Capítulo 8 - Al piso ahora
"Vegeta? Vegeta?" Gritó Bulma mientras lo sacudía por su hombro. Vegeta rápidamente salió de su sueño y se sentó. Sentado ante él estaba Bulma al lado de su cama luciendo genuinamente preocupada.
"Estás bien?" Preguntó ella ansiosa mientras secaba gentilmente una gota de sudor que bajó por su rostro.
"Qué demonios estás haciendo aquí, mujer?!" Preguntó él fríamente mientras alejaba su mano.
Bulma rápidamente tomó una actitud defensiva mientras se levantaba y cruzaba sus brazos sobre su pecho. "Bueno, perdón por preocuparme!" Siseó ella. "Estabas gritando tan fuerte que vine a ver si estabas bien."
"Eso no es lo que quise decir, mujer!" Comenzó él girándose lentamente hacia ella. "Quiero decir por qué demonios estás aquí… no tenías una maldita cita?" Él hizo una mueca mientras se levantaba y la miraba mortal a los ojos.
"Bueno, qué te importa?" Comenzó ella dándole la espalda. "Dijiste que terminábamos…"
"Esa fue tu elección, mujer." Reprimió Vegeta rodeándola para encararla.
"No como lo recuerdo…" Dijo Bulma mirándolo. "Tu fuiste quien decidió que teníamos que ser exclusivos."
Vegeta frunció. No era sólo la idea de tener que compartirla lo que lo mataba, era peor la idea de que no fuera suficiente para ella.
"Bien…" Dijo él suavemente mientras regresaba a la cama. Se acostó y colocó las cobijas sobre él. "Cierra la puerta cuando salgas." Siseó él cerrando sus ojos para intentar ignorar su presencia.
"Cierra la puerta cuando salgas?" Repitió Bulma en tono ofendido. Luego caminó hacia él y retiró sus cobijas mientras lo miraba.
"Mujer!" Gritó Vegeta mientras saltaba de la cama e imitaba su pose. "Te sugeriría irte ahora antes…"
"Antes de qué?" Siseó ella acercándose. "Si vas a amenazarme no desperdicies tu aliento… Estamos más allá de eso… Ahora, no voy a irme hasta que expliques por qué estás actuando así…"
"No te debo explicaciones! Ahora fuera!" Gritó él mientras le daba la espalda y avanzaba para mirar por la ventana.
"No! No me voy hasta que me digas por qué estás haciendo esto. Sabías cuando comenzamos esto que era sólo sexo y una vez que decido salir con alguien, tú decides que la diversión tiene que terminar. Perdóname si quiero saber lo que te pasa pero toda tu actitud es completamente ilógica…"
"Ilógica!" Gritó Vegeta cuando su rabia alcanzó la cima. Se giró, caminó hacia ella y miró profundamente sus ojos mientras apretaba sus puños. "Tú comenzaste esto, mujer! Primero, invades mi espacio al unirte a mí en mi ducha. Luego me degradas al atacar el punto de mi cola… Supongo que fue mi estupidez que me permitiera perdonar tu intrusión y llevarte a la cama, pero después de que me trago mi orgullo y me permito estar contigo, me lo restriegas en la cara al buscar otro hombre en cuestión de días! Si las acciones de alguien aquí han sido ilógicas son las tuyas!"
"Bueno, entonces si te ofendí tanto por qué continuaste durmiendo conmigo?" Preguntó ella no gustándole su justificación.
Para esto no tenía respuesta. Había sido herido lo suficiente y no iba a sufrir más. "Dije fuera." Gruñó él.
"Bien." Siseó ella avanzando para susurrar en su oído. "Pero la próxima vez que mis gritos de media noche te irriten, sólo recuerda que pudiste haber sido tú." Luego se giró para salir de la habitación, pero fue detenida cuando Vegeta agarró su brazo.