Capítulo 14.- Yo también he llorado por amor

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Un silencio lleno la habitación, Wei Wuxian agradecía a la oscuridad y la provechosa penumbra que probablemente evitaba que Lan WangJi viera como sus labios temblaban, pero también lamentaba el hecho de no poder ver el gesto del joven maestro Lan para averiguar si esas palabras le habían provocado alguna reacción, pese a ello, quiso seguir hablando, aún quedaban muchas palabras por decir, pasó todo este tiempo haciendo básicamente dos cosas, incrementando su poder de cultivo e indagando en su corazón.

- en ese entonces... Yo supuse que no podía quedarme y manchar tu vida, oí fuerte y claramente tus sentimientos y el pánico se apoderó de mí, estabas ahí no sólo diciéndome lo que sentías, además me estabas dando la prueba irrefutable de que así era, pero yo... ¿qué podía hacer para corresponder tan grandiosa declaración? En ese entonces yo no era lo suficientemente maduro para enfrentarte, incluso ahora no se si estoy al nivel. Sé que en tu ser no hay rastro alguno de arrogancia, pero está bien que seas consciente de que tú estás destinado a grandeza y prestigio, podría incluso apostar que te aguarda el título como mejor cultivador de su generación, ¿y sabes que soy yo? Soy la piedra en tu zapato, bueno, al menos eso pensaba en aquellos días, soy básicamente lo opuesto a ti, las reglas no me gustan si no es que puedo sacar provecho de ellas, no puedo permanecer en calma cinco minutos, mi boca es independiente de mí, mi personalidad siempre conduce a desastres, y el estar cerca de mi desprestigia a cualquiera. En ese momento en el que me mostraste tu corazón y mente yo actúe instintivamente por todo esto que te digo ahora, por supuesto que te enteraste de como logré ser expulsado, no estoy seguro de si lo volvería hacer de ese modo, pero si puedo asegurarte de que volvería a pensar en primer lugar en qué sería lo mejor para ti.

Wei Wuxian paró unos segundos su discurso, dió un paso al frente esperando una reacción, pero no ocurría nada, Lan WangJi aún con su rostro oculto entre las sombras seguía inamovible.

En esos años en los innumerables viajes, Wei Wuxian se volvió alguien realmente fuerte, en el pasado siempre lo fue, su talento natural en destrezas de todo tipo y en batalla eran algo reconocido por todos, pero su falta de disciplina le impedía destacar a un nivel superior, malgastaba sus dones y los maestros que eran conscientes de eso lamentaban ese desperdicio en silencio.

Wei Ying estaba a punto de comenzar a beber enajenadamente todo el licor que le quedaba, pero antes de alzar su mano con el contenedor la bajo y lo depósito en el suelo, había decidido hacer uso de todo el valor que poseía por sí mismo. Experimentaba en ese momento un gran nudo en su garganta y sopesar en su pecho, se encontraba ahí luego de todo ese tiempo tratando de expresar una declaración oficial y suficiente, pero sentía un temor extenuante de que luego de decir todo eso Lan WangJi le dijera que era demasiado tarde, que sus sentimientos ahora eran distintos o que de hecho le recriminara la total falta de respeto al no haber sido capaz de enfrentarlo, pese a todo ello Wei Wuxian estaba ahí arriesgo de ser lastimado dando sus explicaciones y finalmente expresando sus sentimientos, Lan WangJi merecía oír todo aquello así como también tenía todo el derecho a recriminarle y herirlo.

- consideré en algún momento que podía vivir con ello, que si yo me llegaba a enterar de que tenías una vida plena sería suficiente como para yo sentir paz, pero en mis sueños veía tu mano sostenida por una hermosa mujer y eso hacía sentir que mi alma se fracturaba. Cuando imaginaba el resto de mi vida sin tener la oportunidad de salir de caza cada día contigo el pensamiento me mantenía inquieto por un largo tiempo.

En este punto luego de esas palabras, el resto de lo que tenía preparado para decir se esfumó, las frases que tenía armadas parecían no ser suficientes y las emociones se desbordaron, hablando por ellas mismas dando rienda suelta a su desesperación por hacerse entender claramente.

Wei Wuxian se acercó con prisa y urgente estrujó la túnica de Lan WangJi a la altura de su pecho, al hacer este gesto por primera vez en aquella noche sus ojos se encontraron. Los ojos de Wei Ying estaban acuosos y los de Lan WangJi desprendían un brillo que nunca le había visto Wei Wuxian.

Ya no necesitamos palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora