Why [Tom Holland y tú]

X. Sensaciones extrañas

There's nothing holding me back salía por el altavoz de mi celular despertándome, quise dejarla sonar porque era una de las canciones que más me gustaban, sin embargo detuve la alarma y me di vuelta para seguir durmiendo.

Estaba cansada, mucho; anoche había vuelto cerca de las tres a.m. y había colocado la alarma para las ocho para comenzar a empacar. Sin embargo, no creo tener las fuerzas suficientes para levantarme, las ganas de seguir con mi siesta sobrepasan cualquier otra cosa.

Pero la alarma volvió a sonar y noté que sería imposible volver a dormirme, sin importar que tan cansada estuviera mi mente y mi cuerpo. Así que a rastras me levanté, chocándome con algún que otro mueble llegué al baño, tomé una ducha para despertarme y así mis ojos ya no estuviesen pegados.

Me vestí, maquillé mis terribles ojeras y salí de casa por un buen desayuno. La primera parada fue la farmacia, pues la resaca existía y estaba acosando mi cabeza y la acidez mi estómago. Luego paré en McDonald's, ¿Por qué? Se me antojaba una hamburguesa en mi desayuno, pero me decepcioné cuando me informaron que las hamburguesas solo se vendían a partir de las diez, antes solo hay Mc desayunos. Me cagó en los Mc desayunos.

De todas formas compré algo: cuatro Mc muffin de huevo y lomo y dos cuernito con jamón y queso. Luego pasé por Starbucks ya que hacían mis cafés favoritos y yo sin un café no puedo empezar mi día, compré un cappuccino irlandés.

¿El problema en todo eso?

Me giró luego de pagar, lista para irme pero alguien aparece enfrente de mí y vuelco mi café sobre él.

¿Él, quién?

Él, Tom Holland.

Entonces recordé una conversación que tuve con él ayer: "Por fin habíamos salido del agua después de que mi equipo venciera al suyo...

Bueno, no, no ganamos, pero traté de pretender que si porque Tom no dejaba de burlarse de mí.

—No te enojes —dijo pinchándome con un dedo.

—Ganamos —dije borde.

—No es cierto —soltó y lo miré mal—. No es mi culpa que seas una mala perdedora, _______ —volví a mirar molesta a mis pies que tocaban ligeramente el agua de la piscina ya que estábamos sentados en el borde—. Ya, ok. ¿Declaramos un empate?

—¿Hablas en serio? —dije mirándolo nuevamente.

—Solo si me respondes algo —me explicó y yo fruncí el ceño.

— ¿Qué cosa? —pregunté curiosa.

—Ehh... —él miró hacia otro lado evitando mis ojos—. He tratado de decirlo todo el tiempo durante el juego, pero no tenida ni idea de cómo articular la frase con un "Yo nunca" adelante... —Tom suspiró y yo me quedé expectante esperando la pregunta—. ¿Tienes novio?