4- Visita inesperada

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-¡Ma-maestra Mew!- le dije a Mew sorprendida.

-¡Ah! ¡Que ternura!- dijo Peridot haciéndole lo inconcebible a Mew: le empezó a hacer cosquillas.

Sé que a ustedes Mew les parece tierna, pero merece mucho respeto. Y hacerle cosquillas es como insultarla. Piénselo de este modo: es como si ustedes le empezaran a hacer cosquillas a un maestro con doctorado.

Así que, pues, me enoje profundamente.

-¡¡¡PERIDOT, COMO TE AREVES A HACER SEMEJANTE FALTA DE RESPETO!!!- le dije muy enojada.

Peridot, asustada, dejo de hacerle cosquillas a Mew.

-Cálmate Lapis, no hay necesidad de estar enojada- me dijo Mew completamente calmada.

-Pero, maestra, eso es una falta de respeto- le dije calmándome un poco.

-Bueno, es que soy muy tierna, así que no la culpo- dijo Mew riendo, no tomándose en serio lo que le hizo Peridot.

Viendo que Mew no le importó lo que le hizo Peridot, a pesar de que fue una gran ofensa desde mi punto de vista, me calme.

-Maestra, ¿Qué haces aquí?- le pregunte a Mew.

-Yo nunca me fui- dijo Mew.

-¿Qué?- dijimos Peridot y yo al mismo tiempo.

-Verás mi querida Lapis. Al momento de despedirme, me entro curiosidad de cómo te comportarías con Peridot y de que si lograrías o no perdonarla, por lo que, le dije a Abelardo y a los demás que se fueran sin mí y me hice invisible para ver cómo se desarrollaría- me dijo Mew.

Me entró un temor. Un temor de decepcionarla.

-¿Entonces...lo viste todo?- le pregunte temerosa.

-Sí, lo vi todo. Sinceramente, pensé que te ibas a tardar más. Steven sí que ayuda a la gente a que esta mejore, pero debe aprender que a veces las personas lo deben hacer solas y sin intervención de nadie más- me respondió Mew.

Me calme al oír que Mew pensaba que me iba a tardar más. Ciertamente yo pensaba que nunca iba a perdonar a Peridot. Ahora me alegró muchísimo de que la haya perdonado.

-¿¡Qué!? ¿¡Estuviste aquí todo este tiempo!? ¡¿Por qué rayos no nos ayudaste con las Rubíes!?- dijo Peridot enojada.

-¡Peridot, no cuestiones a Mew! ¡Ella fue creada por La Creadora (ustedes la llaman Dios) en persona y presencio la creación del universo y el nacimiento de la vida y muchas cosas más!- le dije molesta a Peridot por cuestionar a Mew.

-Cálmate Lapis. ¿Qué te dije de seguir ciegamente a un líder?- me dijo Mew.

-Qué al hacerlo alimentas su ego, lo que haces que con el tiempo se vuelva arrogante y no acepte ayuda y que cualquiera en este plano de la existencia se puede equivocar- le respondí recordando lo que me había enseñado.

-Exacto. Respondiendo a tu pregunta, quería ver como reaccionaba Lapis. Son en momentos de crisis cuando las personas sacan lo mejor o peor de ellas, así que ese momento crucial era el momento para ver si Lapis se iba dejar llevar por el rencor que te tenía o si iba a dejar su odio y egoísmo a un lado y se iba a enfrentar a las Rubíes por ti, dándote una oportunidad. Y, efectivamente, Lapis hizo lo segundo. ¡Bien hecho!- dijo Mew.

-Gracias- le dije a Mew.

-¿Y porque no interviniste en el juego de beisbol?- pregunto Peridot ya menos irritada.

-La vi como otra prueba para Lapis, quien mostró toda la disposición y las ganas del mundo en el partido de beisbol, además de que esas Rubíes no se veían veteranas, carecían de los conocimientos básicos para distinguir a los humanos de las Gemas y, al ver que aceptaron jugar al juego de beisbol, no me preocupe. Además, conozco amigos que saben jugar muy bien el beisbol y que derrotarían a las Rubíes en la primera entrada- dijo Mew.

Aprendiendo a vivir con Peridot La PeridoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora