9

3.1K 328 59
                                    



La sangre era tan dulce, tan glorioso sabor como el santo grial, chupo el labio inferior del licántropo, perforándole con sus colmillos y obtener mas de esa espeso liquido que le volvía loco. Acaricio la suave espalda, tan tentadora piel, los gemidos del joven no ayudan a controlarse. El calor, las suplicas, el aroma tan dulce y afrodisíaco, los ojos tan perdidos en su celo...

Lo haría suyo...

-detente...o te empotrare en la escalera ahora mismo- gruño cuando los labios chuparon su nuez de Adam, y las garras rasguñar su fina camisa.

-no me importa...- de un solo rasgo toda la camisa blanca del inmortal, quitándole la estorbosa tela de su camino, relamiéndose ese pecho tan fuerte, los bíceps grandes, el torso de sueños húmedos, la piel pálida y lampiña, tan fría como excitante.

-¡quieto Parker!- le ordeno al ver que haría lo mismo con su pantalón.

Era un joven con mucha lujuria y poco raciocinio, le gustaba esa posesión, pero debía marcar enseguida y primera vez quien debía tener las riendas. Con los dedos apretó la nuca del licántropo, dejándolo inmovilizado y gimiendo en sumisión, un truco que había aprendido hace años. Paso sus brazos por debajo de las jugosas nalgas y muslos, Peter enredo sus piernas en las caderas del mayor, restregándose contra el abdomen.

En una ráfaga de viento apareció en sus aposentos, empujando bruscamente al niño a la cama que los esperaba. Un chasquido de dedos y las velas se encendieron, aportándole el ambiente intimo para la ocasión.

Tony se deleitó como Peter destruía sus pantalones, liberando su cola que se meneaba, tan peluda y tierna, las increíbles piernas tornead que deseaba marcar con mordidas, finalmente la erección de campeonato goteante. Los ojos amarillos brillantes lo miraban con hambre feroz, las orejas encima de su cabeza paradas, y los colmillos rompiendo los labios listos para morder.

-quieto- prendió sus ojos sangre, con voz de autoridad al ver que se saldría de control y se lanzaría a darle caza.

El lobo lo reconoció como dominante, cumpliendo apenas la orden, quedándose sentado, con la ansiedad a flor por aquel precioso hombre.

Tony sonrió, desabotonando sus pantalones tan lento como caracol, jugando con el borde, mostrándole un poco del pubis.

-joder, ¡quítate esa porquería ya! - se iba a lanzar de nuevo.

-¡quieto! ¡obedece Parker! - sonó autoritario.

Un lobo tan joven y en celo era difícil de controlar, si no ejercía autoridad Peter sería el dominante y su parte salvaje comenzaría a comerlo con el tiempo, no es que no le interesara ver esa parte, pero prefería mil veces el chico dulce que se enamoró.

El lobo a regañadientes obedeció, bajando las orejas, pero removiéndose en su sitio, meneándose en el colchón.

Decidió no torturarlo más, se quitó sus pantalones y ropa interior, quedando desnudo ante el joven que ardía en pasión, viendo a maravillado la obra de arte que tenia en frente de sus ojos.

Tony se aproximo a la cama, arrodillándose ante el lobo que no dudo en atacarle la boca. Tony correspondía lo más que podía el torpe beso, siseando un poco ante las garras que rasguñaban su piel. Gimió al sentir como se separó de él y clavo sus colmillos en su hombro, posesivo y demandante.

-mío- gruño, dándole otra mordedura del mismo calibre en el otro, manchándose la boca de la sangre del inmortal, deslizándose los hilos rojos por sus brazos, manchando las sabanas blancas.

Rio cuando el licántropo lo empujo fuerte para quedar acostado bocarriba en la cama, a merced del depredador. El niño no perdía tiempo, siguió marcando la piel perfecta del frio, desde el pecho, dando lamidas pasionales en sus pezones, mordiendo las costillas, crujiendo un poco los huesos y abdomen, bajando poco a poco, construyendo un camino de marcas para asegurarse que le perteneciera, emanando la sangre del inmortal por todas las heridas, haciendo un desastre rojo en su cuerpo.

