{Narra _________}Habían pasado 5 días y le dieron el alta a Rubén, cogimos un taxi y fuimos al centro de mi agencia que había en Sevilla.
Al llegar un señor con esmoquin y gafas de sol nos recibió.
—Segidme—dijo seco.
Cogimos las maletas. Las de Rubén se las trajo el aeropuerto en segundo día en el hospital. Y fuimos al centro de hierro.
Estaba rodeado de una alambrada electrificada y a simple vista parecía una cárcel. Las paredes de hierro estaban oxidadas por el tiempo y el silencio reinaba. El hombre abrió la puerta y nos dijo que pasaramos, ibamos callados por un pasillo hasta que entramos en el despacho del subjefe, ya que el jefe de todo era Veggeta.
Entramos al despacho y un señor de más de 40 nos miró analizandonos con la mirada. Su pelo negro tenía varias canas y sus ojos azules eran todo un misterio sin resolver.
—Pasad. Mi nombre es Rodrigo y soy el jefe de este campo. Esto no es la verdadera central de la agencia. Samuel os mando aqui, este campo mílitar, para entrenaros lo suficiente para vencer a ese grupajo de cuarta. Estaran aqui 5 meses. Primero deben darme sus móviles—a mala gana se los dimos. Miro al hombre alto y dijo—Daemon, llevalos a su cuarto.
Nos levantamos y fuimos por los pasillos y subimos las escaleras, al llegar al segundo piso. Daemon nos llevo a un pasillo ancho de paredes grises y con puertas de metal. La tenuez luz de las lámparas no iluminaba mucho la zona sin ventanas, lo que le daba un aspecto cínico y misterioso que aterrorizó a todo nuestro grupito.
—Cuarto 666—nos dió unas llaves—cambiaron e ir al quinto piso.
Asentimos y,con todo el miedo del mundo, fuimos despacio por los estrechos pasillos. Llegamos al cuarto 666.El número del diablo, mierda. Y abrimos. El cuarto disponía de 3 literas a la izquierda y 6 armarios a la derecha, tenía una pequeña ventana de rejas y un escritorio pegado a la pared del fondo. Las camas eran de sábanas grises y sobre ellas había un uniforme y un papel con el nombre de cada uno.
La curiosidad me pudo. Si somos cuatro… aquí sobran dos camas.
El orden era así:
Yo y Rubén: yo arriba y Rubén abajo (no malpenseis bitches)
Angela y hombre x : Angela en la de arriba y X abajo.
Isa y mujer x: X² arriba e Isa abajo.
Sabía que eran un hombre y una mujer por sus uniformes. La mujer se llamaba Laura y el hombre, Alejandro.
Me fijé bien y a la izquierda. Donde estaban las camas. Había una puerta, la abrí y había un baño.
Constaba de una ducha, bañera, lavamanos y espejo. A parte de un botiquín y utensilios de aseo.
Este mes sería largo.
Maratón 1/5