Capitulo 11- Solo el presente

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<<Se le ve destrozado. Yo le creo. Exige saber de ti>>

Esas palabras no dejaban tranquila a Sami. Las recordaba una y otra y otra vez. Le atormentaban a cada momento. ¿Qué significaba esto ahora? ¿Y que tenía que hacer ella al respecto? ¿Tendría que hacer lo mismo que hace meses y hablar con él en cuanto se enteró que la buscaba? ¿Y para qué? ¿Para volverle a decir que la dejara tranquila? Pero la cosa era ¿ella quería que la dejara tranquila?

Ya habían pasado dos días desde la visita de las chicas y desde entonces las mismas preguntas rondaban su mente. Grandes ojeras habían comenzado a aparecer bajo sus ojos. Hablaba con Edgar un par de veces al día, pero solo de trabajo.

No quería contarle esto por teléfono. Deseaba con todas sus fuerzas que volviera, necesitaba contarle esto a alguien. Él la ayudaría y necesitaba esa ayuda urgentemente. Por primera vez se arrepentía de haberlo convencido para que se quedara a dormir en la ciudad. Si hubiera pasado aquí las noches ella podría habérselo contado y no habría pasado las noches en vela.

 Las últimas cuarenta-y-ocho horas habían hecho mella en ella. Apenas había probado bocado y el tiempo que no estaba con sus hijos estaba paseando o incluso haciendo ejercicio. Pensaba que agotándose físicamente podría dormir algo. Pero todo era en vano y encima tenía ese insufrible dolor de cabeza que parecía haberse hecho crónico.

Los demás adultos de la casa ya se habían percatado de que algo muy grave le sucedía a Sami. Estaba pálida, con ojeras y apenas hablaba. Le habían preguntado que le sucedía pero ella contestaba con murmullos y monosílabos. No querían presionarla para que les contara que era lo que le pasaba. Pero tampoco querían mantenerse al margen.

La última vez que Sami estuvo en un estado similar fue el verano pasado tras volver del campamento.

Carmen ya sabía toda la verdad. Tras confesarle lo ocurrido a Edgar, Sami se lo contó a su madre. Estuvieron largo rato hablando. Carmen hizo muchísimas preguntas que Sami contesto sinceramente y también le rogo que no hiciera nada al respecto puesto que ella pensaba que Kevin debía saber la verdad. Era el padre de los niños y tenía todo el derecho a saber de su existencia. Pero Sami logró convencerla de que por el momento no era lo apropiado. Si Kevin no había querido nada serio con ella, ¿con que derecho le iba a hacer responsable de los niños?

Entonces comenzaron con la misma discusión que había tenido ya con sus amigas y con Edgar. Kevin era tan responsable como ella misma y debía saberlo para afrontarlas. Pero claro, no era necesario. Sami podía mantener a los niños sin la ayuda de nadie.

 -Sami cariño ¿me vas a contar que pasa?-preguntó Carmen. Se encontraban en la habitación de Neizan y Noa. Les estaban dando de comer y ya no aguantaba más esta agonía.

 -Nada mama, no es importante- restó importancia.

 -Si tiene importancia hija ¡mira como estas! las ojeras que tienes, has perdido peso en estos dos días ¡si es que no comes! y estás encerrada en esa cabeza tuya. ¿Qué pasa?- exigió

 -Nada importante de verdad. Solo que Laia me dijo que Kevin me buscaba, que exige saber de mí. Ja- soltó una carcajada- Ahora exige, después de todo el tiempo que estuve yo esperándole, ahora exige- con cada palabra que decía todo se iba aclarando - y yo en su momento no podía exigir, solo tenía que esperar a que el señorito se decidiera si me quería o no. Y yo esperando como una tonta. Pues ahora te digo una cosa- dijo mientras dejaba a Neizan en la cuna ya dormidito y se limpiaba las lágrimas de ira que le recorrían el rostro- Ahora el que va a esperar es él- y tras decir eso fue a hacer lo que llevaba días haciendo. Pasear.

 << ¿Quién se cree para venir a exigirme ahora? exigirme ¡a mí! Nadie, no es nadie. Nada más que un tío cabrón que jugo con mis sentimientos, me dejo preñada y me hizo esperarle durante más de un mes mientras él se "decidía" ¿decidía? ¡Una mierda! seguro que estaba mirando si encontraba alguien mejor. Pero si no lo encontraba ya estaba la tonta de Sami esperando. Pues esta tonta se ha cansado, está harta, agotada de que todo el mundo juegue con ella. Ahora es el momento de que sea YO quien juegue. Disfruta el momento Sami. Pues perfecto voy a disfrutarlo. El pasado, pasado esta y ahí se va a quedar. Bien enterrado. Ahora importa el presente y nada más. Ni siquiera el futuro. Ahora me toca reír a mi>>

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