«ρяιмεя cαρίтυlσ»

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"𝒄𝒐𝒎𝒑𝒐𝒔𝒊𝒕𝒐𝒓"


ᴾˑᵒˑᵛ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ ⁽ᵖᵃˢᵃᵈᵒ⁾


Otra noche desvelado.

Odiaba tanto la universidad, era tan duro perseguir mi sueño.

Cada día, más trabajos, más dificultades y más tiempo gastado. Era estresante, incluso para mí, un adolescente que odiaba las fiestas y las quedadas, era demasiado trabajo.

A mí me encantaba crear canciones, era y es mi pasión, pero me gusta perfeccionar todo y no podía hacer una canción perfecta y con buenas referencias en cuarenta y ocho horas. Creo que es entendible. Todo ser humano necesita descanso, no somos máquinas de trabajar y también queremos divertirnos. No todo era tan fantástico como pensaban los malditos profesores al mandar tanta tarea, no era todo felicidad. Se trataba de un momento de desesperación mientras el programa de composición de bases musicales se guardaba, ya que tardaba lo que parecía una eternidad en producirse y guardarse. Me tiraba horas y horas mirando solo una rueda dar vueltas y un por ciento avanzar muy lentamente. Tan lentamente que a veces sentía que mis párpados eran pesados metales que necesitaban caer sobre una superficie por la obvia fuerza de la gravedad.

Salí de mis pensamientos. Maldita sea, ya eran las siete y media, llegaría tarde a la universidad si seguía analizando lo injusta que era la educación. 

Volví a mirar el despertador, con el pequeño calendario al lado suyo.

13 de octubre.

Se sentía como un día especial, pero no lo era, o por lo menos no lo fue ese año.

Cogí mi suéter negro, un pantalón vaquero que encontré en el armario, una pequeña bufanda color crema y coloqué en mis pies mis zapatillas deportivas. ¿Por qué tenía ese raro presentimiento? Parecía como si me estuviese perdiendo algo, algo importante. Pero decidí ignorarlo. Agarré las llaves de mi apartamento y salí por la puerta, revisando algunos mensajes de Namjoon. 

"Lo dejé con Sarah, no tenía sentido, yo no la amaba."

Leí, y algo en mí sintió pena por mi amigo, siempre que salía con alguien siempre era por no decirle que no, el de pelo blanquizo no sentía ningún tipo de atracción hacia aquellas chicas que tanto lo amaban.

"¿Qué es lo que hago mal?No puedo amar a ninguna chica, y no es por halagarme, pero todo el mundo se enamora de mí."
"Me siento terrible."

No sabía como responder, mi última relación... no, eso no fue nada, solo era una obsesión, eso fue. No fue nada. Nada ¡¡Nada!!

Me paré un segundo a inspirar aire, sentía de nuevo esos gritos horribles en mi cabeza. Esos recuerdos. Su cara, esa expresión que odiaba.

Lo odiaba, así que puse mi mente en blanco para viajar del pasado al presente. Le respondí con un simple "No salgas con ellas, diles que no, así dejarás de dañarte, a ti y a ellas. Acepta que no te gustan las chicas, no sabes lo que te gusta, pero no las chicas".

Di un gran suspiro y corrí hacia las puertas de la universidad, maldición, llegaba tarde. No debí haberme puesto a recordar. Me encontré con E'Dawn y Mark en la puerta, los saludé con un simple signo, dejándolos así muy extrañados. Noté como sus miradas no se apartaron de mi hasta que crucé la esquina para llegar a mi clase. Mientras corría apresuradamente hacia el lugar, escuché a Hyojong soltar una pequeña carcajada, y me hizo sonreír, a saber lo que estaba imaginando el rubio como para pensar que corría a por algo extraño y reírse de mí.

【Tal vez ...】 «Yσσимιи»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora