu rompimiento con Yamcha y esperaba…"
"Mi rompimiento con Yamcha?" Repitió Bulma, ofendida por las suposiciones de su madre. "Yo eché a ese perdedor hace dos semanas, mamá! No es como si aún estuviera penando por él, terminamos y yo continué."
"Bueno, estoy segura que crees que sí querida, pero aún puedo ver que tienes sentimientos por..."
"Por ese bastardo mentiroso!" Bulma saltó de su silla. "Mamá, te dije esto antes, terminé con él. No siento nada más que resentimiento por él. Así que deja de decirme lo contrario! Lo he superado." Terminó ella mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho como si estuviera completamente segura de sus sentimientos.
"Oh cariño, aún estás enamorada de él!" Animó la Sra. Briefs como si hubiese obtenido una confesión de Bulma. "Verás cariño, por qué estarías tan defensiva si no lo amaras!"
Bulma bajó su cabeza. "No quiero tratar con esto, madre!" Gritó Bulma mientras salía de la sala.
Bulma fue directo a su habitación y colapsó en su cama. Cuando su madre hablaba de Yamcha era como si estuviera reviviendo el primer momento cuando descubrió que estaba engañándola. Odiaba que aún le trajera dolor pensar en eso, pero lo hacía. Su dolor no sólo era la sensación de pérdida; era el dolor de que el hombre que amaba y con el que quería casarse no sintiera lo mismo por ella. Pero la sensación de no poder hacer que el hombre con el que pasó años de su vida no se preocupara por ella, cómo esperaba que alguien más lo hiciera. Bulma intentó contener sus lágrimas ante la idea de no ser lo buena suficiente para mantener leal a un hombre. No sabía por qué Yamcha no la quería sólo a ella y por qué no podía amarla. Odiaba el dolor que aún le causaba; se sentía tan indigna, tan poco amada, tan indeseada. Intentó alejar las lágrimas mientras se levantaba de su cama y salía de su habitación.