Capitolo 3

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Estaba nerviosa. Hoy era mi primer día de prácticas. En dos horas había quedado con mi compañero para prepararlo todo. Había optado por ponerme unos vaqueros y una sudadera. Iba a ir a una sesión de fotos no a una boda.

Llegó la hora de irme. Según el GPS, el sitio donde debía ir estaba a diez minutos andando, así que decidí no coger el coche. Salí de casa y noté como una ráfaga de viento helado me daba en la cara. Las tardes de Madrid eran muy frías y secas, pero a la vez llenas de luz. Desde siempre me había gustado esta ciudad. Me hizo muy feliz que me dijeran que me aceptaban en la Universidad.

A los pocos minutos llegué al local. Entré y pregunté por Javier. Una chica alta, rubia y de ojos azules me guió hasta una pequeña sala donde había un chico moreno de ojos verdes. El se percató de nuestra presencia y se giró hacía nosotras.

- ¡Hola! -exclamó. -Tu debes de ser Alicia ¿verdad?

- Así es. -dije con una sonrisa mientras el se acercaba hacía mi posición.

- Encantado. -dijo estrechándome la mano. -Bueno, supongo que te habrán explicado lo que vamos a hacer ¿no?

- Si bueno, una sesión fotográfica a un equipo de fútbol ¿no? -dije obvia.

- Eso mismo. -dijo Javier. -Bueno, para empezar, ¿cómo pondrías el fondo?

- ¿Cómo es la ropa? -pregunté junto a la cámara.

- Los trajes son azul marino.

- Lo pondría gris. -dije mirando las diferentes telas. -Un gris ni oscuro ni claro.

- Tienes buen ojo novata. -dijo Javier a mi lado. - ¡Ah! Por cierto, puedes llamarme Javi. Me resulta incómodo que me llamen Javier, suena a hombre mayor. -dijo haciendo una mueca que me hizo reír.

Mientras retocábamos los últimos detalles, se escuchó un murmullo y supusimos que los modelos acababan de llegar. Un grupo de unos veintidós jóvenes entraron a la sala. Cuando les miré, caí en que era la plantilla del Real Madrid. Mi corazón dio un vuelco al pensar que Marco podía estar entre todos ellos. No quise buscarlo, no quise mirar, solo me dediqué a hacer mi trabajo lo mejor posible.

- Hola, buenas tardes. -dijo un señor de pelo oscuro. -Os dejo a cargo de esta panda de cazurros. Si pasa cualquier cosa, llamarme. No creo que podáis aguantar toda una tarde con ellos. -reí ante el comentario del que era el entrenador del Real Madrid.

Los chicos entraron creando alboroto. Al primero que pude divisar fue a Luka Modric, jugando con Sergio Ramos. Tenía miedo de buscar con la mirada a ese chico de ojos marrones, pero no pude resistirme a hacerlo. Lo vi. Después de tanto tiempo lo vi. Seguía prácticamente igual, aunque un poco más formado. Estaba hablando con Isco y escuchaba su risa desde aquí. No recordaba lo bonita que era.

- ¿Ali? -preguntó una voz detrás de mi. Me giré y pude ver a Sergio Ramos con una enorme sonrisa en su cara. -Cuanto tiempo. -dijo para después abrazarme. - ¿Cómo va todo?

- Yo también me alegro de verte. -dije riendo. -Va bien, muy bien.

- ¿Cómo esta tu hermano? -preguntó cruzando sus brazos.

- Bueno, ahí va. -dije suspirando. -Su carrera ha sido difícil. -dije. -Bueno, basta de cháchara, diles que se pongan en fila, para poder controlar a quien le hago fotos y a quien no.

Sergio fue hacía los chicos y les avisó de mi orden. Los conocía a todos. Cuando estuve con Marco, iba a todos los partidos que podía. Son muy buenos chicos, cada uno de ellos. Me trataron muy bien, hicieron que me integrara y me sintiera como en casa.

Cuore FreddoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora