Disfruta el momento

Capitulo 2- Último año para ser niños (Part.2)

La noche estaba completamente despejada. No había ni rastro de nubes, se podía ver el cielo repleto  de estrellas perfectamente. La luna estaba llena, lo que permitía ver por donde pisabas sin necesidad de utilizar linterna.

-Qué bonito- dijo Kevin nada más llegar –Es precioso y muy tranquilo. Ahora entiendo porque te quedaste aquí dormida- Los dos sonrieron.

-Este es el único lugar donde me siento completamente sola. Aquí puedo olvidarme de los niños y dejar mi mente en blanco.

Se quedaron en silencio, disfrutando de los sonidos del agua fluyendo por la laguna, el viento, las hojas de los árboles en movimiento.

-Kevin, siento lo de antes. Lo del masaje, lo hice sin querer de verdad- estaba colorada, le incomodaba hablar del tema pero era necesario, apenas se habían dirigido la palabra desde lo sucedido, no iba a dejar que algo así arruinase su amistad.

-No pasa nada, de hecho…- no sabía cómo seguir, como explicarle lo que quería hacer – Sami- ella se giró para tenerlo enfrente –tú me enseñaste hace años que tenía que disfrutar del momento ¿no?- Sami asintió, no sabía a qué se refería, ¿que tenía que ver eso ahora mismo? –Pues eso es lo que voy a hacer ahora. Si no quieres solamente dímelo. No sé qué es lo que siento, pero se lo que quiero hacer y esto es lo que quiero hacer.

Coloco ambas manos a cada lado de la cara de Sami y la besó. Fue un beso tímido, como si con ese beso pidiera permiso para hacer algo más.

Sami se había quedado completamente petrificada, Kevin, su Kevin la estaba besando.

Al notar lo quieta que estaba, él se separó para mirarle el rostro. Sentía miedo.

Ese fue el momento en que Sami reaccionó. Quería más, muchísimo más, así que le cogió por los hombros y lo beso. Pero no era un beso tímido, era un beso de necesidad, ese era el beso que llevaba años esperando y no quería que se quedara en solo eso.

Él se lo devolvió con pasión, la cogió por la cintura y la alzo, para quedar ambos a la misma altura, eso permitió a Sami rodearle la cintura con sus piernas, no quería soltarlo y no pensaba hacerlo hasta apagar todo ese fuego que sentía dentro de ella.

Sami le quito la chaqueta, acto que Kevin agradeció porque sentía muchísimo calor. Él también se la quitó a ella suponiendo que era un sentimiento de calor mutuo.

-¿Estas segura? No te puedo prometer una relación Sami no sé lo que siento, pero quiero hacer esto, aquí, contigo- Le dijo en un susurro, era el último resto de conciencia que le quedaba y no quería jugar con ella.

-Disfruta el momento Kevin- contesto ella mirándolo a los ojos. Ella si quería una relación pero Kevin ya le había dicho que no sabía lo que sentía. Solo le quedaban tres días para estar juntos. Si esta era su única oportunidad para disfrutar de él de la manera que llevaba años deseando, no la iba a dejar pasar. A pesar de que, cuando volviera a su vida se sintiera a morir, serían los tres días más felices de su vida.

Kevin la recostó en el suelo húmedo y se colocó al lado de ella.

Se desnudaron lentamente, no había prisas. Besaron cada parte del cuerpo del otro, haciendo que la carne se les pusiera de gallina allí donde sus labios rozaban la piel.

Cuando Sami estuvo preparada para recibirlo, Kevin se colocó entre sus piernas y entro en ella. Una punzada de dolor recorrió todo el cuerpo de Sami, pero sabía que ese dolor pasaría, con lo cual no interrumpió las lentas envestidas de Kevin.

Poco a poco fueron aumentando el ritmo. Sami ya no sentía dolor, ahora era un dulce placer que apenas le permitía respirar. Cada vez que Kevin se hundía en ella creía rozar los bordes de la locura. Hasta que al final exploto, todo su cuerpo se convulsiono y dio paso a un estado de relax que nunca había sentido.