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IMPOSIBLE.

Hoseok se removió incómodamente sobre el duro colchón, acomodando su mejilla sobre su delgado brazo y mirando el techo de forma pensativa.

Apenas sí había estado durmiendo esos últimos días; preguntándose constantemente cómo haría para repartir adecuadamente su pobre sueldo como mesero el resto de la semana. La escasa comida en la alacena se agotaba rápidamente, siendo una de las razones de su terrible insomnio —no la única—.

Llevaba un mes desde la noche en la que se había acostado con aquel alfa desconocido y era extraño lo mucho que su olor se había impregnado a él. Aún podía oler el aroma boscoso de aquel alfa sobre su propio aroma a fresas. Se duchara las veces que se duchara, seguía oliendo a él pese a las cuatro semanas enteras que habían transcurrido; casi como si el alfa lo hubiese marcado.

Pero no había marca alguna.

Había escuchado que cuando un omega se embaraza queda oliendo al alfa padre de la criatura incluso sin marca, pero eso era imposible, ¿no? El desafortunado y pobre Hoseok era irremediablemente infértil, ¿verdad?

Claro que sí. No cabía duda; el médico se lo había dicho... el tiempo se había encargado de dejárselo muy en claro.

Ni siquiera Jungkook, el alfa de su vida había podido embarazarlo, ¿qué le hacía creer que el alfa desconocido, al que sólo había echado un vistazo en aquel bar antes de acabar en su lujoso auto rumbo a su aún más lujoso hogar iba a dejarlo preñado con una sola vez que habían tenido un improvisado e increíble sexo sin compromiso?

Era imposible. Absurdo e imposible.

Aún recostado sobre su incómoda cama, Hoseok apretó los ojos; pese a que había estado excusándose los últimos días, diciendose que la mera idea de que estuviera embrazado era descabellada, estúpida e imposible, el sólo pensamiento de que fuera real siempre se hacía más fuerte que sus excusas, haciéndole querer sollozar y correr a la farmacia más cercana a comprar una prueba de embarazo.

Se lo repitió de nuevo: era imposible.

Si seguía a ese paso pronto moriría de hambre o tendría que dejar de pagar la luz y el agua de su apartamento para poder comprar un poco más de comida.

Y para colmo, la persistente idea llena de curiosidad de comprar una prueba de embarazo seguía molestándole. Intentó ignorarla de nuevo; no iba a gastarse su poco dinero en una cosa que seguro daría negativo.

Pero, ¿y si sí estaba embarazado?

Apretó más los ojos e intentó dormir. Tendría que trabajar duro al día siguiente, quizás, si tenía suerte recibiría un poco más de propina. No podía quedarse otra noche sin dormir por pensar en tonterias imposibles.

Qué estupidez —se dijo mentalmente.

Y a la semana siguiente no dudó en correr a la farmacia a comprar una prueba de embarazo con el escaso dinero que había conseguido ahorrar.

🐢

YoonGi despertó ante el persistente sonido del timbre siendo tocado con tanta insistencia que hizo su cabeza doler y su malhumor despertar. Se levantó lentamente de su enorme y amplia cama, y le echó un vistazo a la omega desnuda y recostada a su lado antes de ponerse el bóxer e ir a abrir de mala gana. Cruzó la sala llena de prendas tiradas por todos lados y las dos copas en las que la noche anterior había servido vino junto con la cara botella vacía en la mesa de centro, de vidrio impecable y fino. Se rascó la nuca una vez frente a la puerta y se acomodó ligeramente los mechones oscuros antes de abrir con mala cara.

INFÉRTIL ( 솝 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora