{Narra____}
Todos nos cambiamos, el uniforme eran unas botas negras, unos pantalones verde ocuro, una camisa de camiflaje y una gorra negra. Que a Rubén le encantó y pidió que al terminar poder llevarsela. Y nos dirigimos a la planta 5 en ascensor.
Ibamos hablando sobre de quién serían las literas que sobran cuando el ascensor se paró. Por el golpe seco que dió al pararse Rubius cayó sobre mi con cara de pervertido que al darse cuenta de la circunstancia cambio a una cara de horror.
-Mierda, mierda, mierda-repetía Rubén.
-¿Qué pasa? -esta preocupada, no lo había visto así nunca.
-¡Soy claustrofóbico joder! ¡Socorro! -empezó a hiperventilar y me asusté.
-Tranquilo Rubén, saldremos-miramos y no había ningún botón de socorro, pero había una tranpilla en el techo. La señalé con el índice. -Miren, podemos salir por ahí.
Rubén de hizo una bolita y de sentó en el sueño, se empezó a poner pálido y reapiraba cada vez más forzadamente. Mi modo espía se puso en marcha y miré a todos.
-Este es el plan. Angela, mira que Rubén este bien y tranquilizalo. Isa, ayudamé a abrir la maldita trampilla-asintieron. Angela se sentó con Rubén y le susurraba cosas mientras yo me subía en los hombros de Isa.
-¿Lista?
-Sí-respondí.
Empezé a empujar la trampilla, pero era muy pesada, no podraí con ella.
-Mierda-maldecí-pesa mucho. Soy muy débil.
-Yo... yo ayudaré-dijo Rubén tartamudeando. Se levantó a duras penas y me miró a los ojos-el miedo no podrá conmigo.
Le sonreí y le besé. Nos separamos y Rubén trató de forzarla. Lo consiguió y le felicitamos, pero cayamos al escuchar un crujido. Rubén me miró alarmado.
-Sube a mis manos-obedeci y me empujó por la trampilla a fuera del acensor, así con todos. Después lo elevamos a él y estabamos los cuatro encima del acensor.
-Ahora... -dudé. Miré alrededor y las cuerdas del ascensor estaban a punto de romperse. Miré a todos alarmada y grité-¡Esto se va a caer!
Miramos por todos lados, no había salida, la cuerda se rompía cada vez más, hasta que sólo faltaba un trozo por romper. Miré a Rubén triste, corrí hacia a él.
-Rubén, lo sienti, no hay salida. Si morimos que sepas que te amo.
-Y yo-y nos besamos.
Sería nuestro triste final... ¿o no?
