CAPÍTULO 3 "PASILLOS SOLITARIOS"

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Seguí con mi trabajo de siempre, haciendo todo con el profesionalismo que me era encomendado, era alguien recto, todo eso sólo antes de entrar a la habitación de Mikasa. Estando dentro no me importaba otra cosa más que satisfacerme en su delicada boca, seguía convenciendola que lo llevará hasta su garganta y lo hiciera como yo quisiera, ella no se negaba, está tan loca que cualquier cosa que le pida estará bien.

A veces siento pena por ella y por mí, jamás me imaginé haciendo esto con una paciente que bien podría añadirme a su lista de homicidios, pero mientras ella siga siendo dócil puedo seguir disfrutando de ella todo lo que me plazca.

Sentía que estaba apunto de correrme de nuevo, la he ilustrado bien para hacer esto y cada día lo hace mejor. Me gusta ver como lo hace, me gusta lo sumisa que es conmigo.

Terminé después de unos minutos más. Ella limpió su boca y regresó a la cama. Esta es la parte que no disfruto, el silencio vuelve, no tiene palabras para mí y yo no tengo nada para ella. Simplemente es un rato más pero el vacío regresa, ella vuelve a ser una paciente común y yo un enfermero que la cuidará hasta el momento en que se vaya.

-Mikasa.
-¿Sí?
-Sientate.
-Okay.

Su cabello está desarreglado, es mi culpa... a veces no logro controlarme y la forzó a hacerlo a mi modo. Soy repugnante.

Comencé a acomodarlo de nuevo, su cabello es liso y agradable al tacto, sigue oliendo bien a pesar de todo.

-Ahora te ves decente... oh espera... este mechón... no puedo acomodarlo. Tsk da igual.

Tome mis cosas, ya nada me detenía más en esa habitación.

-Levi... gracias.
-De nada.

Salí de la habitación pero mientras iba por los pasillos, sus palabras me regresaron a la mente... ¿Gracias? ¿Por qué? Todo lo que hecho por ella es aprovecharme. Si no estuviera loca y con el efecto de los medicamentos, me rechazaría pero eso no es lo importante ahora, sólo dije de nada por costumbre, ni siquiera tengo idea de donde viene su agradecimiento. Fui algo cortante con ella, tal vez. ¿Eso le importará?

Llamé el elevador, alguien bajaba también.

¿A quién diablos le tengo que ver la cara?

-Buena tarde, Levi.
-Buenas tardes, Zeke...

Silencio abrumador antes de que...

-¿Cómo te ha ido con tu nueva paciente?

Tsk en mi mente sólo la veo lamiendo mi pene.

-Bastante bien... Oye creí que sólo llegaba a la sección C. ¿Qué hay arriba?
-Nada en especial. Ya sabes, cosas viejas que ya no se utilizan.
-Creí que para eso estaba el almacén de atrás.
-No lo sé... también guardan cosas ahí.
-Claro, me quedo aquí.
-Buena suerte.

Fui hacia la habitación de Jaeger, sin embargo lo que dijo ese tipo no me terminaba de cuadrar. En mi tiempo en este lugar nunca había prestado atención al quinto piso, ni siquiera me interesaba por la sección C antes de que llegara Mikasa. Investigaré después, no me confío de ese tipo.

-Ah bastardo. No hagas eso.

Jaeger me asustó, se apareció de repente en el cristal.

-Lo siento... quiero salir de aquí. Ya no quiero estar aquí.
-Que mala suerte, si no muestras mejoría aquí te quedarás.
-¿Acaso no entienden lo perturbador que es aquí?
-Sí, claro... lo dice el mocoso que asusta a la gente.
-Levi... dame algo para dormir.
-¿Tienes problemas para descansar?
-Algo así.
-Tengo que consultarlo con Rico.
-¿Quién es Rico?
-Es la mujer con quien tomas terapia los martes...
-¿Terapia?
-Sí. Uff da igual, estás tan loco que ni siquiera recuerdas cosas tan simples.
-¿Rico? ¿Quién es Rico?
-Tsk sólo abre la boca, se está pasando la hora de tu medicamento.

Uff que día tan agotador, después del orgasmo siento este maldito cansancio, debería esperar a la noche para estar con Mikasa, alguien podría notarlo... Mikasa.

¿Por qué habrás matado a esas personas? ¿Ella podría matarme? Creo que lo mejor será tratarla bien.

Hora de salida...

-Mikasa.
-Regresaste.
-Sabes a que vine. ¿No?
-Lo sé... Levi.

Se puso de rodillas y lo sacó, reaccioné al tacto. Ésta chica tiene destreza para masturbarme antes de chuparlo. Verla desde arriba me hace sentir bien, puedo apreciar todo y controlarla a mi antojo. Han comenzado a volverme loco sus ojos perdidos y los gestos que apenas muestra. Me preguntó... ¿Cómo se vería si logrará sonreír? Y sobretodo, cómo sería su cara de placer si yo me atreviera a ir más lejos.

Sigue haciéndolo estupendo, no me cansaría jamás de ella.

Ha hecho de mis días algo diferente, puede ser su lengua o quizá la atmósfera llena de riesgos lo que hace de este momento algo superior.

-Abre bien la boca, me vendré dentro...

Se preparó.

Respiré agitado, me ha hecho sentir dos orgasmos en un solo día. Tal vez estoy abusando pero... esto es tan relajante.

-Buenas noches, Mikasa.
-Buenas noches- me sonrió ligeramente.

Salí del hospital, es un camino largo de la puerta al lugar donde me estaciono a diario, este lugar es enorme. Un pensamiento me acompañó de repente, todo parece normal excepto el camino hacia la parte siguiente al piso de la sección C.¿De verdad es un almacén?

Después investigaré, tengo tiempo libre en medio de la rutina de siempre.

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