STALKER ●Jimin and You●+21

♤15♤

Jimin dio un paso adelante, y después de una mirada desconfiada del médico, repitió...

--Yo cuidaré de ella.- me miró y me sonrió...

--Bueno... Pues te tendrás que quedar con el irresponsable...- bromeó dándole una palmada en el hombro a Jimin y haciéndome reír...

--Muchas gracias Jimin- agradecieron mis amigas...

--Eso...- susurré- Gracias...

Él se sonrió tímido y acompañó al médico a la puerta junto con mis amigas, quienes antes de dejarnos a solas a Jimin y a mi, le dieron advertencias sobre mi, tanto mis amigas como el médico.

Cuando los tres se fueron, Jimi se acercó con sus sonoros pasos a mi cama, donde se sentó en el bordillo como solía acostumbrar...

--¿Cómo te sientes?- dijo con una sonrisa

--Diferente...- contesté

--Se llama felicidad. - afirmó riendose.

Entonces, noté cómo Jimin miraba con deseo mi mano... Estaba embobado con mi piel... Y podía ver cómo su mano temblaba al intentar hacer el amago de agarrar la mía, pero sentirse impedido por el aura de autoprotección que me rodeaba en sitios ajenos a mi casa...

Por un momento lo sentí suspirar ante su contención a rozar mi piel con la suya para algo que no fuera necesario por vida o muerte...

Miré su mano... Casi tan pequeña como la mia... quiza se libraba por un centímetro... Tenía las venas marcadas, y las uñas pequeñitas tambien... Nada que ver con las manazas de Haneul...

Entonces sentí la necesidad de agradecerle todo lo que estaba haciendo por mi sin recibir nada a cambio... Me parecia lo más bonito que jamás nadie ha hecho por mí...

Arrastré mi mano, lentamente, hacia donde estaba la suya... Y aunque mi cuerpo comenzara a rechazar aquel gesto, yo intenté ponerme en contra de ese impulso mio a echar la mano hacia atrás... y cuando tenía mi mano al lado de la suya, en el hueco que hacía su palma, fui metiendo mis dedos, creando un roce casi ínfimo... Cuando ya noté el calor de su mano en la mia, me detuve... Entonces noté cómo él, poco a poco, movia sus dedos acariciando mi piel... Causando cosquilleos que recorrían mi espalda... Aquella sensación era diferente para mi... Era la primera vez que sentía el tacto como algo sin represalias, como algo que simplemente conectaba a dos personas en un mismo instante...

Era como si el tiempo se detuviera para ambos, como si lo único que seguía su curso fueran las caricias que asestaba en mi piel con su tacto suave...

Sin a penas darme cuenta, giré la mano, poniéndola palma con palma junto a la de Jimin... Quien aprovechó para cambiar de posición, hacerse un hueco a mi lado en la camilla, y entrelazando nuestros dedos...

Se quedó medio sentado a mi lado, tanteando si tumbarse o no... Yo le dejé algo más de espacio, y seguí sumida en lo fascinante que ese descubrimiento me había resultado...

Me sentía cansada... El día, o más bien, el final del día de ayer fue duro, y sentía como, poco a poco, los calmantes invadían mis venas, llegando a paliar el dolor que casi se había enmascarado con las caricias de Jimin...

--_____.- susurró. Cuando lo miré, tenía los ojos cerrados.- Me encantan tus manos...

--Gr...Gracias...- no supe qué contestar...

--De verdad... Son frágiles por fuera, pero fuertes por dentro... Qué cursi, ¿no?- abrió los ojos para mirarme, mordió sus labios y se rio de si mismo, contagiándome la sonrisa...

Entonces, aún con sus piernas colgando de mi camilla, se dejó caer en la almohada en la que se apoyaba mi cabeza...

Lo miré, y vi cómo su pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración... Lenta, profunda, que poco a poco se sincronizaba con la mía...

Al ver cómo sus ojos se cerraban, aproveché para fijarme en aquello en lo que antes no tuve suficiente tiempo...

Su piel se acercaba al color de la madera blanca... Era suave, o al menos lo parecía. Ni una sola imperfección podía brotar de ella. Su pelo, liso, sedoso, daban las extrañas ganas de enterrar los dedos en ellos, sus cejas algo despeinadas y con el deseo de dejar de existir sobre sus ojos enmarcaban una preciosa mirada de rasgos asiáticos y color marrón... Su nariz estaba perfectamente construida, me gustaba la forma tan especial que tenía su tabique, y aún más el pequeño pliegue del arco de cupido que daba paso a sus labios...

Los labios que robaban suspiros... Carnosos y lisos, parecían ser incluso más suaves que su piel... Y sus labios no eran solo eso... Era el marco de una sonrisa imperfecta, una sonrisa preciosa... De paletas ligeramente torcidas que le daba un toque inocente y descuidada a su expresión...

Bajando algo más, pude pararme en los ángulos de su marcada mandíbula, que podría cortar sandías. Y poco a poco, el llegar a su cuello, su clavícula ligeramente descubierta por el cuello de la camiseta blanca que portaba, sus venas y tendones, me hicieron sentir más amenazada incluso... Amenazada... Pero en el buen sentido de la palabra si es que lo tiene...

Parecía una adolescente tonta que se enamoraba del chico de la otra clase... Pero ahora que me he dado cuenta de todas las cosas que pasaban por mi cabeza, no puedo corregirme... Volví a apoyar mi cabeza en la almohada después de haberla levantado ligeramente para poder tener más ángulo de visión... Y cuando me noté la almohada en mi espalda, suspiré... Lo que causó una risa a la que no le encontré el sentido que salía de la boca de Jimin, aún con sus ojos cerrados...

--¿De qué te ríes?- susurré con un corto hilo de voz....

--¿Yo?- abrió los ojos para mirarme con una sonrisa sarcástica que me dejaba ver sus dientes- De nada.- volvió a reírse volviendo a su posición de antes.

--No me lo creo...- susurré soltando su mano y cruzando mis brazos...

--No te enfades...

Pasó uno de sus brazos por encima de mis hombros, y con el otro me rodeó por delante... Me sentí inmóvil...

--¿Qué te pasa?- preguntó soltándose de mí y mirándome preocupado.

--¿Qué ha sido..?

--Un abrazo.- me cortó

--Ah...- disimulé- Claro.- sonreí.

--No sabes dar abrazos.- se quejó inflando los mofletes, creando una expresión muy mona en él...

--Am... Pues...- en realidad no sabía...

--No importa.- dijo decidido- Te enseñaré.- afirmó.

--Vale...

--Será lo primero que hagamos cuando salgas de aquí...

--¿En serio?- pregunté con una sonrisa...

--Por supuesto.- me sonrió de vuelta- Los abrazos son algo elemental...

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Nuevo Capítulo de STALKER

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