Capitulo 15

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Había estado con Jimin. Sonreía como tonta mientras su cabeza reposaba en el pecho de él. Una sensación de satisfacción y felicidad la embargaba. Había sido dulce y cuidadoso con ella. Su corazón latía emocionado y extasiado como lo estaba todo su cuerpo. Tenía ganas de brincar sobre la cama, pero no quería interrumpir el momento, él estaba con ella, acariciando su cabello con delicadeza.

 -¿Qué hemos hecho?- Susurró distante, como si se reprochará internamente, como si luchara con mil demonios, él solo, todos a la vez.

 -Te quiero.- Tenía que decirlo y sonrió, así lo sentía, esa era la verdad.

 -Tú no puedes quererme. Esto fue un error.

 -No me arrepiento de nada.-. No se acobardó por sus palabras, sabía que él estaba conmocionado. Levantó la cabeza y lo encaró.- Y te quiero.- Él acarició su mejilla con el dorso de la mano.

 -Nena, no lo digas. Por favor, no.

 -Te quiero.- Repitió ella tercamente y sonrió. Él se dio por vencido y le imitó- No quiero a Jin, te quiero a ti.

 -Ven aquí.- Estiró el brazo llamándola a recostarse sobre él. Ella lo hizo contenta. De nuevo el cálido silencio y la tranquilidad los envolvió. Él beso su frente varias veces, mientras suspiraba. Hubiese pagado millones por saber sus pensamientos.- ¿Cuántos años tienes?- Preguntó al rato.

 -Hmmmm, veintidós.

 -Aún eres muy joven.- Se hizo el silencio de nuevo.- ¿Y por qué bueno tu seguías siendo virgen?- Preguntó él con cautela. Ella soltó una risita.

 -¿Debe existir alguna razón?

 -Si es una mujer linda como tú Sí, nena, debe existir alguna.- Ella se mordió el labio, nerviosa. Él pensaba que ella era linda y sintió mariposas revolotear en su estómago.

 -No había llegado el indicado.- Puso la mano en el pecho de él. Jimin se tensó bajo sus caricias. La idea de que esa noche pudiese ser la única que estuviera con él le agujeró el corazón. Tomó valor, respiró profundamente varias veces.- ¿Podemos hacerlo otra vez?- Ella se levantó antes de que él dijera algo y comenzó a desnudarse. Él seguía cada uno de sus movimientos. Se sacó su vestido por la cabeza y se quitó el sostén y las bragas rasgadas. Gateó en la cama hasta él, mientras la miraba con reserva.

 -Linda, no creo que sea buena idea.- Ella se cernió sobre él.

 -Una vez más, piel con piel.- Jimin suspiró y al final asintió lentamente.

 Ella le ayudó a quitarse la ropa, disfrutando del calor que emanaba de su cuerpo. Cuando lo tuvo desnudo recorrió su cuerpo, maravillada. Era hermoso, solo músculos y trazos masculinos. Olía bien. Él sonrió cuando la vio examinándolo y ella sintió el rubor en sus mejillas.

 -Yo también me sentí así cuando te vi desnuda.- Trató de tranquilizarla.

-Lo siento.

-No, es normal. Me agrada que me mires así porque yo siento lo mismo. Ven, acércate.- Ella tomó la mano de él siguiendo su invitación de sentarse a horcajadas sobre su estómago.- Así te quería ver. Eres hermosa ¿lo sabes?- Ella negó con la cabeza.- Bueno, entérate. Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida.- Ella se derritió con sus palabras y sonrió.

 -Gracias.- Miró hacía su fuerte vientre.

-No me agradezcas por decir la verdad. De hecho, soy yo el agradecido porque me dejes verte de esta manera. Soñé mucho con esto.- Él estiró una mano y la pasó por la cabellera de ella, luego la bajo por el contorno de su seno y la posó en la cadera. _________ se sentía en las nubes. Cerró los ojos disfrutando y rogando porque no fuese un sueño.- Creo que también te quiero.- Musitó él tan bajo que ella pensó que había sido su imaginación. Abrió los ojos y se encontró con su mirada seria.- Debo de quererte para arriesgarlo todo por esto.- Ella se reclinó sobre él y lo beso.

 Jimin la instó a bajar hacía su entrepierna hasta que sus sexos se rozaron. ___________ gimió. Él la empujó suavemente para que quedara sentada. Se elevó un poco y tomo un seno con la boca. Ella siguió rozándose con él y gimiendo. El sabor de la inocencia se escapó de boca del chico. Cambió al otro seno, lo succionó y mordió de la misma manera que el anterior. Ella se mordía los labios en un intento desesperado de no gritar. Nada podía ser mejor Falso, sí podía mejorar Necesitaba tenerlo adentro. Buscó torpemente la manera de introducirlo en ella.

-Tranquila nena, despacio.- Él la miró dulcemente.- Tómalo con la mano.- Ella sintió el rubor en sus mejillas.- Quiero que lo hagas tú, porque así estaré seguro que iremos a tú ritmo, por si aún duele No tienes que hacer nada que no quieras.- Ella asintió y con timidez agarró el miembro de él. Poco a poco lo fue insertando en ella. Se sentía más que bien Desorbitante.- ¡Ah!- Gimió él. Ella supo que no lo estaba haciendo mal, y se sintió complacida. Ya casi iba en la mitad. Bajo lentamente, y solo sintió una pequeña molestia. Luego ella ya se había llenado por completo de él.

 -¡Oh, Jimin!- Gimió ella. Ahora la llenaban unos deseos animales de mover las caderas, imitando los movimientos que hacían cuando se rozaban.

 -Muévete, linda.- _________ se asombró. Era increíble la conexión que tenía con él para que adivinara justo lo que ella quería en ese momento. Inició lento.

 -¿Así?- Preguntó con timidez.

 -Como tú quieras.- Ella agitó la pelvis, más rápido, más fuerte.

 En ese momento quería gritar hasta rasgarse la garganta. Jimin la tomó de las caderas y la acopló a su ritmo. La fricción era deliciosa, la presión en el bajo vientre casi insoportable. Su carne latía y sentía la piel de gallina con cada movimiento. Él la miraba fijamente, sin dejar de guiarla. Su cuerpo tembló de nuevo, estallando en un éxtasis intenso. Como pudo se sostuvo hasta que él acabó también. Su líquido caliente la llenó de nuevo. Se recargó en su pecho con la respiración agitada.

 -¿Sabes que esto tiene que acabar acá?-De repente ella quiere explotar en llanto. Lo sabía, claro que lo sabía. Esto tenía que quedar en su cabeza como el más bueno de los sueños.

-Lo sé, solo que no quiero.

 -Yo tampoco.- Dijo él con voz ronca.- Iré al infierno por esto. Pero tenemos que parar. No está bien. Esto es

 -Prohibido.- Musitó ella al borde de las lágrimas. Se paró del pecho de él y se alejó a regañadientes de su cuerpo.- Mejor me voy.- Salió de la cama y recogió la ropa en el suelo. No miró atrás cuando dejó la habitación.

El padrino de la boda (Jimin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora