La inseguridad se plasma en ojos prejuiciosos al rededor del cuerpo.
Miradas catastróficas que te hacen cuestionar quién eres y cuál es tu proposito.
Te hacen mirar al suelo porque no soportas esas miradas curiosas en ti.
La inseguridad, cuando llega a un grado incontrolable, transforma tus pensamientos en humo que es dañino para tu salud.
Te vuelve dependiente del espejo y productos de belleza.
Todo tipo de miradas estan dentro de la inseguridad, e incluso, todo tipo de pensamiento.
Y seguirá su curso hasta matarte y matar tu mente y pensamiento. Lo que alguna vez pensaste que eras.
Dejemos de ser inseguros y amemos a nosotros mismos.
Dejemos de juzgar y mirar mal.
021118
