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El aceite lubricaba su paso la piel lechosa del jovencito, dejándola resbalosa y pringosa. Ante la luz de la luna le saca un brillo erótico ante los ojos rojos del chupa sangre que ya no veía la hora de poseerlo.

Con ambas manos abrió las colinas de carne, la cola se meneaba nerviosa, el licántropo gruñendo por estar siendo sometido, tratando de romper las sabanas que le impedían demostrar quien mandaba al inmortal.

La entrada rugosa de presento, untada por la superficie con el aceite, soplo el anillo de carne, sacándole un temblor al lobo que pataleaba por liberarse sin éxito alguno, el sangre real no se la dejaría fácil.

-quieto- ordeno, mordiéndole una pantorrilla, sacándole un chillido al más joven.

Al ver que obedecía siguió con la inspección, acercando un dedo índice a la abertura, masajeando en circulo alrededor del ano, jugueteando con la piel de alrededor sensible y perineo.

El aire era denso, tantas hormonas revoleteando en el aire, con deseo burbujeando en ambos cuerpos.

Peter estaba tenso, rígido en la cama, con la parte salvaje a flote nerviosa porque no sería el que aparearía y dejar descendencia en el interior del vampiro, el sería el sometido.

El dedo travieso comenzó a presionar, empujando de vez en cuando, acompañado de otro vertimiento de aceite para mas lubricación. La cola se tenso en al aire al sentir como el digito se abrió paso por su interior, frotando, estimulándolo desde adentro, sacándole una dolorosa palpitación a su miembro que manchaba las sábanas blancas.

Hizo una mueca y ladro al vampiro al meter enseguida un segundo, masajeando en tijeras el anillo de músculos que apretaba y se tensaba.

-relájate o te dolerá, ¿querías esto no? Afronta las consecuencias-

-maldito...-

-maldito tu culo, esta preciosura me la follare que no podrás ni sentir el rabo- apretó la cola peluda en su mano.

Tony no esperaba la hora para enterrarse, pero debía tener en cuenta que era la primera vez del adolescente, la reproducción licántropo por lo general era brusca las primeras veces porque tienen poco raciocinio, hacerlo suave estaba fuera de discusión.

Pasada al menos una hora el lobo comenzó a ceder el orgullo y aflojar el ano, saliendo y entrando más fácil los dígitos del vampiro, que añadió un tercero para prepararlo mejor y no lastimarlo.

-estas listo- murmuro el inmortal al sentir como no daba tanta resistencia las paredes anales.

Peter aun tenia la espalda tensa, con los ojos amarillos brillantes hacia el mayor, con enojo, pero resignación.

Masajeo su erección, acercándose al jovencito acostado bocabajo contra el colchón, con la luz de la blanca luna resaltando la brillante piel tersa, como cuadro digno de Miguel Ángel, esperando la culminación del ardiente deseo.

Los haría arder en sus brazos...

Abrió las nalgas con su mano, con la otra guio la veteada erección palpitante a la entrada, frotándose contra la piel fruncida a juego.

Podría en este momento arrepentirse, acabar con todo esto y dejar que el niño tenga una vida normal, con pareja normal, unos hijos tal vez y llegar a su cabaña con la comida preparada por su mujer.

Pero sería egoísta por última vez, lo seria por esta vez, hacer suyo al jovencito que empezaba amarlo con locura, digno compañero para pasar la eternidad hasta siempre.

Through my blood  (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora