Why [Tom Holland y tú]

II. La boda [Parte 1]

Principios del 2017.

-Mamá, este vestido está muy apretado- dije apareciendo en el salón.
-Es mi turno ahora con mamá- me soltó mi hermana pequeña ya que mi madre estaba peinándola-. ¡Auch!- dijo cuando mi madre le tiró un poco del cabello al hacerle una trenza.
-¿Qué sucede, cariño?- me preguntó sin dejar de mirar el pelo de mi hermana.
-¡El vestido! No me gusta, no me siento cómoda- expliqué y entonces ella levantó la vista hacia mi-. No sé que ponerme, ¿Qué me pongo?- dije nerviosa, pues iba a ir a la boda de Lizbeth, una muy buena amiga de mi madre y era un evento importante para mi familia.
-He elegido tu ropa cada día desde antes de que saliste de mi vientre, si no te gusta el vestido, elige tú algo. Ya estás grande- soltó y siguió con mi hermana; Olivia me sacó la lengua y sonrió con suficiencia.

Mi madre no solía ser así de fría, en realidad, todo lo contrario: ella era muy amorosa y estaba al pendiente de nuestras necesidades todo el tiempo. Pero aquel evento la tenía estresada, eso y el hecho de que tenía que ocuparse de arreglar a todos los hijos que aún vivían bajo su techo.

-¡Agh!- articulé molesta y comencé salir de la casa en dirección a mi coche.
-¡Auch!- se quejó Liv, seguro mamá volvió a tirar su cabello accidentalmente.

Ya me había arreglado hace bastante, me había maquillado, peinado, la ropa que fue lo último que me coloqué en mi casa. En aquel entonces sentí el vestido muy ajustado, pensé que si lo usaba unos minutos se pasaría aquella sensación, mi cuerpo se acostumbraría al vestido o viceversa, pero no. Fui a la casa de mi madre, pues todos partiríamos desde allí hasta el salón donde se festejaría la boda, pero ahora estaba pensando en volver a mi casa para buscar otra cosa que ponerme. Mientras conducía hasta mi casa, que por suerte no quedaba lejos, repasaba mentalmente mi armario.

¡No sabía que ponerme!
¡No podía ir con esto! ¡Y no podía ir desnuda!
¡Y ni hablar de no ir...!

Revisé todo mi armario, literalmente lo di vuelta, tiré todo la ropa que no me pondría en el piso y en la cama hasta que quedaron montañas de prendas que no me dejaban caminar.
Miré la última prenda que quedaba en el armario, era un conjunto rojo elegante que usaría para la premier de "The Mummy" que era en tres días. Me había costado mucho decidirme por él, fue el primer vestido que elegí sola, no me lo podía poner para el casamiento y luego elegir otro para la premier, ese era perfecto.