005. equivocado

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KyungSoo está contemplado su obra, le ha llevado muchos días quitar yerba mala, plantar sus hermosas plantas y semillas, y también el cuidar que las plantas logren adaptarse a su nuevo ambiente y sobrevivan.

Está emocionado, el lugar luce mejor que antes y aunque aún le falta un poco más para estar completamente acabado, luce como un jardín de revista, de verdad.

Se fijó en la hora, ya era un poco tarde y aún debía pasar a comprar una caja de leche y galletas. Acomodó todo, y tomó su mochila del suelo; comenzó a andar, cantando una canción en su mente y cuando estaba por irse escuchó un ruido que venía de su izquierda.

No pudo evitar sentir algo de curiosidad y el impulso de ir a echar un vistazo. Lamentablemente vinieron a su mente esas películas de terror que les hacía ver KyuHyun en sus viernes de películas. Ahora estaba un poquito asustado y casi suelta un grito cuando volvió a escuchar otro ruido, pero a diferencia del anterior, ése parecía más fuerte.

Su corazón comenzó a latir rápido y furioso y el pánico se apoderó de su cuerpo y cerebro, haciendo que se quedara ahí, parado y sin moverse. Otro se escuchó y fue seguido de un maullido. Y otro y otro.

Entonces su cerebro comenzó a pensar y su cuerpo dejó atrás el estado estático. Volvió a escuchar un maullido y con sigilo y precaución se acercó a la fuente del ruido.

Había un bote de basura y al parecer el gatito estaba dentro.
Asomó su cabeza y ahí vió a la cosita que había estado pidiendo ayuda. Era un gato color negro con ojos verdes enormes, eran hermosos. Le sonrió y metió sus manos para sacarlo de ahí, al principio lo rechazó, pero después de unos segundos de mirarlo y evaluarlo, el gatito se dejó tomar en brazos.

- ¿Cómo llegaste ahí, pequeño? - preguntó KyungSoo y acarició su cabecita con su mano libre.

El gatito ronroneó y cerró sus grandes ojos. No tenía collar o algo que le dijera que tenía un dueño por lo que determinó que era callejero, aunque curiosamente olía bien -dejando de lado que estaba dentro de un bote de basura- y su pelo era suave y fino.

- ¿Sabes? Pensé que eras un asesino o algo así, como en las películas.

Lo bajó y buscó en su mochila la comida que había sobrado en su almuerzo para dárselo.

- Bueno, gatito, yo me despido, ya me tengo que ir, espero te guste y no vuelvas a meterte en un bote de basura, es peligroso.

Le dió una última caricia y unas palmaditas en la cabeza y se fue de ahí.

Mientras tanto, el gato lo miró hasta que desapareció de su vista. Al parecer si existían personas buenas además del conserje.









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ChanYeol estaba demasiado cansado, sentía que su cuerpo pesaba toneladas y sus ojos se sentían hinchados.

No había podido dormir bien por cuatro días seguidos, y todo gracias a los vecinos ruidosos de al lado. Habían acabado de mudarse y por alguna razón, tenían la maldita costumbre de llegar tarde y olvidar su alarma, la cual sonaba y sonaba y sonaba hasta que eran capaces de apagarla.

Uff, como odiaba la estúpida alarma.

Y aparte había estado buscando algún perfil en alguna red social, de su pequeño enemigo.
Ésto último a consecuencia de que le costaba demasiado volver a dormir cuando ya había sido despertado.

Soltó un bufido y se adentró a su salón. Los compañeros que ya estaban dentro lo saludaron con sonrisas frescas y el sólo pudo soltar un 'buenas' a cambio; está de más decir que lo miraron raro, él siempre tenía una sonrisa radiante por la mañanas, inclusive si no se sentía lo suficientemente bien.

𝐇𝐞𝐫𝐦𝐨𝐬𝐨 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨 [ᴋʏᴜɴɢsᴏᴏ-ʜᴀʀᴇᴍ | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora