Through my blood (Starker)

3

Peter siguió caminando por el bosque negro, yendo al castillo del rey Howard, esta vez en sus dos piernas con la canasta llena de comida.

Después de enterarse que el creador de la cura que salvaría a su tía estaba muerto, se fue del castillo como fantasma mirando a la nada, caminando monótono con la mirada curiosa del nocturno desde la ventana.

Apenas llego a su cabaña en la manada, siguió pensando que debería hacer, ya había hecho todo lo posible para averiguar que podría salvar el corazón de su tía, solo quedaba esperar que Bruce pudiera hallar la cura ante el veneno que la mataba.

May le dio tremenda bofetada al verlo en la cabaña del druida, desmayado con muchos pergaminos encima. Ella no quería que sus últimos meses en ese mundo lo viera infeliz, buscando como muerto viviente alguna cura cuando ya no era posible, no quería dejar el mundo con la imagen de su sobrino demacrado y triste por causa suya.

Le grito, la trato de convencer, pero al final termino llorando en su falda, prometiéndole ser tan feliz que se le pegara como enfermedad de gripe.

Pero no fue impedimento para seguir buscando alguna solución...

Su antiguo amigo Harry, de una manada lejana, vivía entre curanderos y seres que podían salvarla, no dudo en exigirle al alfa Rogers de dejarle partir con May con los Osborns, con alguna esperanza de seguir juntos.

Por supuesto que resulto, su tía fue en camino, encadenada en la carreta indignada, y el también igual de indignado, porque no lo dejaron ir con ella cuando fue su idea.

El vampiro entro a su mente...

Le era tan curioso ese inmortal de la noche, tan perfecto, tan hermoso, tan solitario...

Debía ser triste estar en compañía de las sombras y estar oculto del sol...

Una noche se preguntó que estaría haciendo aquel hermoso inmortal, solo en ese castillo. Vio la canasta de su tía en la mesa, y la señora Jackson siempre hacia los churros en la madrugada.

Para Tony fue sorpresa ver otra vez el mismo lobo tocando su puerta, esta vez bien arreglado con una canasta llena de alguna clase de pan. Le pareció algo divertido su primera visita, pero no pensó nunca que volvería otra vez en plan de ¡hagamos un picnic! No dudo en decirle que no era posible porque era de mañana y no se pulverizaría bajo el sol, y su dieta no era comida normal.

Otra vez el niño volvió a sorprénderlo, como pedro por su casa entrando, quitando de un tirón el mantel blanco de la mesa, tirando por supuesto todo lo que había encima del suelo, disculpándose repetidamente y colocándola en el frio suelo al lado de la chimenea encendida.

Le dijo por supuesto que era peligroso hacerlo cerca de la fogata, y tuvo razón cuando un pequeño trozo de ceniza encendida voló y aterrizo en la tela, encendiéndola en fuego.

Miro como gato como el lobo corría de derecha a izquierda con el mantel en llamas, saltando por la ventana hacia el patio, lazándose en una fuente que estaba seca para su frustración, así que dejo que la tela se siguiera quemando en un lugar seguro, mientras el vampiro se reía divertido adentro.

El castillo nunca fue tan animado con la llegada de ese gracioso lobito.

-niño, ve a casa- se acarició el puente de la nariz al verlo otra vez en su puerta, en su forma animal, un lobo no tan grande de pelaje castaño claro, con un par de conejos en la boca.