Cap. 1

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Narra: Kari

Era un día despejado de nubes. Yo me encontraba descansando en las orillas de lo que parecía ser un lago bastante grande y bastante pacífico.

¿Qué quién soy yo? Pues, mi nombre es Kari Uchiha, he "huído" de la aldea de la hoja a los 12 años y actualmente tengo 18 años, podría decirse que ya soy mayor de edad.

Bien, como iba contando: Aquél lago en el que me encontraba tenía un agua tan cristalina y transparente que juraría que podría ver el fondo de este junto a todas las especies vivientes que habitaban allí.

Aquél lago se había vuelto mi hogar.
Pasaba la mayoría de las horas de mis días en sus orillas de pequeñas piedras.

En el tiempo en el que he estado viviendo en el bosque, he armado una cabaña demasiado sencilla y muy acogedora en las cuales pasaba mis noches. Ésta estaba algo alejada del lago pero los unía un sendero de tierra que ya estuvo ahí desde antes de que yo llegara.

En este momento ya me había levantado y sacudí mis vestimentas para empezar a caminar de regreso a mi cabaña ya que tenía ganas de pasar un momento por allí para corroborar que todo estuviese en orden y que estuviese todo tranquilo como siempre.

Como era costumbre, caminé por el sendero antes nombrado pero llamó mi atención una desviación que había en este y por curiosidad decidí seguirla para ver hacía donde conducía.

Pasaban los minutos y el camino parecía eterno pero en realidad era yo la que caminaba lentamente. Habían pasado unos quince minutos de caminata y cuando frené fue porque enfrente de mi había una gran montaña, y enfrente de esta un arco rojo de madera.

Entre medio de aquél arco y mi posición, había un rio bastante potente que no dudaría en arrasar hasta con tu propia vida.

De pronto ví como una gigantesca roca de aquella montaña se elevó dejando ver su interior y a un individuo salir de allí.

Narra: Sasori

Me encontraba en la guarida Akatsuki presisamente en una de sus tantas habitaciones, la cual fue adaptada a una especie de taller gobernado mayormente por las penumbras, que se acomplaba perfectamente con el silencio vagamente interrumpido por el sonido de la madera siendo trabajada.

Estaba sentado en mi escritorio, completamente inmerso en mi trabajo, culminando los últimos ajustes en un brazo de marioneta e implementando hilos de chakra para hacerle un chequeo de movilidad, ya sea de rotación de muñeca como de dedos.

-Listo...

Dicho esto, coloco el brazo de la marioneta en su respectivo sitio para limpiarla de restos de aserrín, cuando justo en ese momento, comienzan a escucharse algunos pasos acercandose por el pasillo, hasta finalmente sentirse como la puerta es abierta, asomando a escena la figura del joven renegado de Iwa, cuyo atuendo se haya ligeramente salpicado con gotas de sangre de algún desdichado que encontró su fin con sus explosiones.

-¡Toc toc! ¡Sasori no Danna! ¡Ya regresé! veo que no se movió de su sitio. Hmm- Dijo mi compañero de cabellera rubia.

-Llegas tarde.-Contesté

-Lo se, lo se. Digamos que me quedé hablando con algunos "viejos amigos" ¡uhm!

-¿Conseguiste dar con la ubicación actual del Jinchuriki?- Dije yo como si no me importara lo que había hecho con sus "viejos amigos".

-En parte ¿Y usted con lo suyo?

-En parte. Mi subordinado no fue más que una deplorable trampa impuesta por Orochimaru. Al menos ahora me será mucho mas util.- Acoté mientras señalo a mi creación recien terminada, apreciandose como dicha marioneta (mi ex-subordinado) desaparece de escena tras una cortina de humo.

Despair: Sasori & Kari UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora