|RECUERDOS|

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Ya tenían el pensadero, ya tenían los recuerdos.

Marlene destapó el primer frasco, vertió el contenido... Espero algunos segundos y los tres se asomaron a ver.

Habían vuelvo a la gran época de estudiantes, no había nadie alrededor, entonces escucharon a Sirius, luego a Peter y a Remus, este último se escuchaba muy enojado mientras caminaba con los brazos cruzados.

-He soportado sus estúpidas bromas por años, siempre les he ayudado, pero hay limites en la vida-les decía-. Cuando digo ¡No! es por que ¡No!

-Por favor, lunático-le rogó Sirius-. Necesitamos esto, es de vida o muerte-hizo un puchero.

-¿Que hay de mi? ¿Eh?-lo encaró con una ceja alzada-. ¿Acaso te has parado a pensar en mí?

-Te pagare, pide lo que sea, te dará lo que quieras-le dijo-. Juro ante la futura tumba de mi madre que te pagaré por tus servicios.

-No puedes negarte, Remus-le dijo Peter-. Si no haces esto, James quedará con el mentiroso más mentiroso, ¿Te imaginas cómo se verá en el baile?

-Me importa una verdadera mier... ¿Que fue eso?-pregunto asustado y miró por todas direcciones-. ¿Creen que el celador este espiando?

-Huy... Un prefecto rompiendo las reglas-le dijo Sirius con total seriedad-. Esto será muy mal visto. No puedes estar fuera de la cama y menos en la madrugada.

-Es un mal ejemplo para nosotros-dijo Peter-. Deberíamos irnos, pasaremos cerca del despacho de Minnie.

Remus los detuvo antes de que pudieran dar un paso más.
-De acuerdo... Tomaré esa poción ¿Pero que harán con el director?-les pregunto.

-Nah...-le quito importancia Sirius con  un movimiento de  mano-. No debes preocuparte por eso, yo lo voy a  distraer toda la noche-le dijo sonriendo

Los merodeadores le entregaron una botella a Remus, luego se retiraron por un corredor.
Y el recuerdo termino.

Marlene, James y Lily volvieron a la habitación.

-James... ¿Es por eso que bailaste con el director?-le preguntó Lily tratando de parecer sería.

-Si-le respondió avergonzado-. Quería verme importante ante ti. Todos pueden bailar con un profesor, pero nadie con un director y menos con Dumby.

-Ay mi amor-se acero a él para darle un tierno beso-. No puedo negar que es un gesto algo lindo pero no lo vueltas a hacer ¿De acuerdo?-el azabache asintió con una pequeña sonrisa.

-¿Porque Sirius guardaría un recuerdo tan simple como este?-pregunto Marlene.

-Para avergonzar a Remus-le respondió Lily-. Es material de chantaje, amiga.

La rubia suspiró y cogió otro frasco, lo vertió y los tres  volvieron a meter sus cabezas en el pensadero.

Todo estaba oscuro, era como una calle muy tranquila, ni una sola persona estaba presente.
Un perro enorme que ellos reconocieron con dificultades por lo flaco y sucio que estaba, caminaba hacia una esquina, se detuvo y miró sin pestañear a un joven que tenía las manos puestas sobre el rostro.

Lily intento ver quién era, pero se le era muy difícil, la noche ganaba.

Marlene se puso al costado del perro, lo miro con total atención, quería hacerse a la idea de que no era Canuto.

Un Nuevo Amanecer▶ Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora