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Llegó el día siguiente, Jimin ya se había cogido el permiso y se había colocado a mi lado desde las 8 de la mañana...

Yo me desperté a las nueve, cuando encendieron las luces para el desayuno, que hoy se trataba, por lo menos para mí, de unas tostadas de aceite, con tomate y jamón, un zumo de naranja, y un café que se lo di a Jimin, ya que a él no le habían traído nada...

Mientras desayunaba, el medico entró en mi habitación...

--Buenos días.- saludó con una sonrisa.- Parece que estás mejor, ¿no?

--Sí... Ya me siento algo mejor... Puedo moverme.- bromeé.

--Mejor y con buen humor... Vas por buen camino...- sonrió y miró a Jimin después de decirme esto.- Me ha dicho el juez que tendrá el veredicto esta tarde, así que creo que te vendrán dos buenas noticias en una, por que creo que te vamos a dar el alta dentro de poco...

--Qué bien.- suspiré mirando a Jimin, quien estaba sonriéndole al de la bata blanca... Me resultaba curioso que a todo extraño que irrumpía en la habitación le hacía un examen con la vista que acababa por intimidarle, provocando que solo me mirara a mí...

--Sí, el único problema es que tendrías que cambiar tu domicilio en tus documentos, y para eso necesitas el veredicto, no sé por qué, la verdad... - afirmó el médico mirando su portafolios.

--Bueno... Nunca es tarde si la dicha es buena...- supliqué a cualquier cosa que esté allá arriba que me cambie la vida rápido.

--Exacto, esa es la actitud... Bueno, tendremos que esperar hasta por la tarde entonces...- Dijo a modo de despedida...

--¿A qué hora se celebra el juicio?- Jimin se pronunció antes de que al doctor le diera tiempo a darse la vuelta...

--Sobre las 10:30... Depende de cuanto dure el primer juicio de la mañana. - respondió el de blanco mirando por encima de la pasta de sus gafas.

--¿Podría asistir?- volvió a realizar una pregunta el joven.

--Me ha dicho el juez que los puestos de testigos están ya ocupados... Yo también quería asistir...- se lamentó.

--De acuerdo.- contestó el joven- Gracias de todas formas.- hizo una reverencia.

El médico le respondió con otra reverencia, y abandonó la habitación, dejándonos solos...

Entonces se hizo el silencio... Jimin comenzó a andar de un lado a otro de la habitación, y sus pasos, totalmente rítmicos, comenzaban a hacer ecos en mi cabeza...

--¿Qué te pasa?- le pregunté.

--Estoy pensando.- apoyó su barbilla en su puño, sin dejar de andar.

--¿En qué?

--En que no me fio ni del abogado, ni del juez, ni de Haneul...-fue directo, mirándome a los ojos, y peinando su pelo hacia atrás para que no le estorbara en la frente.

--Pero... Si está ganado...- intenté consolarme... Mi cuerpo no estaba para más desdichas en la semana...

--No sé... Algo malo viene a mi pensamiento... No quiero plantearme que Haneul soborne el juicio.

--Pero... Eso no se puede hacer...- dije inocente mientras lo seguía con la mirada.

--Claro que se puede. - hizo una pausa para suspirar- Cuando se tiene el dinero que tiene Haneul sí...

--Entonces... ¿tendría que volver a vivir con él?- mi cuerpo comenzó a temblar- ¿Y... ca...cas..?

--Eh, nono... Tranquila...- se acercó a mi y me dio la mano.- Haré todo lo que esté a mi alcance para que no le vuelvas a ver la cara a ese payaso...

STALKER ●Jimin and You●+21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora