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Mi corazón quería pararse cuanto antes... No podia creer que Haneul me hubiera hecho eso... Y menos ahora, cuando pensaba q todo iba a acabar para mí...

Haneul salió de la habitacion en cuanto el medico acabó conmigo, dejandome sola.

Ya había conseguido lo que queria, hacerme más daño todavia...

En mi cabeza no paraba de repetirse la imagen de Jimin abandonándome

Haneul me había dejado sola de nuevo, y lo peor es que no tengo ni idea ni de donde está Jimin, ni de por qué lo han cogido, ni de nada...

Sinceramente, me temo lo peor...

Escuché cómo Haneul andurreaba fuera de la habitación, hablando por teléfono. No lo entendía bien... Miré mi antebrazo, estaba poniéndose morado, supongo que por culpa de la manera en la que me arranqué la vía...

Pasaron un par de horas... Y seguía sola. Ya la voz de Haneul no sonaba tras la puerta. Una enfermera entró en mi habitación a traerme de comer...

--No se moleste. No voy a comer.- me impuse. Mi cabreo era más grande que mi vergüenza en esos momentos...

--Tiene que comer.- dejó la bandeja preparada delante de mi.

--¿Dónde está Jimin?- pregunté.

Ella no contestó. Lo sabía.

--No voy a comer.- insistí.

--Está en su casa.- contestó nerviosa.

--Venga ya...

Entonces, por la puerta entró una figura femenina vestida de pieles, con zapatos caros, echando a la enfermera de allí.

La señora entró con toda seguridad en la habitación, y se colocó a mi lado... Paró la vista en mi muñeca morada, y la acarició como si estuviera inspeccionándola.

--¿Quién es usted?- pregunté intentando ser educada.

--¿Qué te ha hecho mi Jiminie?

--¿Co cómo?- ya sé quien es... Es la mujer que estuvo con Jimin en la actuación...

-- ¿Qué te ha hecho para que ahora esté en el calabozo?- dijo con lágrimas en sus ojos intentando no salir...

--Cuidarme.

Ella no respondió... Me miró apretando sus labios pintados de rojo, y presionando mi antebrazo...

--Lo sacaré de esta, pero procura no acercarte a él, niñata.

Soltó de golpe mi antebrazo, y se largó taconeando, con la voz temblorosa...

De nuevo sola, pero ahora sentía que estaba rodeada por espadas que en cualquier momento podían atravesarme...

(...)


A las pocas horas. No había comido, y a mi habitación se presentó un grupo de médicos, que, sin responder a ninguna de mis preguntas, me cambiaron a una camilla de ambulancia, y cogieron tocas mis cosas mientras me paseaban por los pasillos del hospital...

Me sacaron del mismo, y me metieron en una ambulancia, si desconectarme de la vía.

Después de unos 15 minutos. Pararon el automóvil, y me pusieron una mascarilla...

--Cuenta hasta diez.- me dijo uno.

No contesté.

--Vamos.- amenazó otro con una jeringa en la mano.

--1, 2, 3...

(...)

Desperté en una habitación celeste, sin ventanas, con la máquina del pulso al lado, y un pequeño armario al otro. No había nada más.

STALKER ●Jimin and You●+21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora