Jimin la había besado, de nuevo, en su coche Y le había fascinado. Se tocó los labios que aún latían por la voracidad del momento. Sonrió.
¿Cuándo alguien la había hecho sentir así? Nadie, jamás, ni en sus más salvajes sueños. Ni sus anteriores novios, ni mucho menos Jin. Le encantaba el sabor de Jimin, la brusquedad y la necesidad con que la había tomado sobre su regazo, porque ella se sentía igualmente ansiosa. No encontró su cartera, pero había conseguido algo mejor, algo con lo que había soñado desde hace días, semanas. Un beso de boca de Jimin.
Salió de la camioneta. Y se aseguró de dejar la puerta bien cerrada. No supo cuánto tiempo estuvo en el carro pensando inmersa en un trocito de felicidad, tan única como la que no sentía hace mucho. Volvió al ruido y las luces del lugar. A cada paso que daba hacía la mesa donde estaban celebrando se mentalizaba en aguantar un rato más a Jin que se estaba pasando con el licor. Buscó a Jimin entre las cabezas sentadas y alrededor de la mesa, pero no había nadie.
-Te demoraste.- Jin cruzó un brazo por encima de sus hombros.- ¿Estás bien?
-Sí, Jin.
-¿Por qué nunca me dices amor o algo así?- _______ abrió los ojos mucho, pensando en algo que decir.- A veces eres tan fría conmigo.
-Sí lo hago. Estás bebiendo mucho y no lo recuerdas ahora, ca-cariño.- Jin sonrió como un niño pequeño.
-Guapa.- Susurro arrastrando las palabras con dificultad.- Te amo, guapa.- Ella solo asintió. Jim siguió con su copa y charlando con sus invitados.
Ella volvió la vista a la multitud, en su búsqueda por Jimin. Vio por todos lados, recorrió el lugar con la mirada varias veces, hasta que lo encontró Y no estaba solo. Una rubia meneaba el trasero en su entrepierna y le decía algo cercano a la boca. Él le sonreía y se juntaba más a ella. Algo en _______ se rompió. ¿Qué hace que la había besado y ya estaba con otra? Rió irónicamente y se gritó Tonta. Jimin miro hacía la mesa y la descubrió mientras lo observaba. Se imaginó la cara de idiota derrotada que debía tener en ese momento. Él paró de moverse con la rubia y se quedó viéndola también. Le dijo algo y la separó de él. Ella al final miró hacia otro lado, tratando de contener las lágrimas.
-Ya me quiero ir.- Le musitó a Jin.
-¿Por qué?- Preguntó confundido.- ¿No te diviertes? ¿Quieres algo en especial?
-No, Jin. Solo estoy cansada.
-Vuelve a decirme cariño, por favor.- Tomó aire mientras los ojos le escocían.
-Por favor, ca-cariño.- No podía sonar más falsa. Él sonrió de nuevo y carcajeo.
-Dame media hora más de diversión. Y tengo una idea de lo que puede ser mi regalo de cumpleaños.- Puso una mano en la rodilla de ella y la subió hasta el borde de su falda. _______ con manos agiles la quito de ahí.
-Quiero ir al baño.- Se levantó y prácticamente corrió a los lavados. Suspiro aliviada al ver que había una fila considerable.
Se recostó en la pared y esperó y esperó hasta que fue su turno. Ya adentro se miró en el espejo, y se vio miserable. Como si en los últimos tres meses hubiese ganado diez años más. Se sentía incapaz de sonreír y solo lloró. Su maquillaje se escurrió un poco y no le importó. Logró sacar una porción de la frustración, de toda la tristeza que tenía adentro. Tristeza que tenía nombre en ese momento Jimin. Ella se había ilusionado con algo más y cayó al suelo recibiendo un golpe de muerte. Lloró otro rato hasta que alguien comenzó a golpear la puerta. Tomó toallas de papel y se limpió la cara y los ojos quedando lo mejor posible. Solo que sus ojos rojos le delataban. Salió y se encontró de frente con la rubia que acompañaba a Jimin anteriormente. Era guapa, y ella a su lado era insignificante. Ahora entendía todo y solo se sintió peor. Caminó hacía la mesa y ahí estaba él. Lo ignoró por completo y se sentó junto a Jin.
-¡Ey!- Él la abrazó.- ¡Te extrañé!
-Gracias, Jin.
-¿Y tú a mí?- Recostó la cabeza contra la de ella.
-S-sí Jin, mucho.- Mintió.- ¿Ya nos vamos?
-¡Campeón!- Le gritó a Jimin que estaba sentado al frente de él.- Mi chica se quiere ir ya. Vamos-. Jimin asintió y se puso de pie. Cruzaron una pequeña mirada y ella desvío rápido los ojos hacía su prometido.
Jin se despidió de cada uno de sus invitados, llevándola de la mano en cada uno de sus movimientos. Pudieron salir al fin del gentío y caminaron hacía la camioneta. Jimin se sentó en lugar del piloto y _______ le abrió la puerta a Jin que a duras penas podía sostenerse en pie.
-Quédense esta noche en mi casa.- Dijo Jin enredadamente. Jimin arrancó el coche.- Es muy grande y no quiero estar solo. Hoy no.
-Yo creo que es mejor que llegue esta noche a la mía. No creo que a mi padre le alegre la idea de que duerma afuera.- Jin chasqueó la lengua.
-Luego hablo con él. Y tú Park te quedas también. Te dije que no era necesario que arrendarás un pliso para ti.- La capacidad de articulación de Jin había disminuido y para _______ era más difícil comprenderle. Aunque sabía que solo divagaba.
-Como digas, bro-. Jimin seguía mirando hacía al frente, concentrado en el camino.
-Y tú puedes dormir conmigo.- Jin mordió la oreja de la chica y ella dio un respingo tratando de alejarse.- ¿Te gusta, eh? Puedo hacerte eso muchas veces y otras cosas esta noche.- Puso una mano sobre sus piernas y la otra en su cintura subiéndola torpemente hacía uno de sus pechos. Ella se alejó a tiempo.
-Jin, por favor. Las manos quietas.- El rió, y trató de acercarse una vez más a ella.
-¿Por qué? Si es por Jimin, no te preocupes, él no nos está prestando atención. No nos oye, no nos ve, no nos escucha. A él no le importa. ¿Cierto, campeón?
-Ajá.- Respondió él sin desviar su vista del camino. Eso era lo que pasaba, ella no le interesaba para nada a él. Y se sintió peor aún
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El padrino de la boda (Jimin y tu)
Romance_____ esta por casarse con el hombre perfecto, querido por todos y admirado por su familia. Todos están emocionados por el casamiento mas que la propia novia. Todo porque en su cabeza su futuro esposo aparece mas como un hermano, un amigo cercano. N...