Abrió las piernas del vampiro, deseo por comenzar la penetración, lamiendo los muslos pálidos de su compañero.

-eso sí que no...-

Chillo el sentir de nuevo ese apretón de dedos en su nuca, inmovilizando su cuerpo. Miro enojado al vampiro, no le gustaba para nada.

-es por tu bien nene- murmuro.

Se disculparía después, aplasto el rostro del mas joven contra el colchón, sin apartar el agarre en la nuca. Se hecho encima del cuerpo esbelto del niño, inmovilizándolo y sin oportunidad de volver a tomar el control, sometiéndolo.

El lobo se removía, no gustándole la pose sumisa, gruñéndole al vampiro por someterlo.

Definitivamente estaba ido por el instinto...

Seria enfermo como gratificante someter esa fiera, no solo debía enlazarse con Peter, también se está uniendo con el lobo en su interior, y debía mostrarle quien mandaba.

No quería que sonara a violación, pero si no se quedaba quieto tendría que recurrir a métodos más drásticos para inmovilizarlo.

Liberando una mano, rasgo las Cortinas de la ventana, partiéndola en dos trozos gruesos, se sentó encima de la espalda del joven, agarrando una de sus muñecas con fuerza la amarro al cabecero de la cama ante el forcejeo, lo mismo hizo con la otra, quedando atado bocabajo, con la mirada amarilla enojada mirándolo.

-no me mires así, muy pronto te gustara, te lo prometo lobito-

en un parpadeo fue a la cocina, abriendo la repisa y extraer el aceite de oliva virgen en un vial, volviendo a la habitación como rayo, listo para acto.

Se arrodillo al lado de Peter, dominado por el lobo que se removía de las ataduras. Su mano callosa acaricio los cabellos castaños, dándole un consuelo, los dedos masajearon las orejas peludas de su cabeza, descubriendo un punto erógeno al escuchar un gemido.

Siguió las caricias, deteniéndose en el cuello lechoso, tanteando con el índice aquella vena que muy pronto le clavara el colmillo, saciándose del liquido vital de su chico. Se agacho a la espalda, pasando la punta de la lengua por toda línea de la columna vertebral, estremeciendo al lobo que se quedo quieto. La cola peluda que sobresalía en su parte baja de la espalda la tomo, acariciando el fino pelaje castaño claro, peinándola y apreciándola. Le dio un leve apretón, como resultado el adolescente arqueo la espalda, con ojos abiertos en placer.

Los glúteos de manzana le llamaban, listos para morderlos. Se miro por un momento su cuerpo, lleno de sangrantes mordidas y rasguños...

Si esto era posesivo, Peter no tenia idea de cuanto podía ser el...

Se acomodo, sujetando las piernas pataleantes rebeldes, quedando frente a esas colinas de carne. Unos tiernos besos fueron dándole, el lobo apretó sus garras contra las palmas, deseando liberarse y montar al vampiro.

Chillo al sentir unos dientes clavarse en el costado de un muslo, sacándole un torrente de sangre que lamio gustoso el de barba, le siguió otra mordida sangrante en el otro, bajando hasta las pantorrillas delgadas, rompiendo la lechosa piel.

-¿se te acabo la rebeldía?- arqueo la ceja al ver que ya no pataleaba, pero la mirada brillante en su persona le indico que aún había una llama de salvajismo y a la mínima oportunidad el seria el follado.

Suerte con eso...

Destapo el vial, derramando directamente el aceite encima de las nalgas de Peter, deslizándose el líquido lentamente más abajo, lubricando y pringando a su paso.

Ahora venia la parte divertida...



bueno, ahora mismo se han presentado dificultades personales, este fic se ha extendido mas de lo que crei, solo quedan dos caps más para terminar, pero no seran publicados hoy y mañana, si no para la proxima semana,  he estado incumpliendo con las demas obras. 

Through my blood  (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora