CAPÍTULO 8 "SIN REMORDIMIENTOS"

2.6K 242 36
                                    

Ha pasado una semana desde que decidí alejarme de Mikasa, la trato como cualquier paciente y evito todo el contacto físico posible. Ella me cuestiona sobre esto, me hace sentir un poco mal cuando me ve con esa cara de angustia, preguntando si ha dejado de gustarme o si voy a abandonarla.

He empeorado desde entonces, la deseo, la necesito más que a cualquier cosa. Es tan difícil contenerme ante las ganas de besarla.

Cierro la puerta con dificultad y me quedo ahí viéndola, es hermosa, es delicada, es prohibida para mí.

-Hey, Levi.
-¿Sí?
-¿Vienes a tomar un trago con nosotras?
-Ah claro que más da.

Tome mis cosas del casillero y me cambié de ropa, tal vez salir con ellas me haga distraerme un poco.

-Buenas noches, Zeke.
-Buenas noches. ¿También irás con ellas?
-Sí.
-Que bien. Vamos.

El mismo bar de la otra vez, la misma mesa, la misma música de siempre, la misma botella que pedimos ese día y al parecer las mismas personas alrededor.

Hay mujeres de todo tipo; altas, bajas, delgadas, robustas, con el cabello largo o corto. Ninguna tiene el pelo tan oscuro como el de la mocosa de la sección C, ninguna tiene la piel tan pálida y suave como la suya. Y entre todas estas personas, ninguna me pone tan duro como lo hace ella.

¿Por qué ella? Si puedo tener a la mujer que quiera cuando quiera? ¿Por qué pensar en esa mocosa?

Terminé mi copa y observe el cristal vacío.

Tsk a quién quiero engañar, soy demasiado débil ante ella, la deseo más que a cualquier cosa en mi vida.

Olvido la culpa cuando me pierdo en sus labios, olvido quien soy y todas las cosas que dicen que están mal... después de lo que he hecho. ¿Acaso importa la poca moral que me queda?

-Levi.

Salí de mis pensamientos.

-¿Qué pasa?
-Vamos a bailar.
-No me gusta.
-No seas amargado y consiguete una pareja, no creo que tengas dificultad.
-Me quedó aquí.
-Uff que malo.
-Como sea. Estoy mejor aquí.

Ellos tomaron parejas entre sí, por otro lado Zeke estaba hablando con una mujer de cabello largo y oscuro.
-Tsk... me quedé solo.

Algunas mujeres se me acercaron, todas ebrias y urgidas, las rechace sin dudar, jamás me metería con alguien que apesta a cigarro y no pueda mantenerse sola de pie.

-Bien, es hora de irse- pensé.

Tome mi chaqueta y dejé el dinero en la mesa, otra vez pagué su cuenta.

Caminaba entre medio de las personas, las luces violentas y el ruido me aturdia. Sentí que algo tiraba de mi chaqueta.

-Levi... hola.
-Jamas entiendes...
-Calla, Levi... baila conmigo y olvidemos eso.
-No me gusta bailar y ya debo irme.
-No te vayas.
-Adiós.
-Bueno... entonces podrías llevarme a casa, mis amigos ya están bastante ebrios y...
-Es tu problema, no te vuelvo a subir a mi auto.
-Por favor... no están en condiciones de llevarme y me he quedado sin pila para llamar un taxi.

Volte a ver a sus amigos que en verdad estaban borrachos. Pensé en que el vestido corto y provocador que llevaba, la pone en riesgo en medio de esos tipos ebrios y cualquiera afuera.

-Tsk... está bien pero si intentas algo raro te bájare en la carretera y no me importará.
-Gracias.

Petra se mantuvo al margen durante el trayecto hasta su casa, no es tan estúpida para hacer algo y que la deje botada a media carretera pero al despedirse cambió.

-Buenas noches, Levi y gracias por traerme, me has salvado.
-Claro, adiós.

Se acerco a mí para despedirse de beso, lo hizo tan rápido que no pude detenerla y sólo me dejó un beso en la mejilla.

-Oye, Levi. ¿Por qué me odias?
-No te odio, simplemente no me gustas.
-¿Tienes a alguien?
-No, no estoy con nadie.
-De verdad que no te entiendo... te la pasas rechazandome sin conocerme.
-Despues de tu comportamiento del otro día, me dejas malas referencias sobre ti.
-Ese no es el punto. Yo... Levi, tú me gustas. Te juro que jamás me había atrevido a hacer cosas como esas pero desde el momento en que te ví, yo caí enamorada de ti.
-Eso no es amor.
-Tal vez pero si me dejarás conocerte... sé que podríamos funcionar.
-No estoy interesado en una relación.
-No es necesario tan sólo déjame hacer que te sientas bien a mi lado.

Se acercó más a mí y me besó a la fuerza.

Labios sabor a cerveza, asqueroso sin embargo no lo hacía mal, permití el beso porque tal vez ella podría ayudarme a olvidarme de Mikasa.

Sentí su mano en mi entre pierna, fue el detonante para entrar a su casa y continuar con lo obvio.

La besaba, sentía una sensación extraña en el pecho... dolor, me costaba respirar, yo no lograba conectarme.

Caímos en su sofá y ella intentaba quitar mi ropa, mordía mis labios y aflojaba las piernas para mí.

Tengo que olvidarte, tengo que hacerlo porque nada de lo que pasó entre nosotros es correcto, Mikasa, Mikasa... tu maldito nombre incluso en una situación como ésta.

-Mikasa...
-¿Qué?

Me separé de ella y me acomodé la ropa... dije su nombre, estuve apunto de acostarme con Petra. Te odio, mocosa. Me has jodido otra oportunidad.

-Entonces sí estás enamorado. ¿Un amor no correspondido?- mantenía la cabeza abajo.
-Lo siento... no fue buena idea esto.
-Fue mi culpa, fue lindo mientras duro. Perdóname a mí por meterme.
-Adiós.

Salí de su casa y me fuí directo a la mía para bañarme. ¿Cómo pude cometer ese error?

Más que nunca no quiero volver a esa chica pelo de zanahoria, jamás debí utilizarla para mi propio beneficio.

Mikasa... No puedo renunciar después de todo, ya no iré en contra de ti, quiero verte de nuevo. Si he de irme al infierno que sea por justa razón.

REDEMTION Donde viven las historias. Descúbrelo ahora