Capítulo 25:

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Nos llevaban en la furgoneta. De copiloto iba el director del recinto, de piloto estaba Daemon. Atrás ibamos Rubén, yo, Isa y atrás del todo Angela, Guillermo y Samuel.

Nos transportaban en una furgoneta negra de ocho plazas y de cristales negros.

Llegamos a un… ¿parque de atracciones?  Todos salimos rápidamente. Nos pusimos en fila y con las manos en la espalda. Rubén me miró emocionado, cómo si de un niño pequeño se tratara, y le sonreí.

—Bueno sujetos, estamos aquí no sólo para divertirnos, si no para entrenar. La prueba consiste en lo siguiente: harán equipos de dos y deberán encontrar las cestas—sacó una cesta naranja y blanca con una especie de pinza, que contenía pinchos en su interior—. Llevareis un mapay cada vez que encontreis una cesta, agujereareis el mapa en la parte señalada con esto—presionó la pinza en una zona del mapa y quedaron unos puntos, nos lo enseño—. Cada pinza deja dibujos diferentes. Hay una en cada atracción, que son 10. Los primeros en terminar ganaran un portátil—Rubén y yo nos miramos ilusionados—. Los grupos son cómo quieran.—nos dieron a cada uno un papel, que contenían el mapa del recinto y una zona que ponía los números y la zona donde se debía marcar—Cuando tengan los grupos denme uno de sus mapas. 

Rubén y yo nos abrazamos al instante. Willy y Isa se miraron y sonrieron y Veggeta y Angela… peleaban de nuevo.

—¡Yo llevo el maldito mapa! ¡Me guío mejor! —espetó en voz alta Angela.

—¡Yo debo de llevar el mapa, me oriento mejor! —contraatacó Veggeta.

—¡Esto no es minecraft iluso! —se empezaron a insultar hasta que Daemon interfirió.

—Lo llevará  Veggeta—sentenció. Él enseñó la lengua a Angela, quién le dió un puñetazo—Empiezen.

Rubius y yo empezamos a correr cómo si nuestra vida tratara de ello. Paramos junto a una tienda de regalos. Saqué el mapa y miré las atracciones:

—Una pared de escalada de 50 metros—empezé a leer en alto según veía las atracciones—, una noria, una montaña rusa, unos coches de choque, un parque acuático, un cine 4D, una sala de videojuegos— a Rubén se le iluminaron los ojos—un restaurante, una atracción que no sé que es y… ¿un castillo inchable? —a Rubén se le abrieron los ojos sonriendo—. Vamos, no hay que perder tiempo.

—¡Vamos a la primera… la pared esa!

Salimos corriendo y nos paramos ante la imponente pared llena de piedras especiales para escalar, tragamos saliba al mismo tiempo.

—¿Hay que hacerlo… sin arnés? —preguntó temeroso Ust.

—Me temo que sí—sentencié después de pensarlo.

Caminamos a pasos decididos hacia la pared. Enseñamos nuestras placas de "The lost agency" y nos dejaron pasar.

—¿Lista?

—Lista.

Empezamos a subir, cada dos por tres Rubén tropezaba y reía por su cara de miedo. Ibamos por la mitad cuando vimos a Angela y Samuel escalando.

—Hola compañeros de escalada de la perdición—dijo Veggeta.

—¿Esto es muy peligroso cierto? —preguntó riendo Angela.

—Esto no es nada—dije sin preocupación y con una pequeña chispa de diversión.

Seguimos escalando mientras Samu gritaba "Esto es mejor que en minecraft" o "Vamos, dentro de poco llegaremos al tesoro de Narnia" y reíamos. Llegamos a la cima y miramos abajo, me puse pálida.

• {#1} Rubén y la búsqueda de los "Lazo rojo"•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora