Why [Tom Holland y tú]

XIV. Los gemelos

Al llegar a mi apartamento me metí directamente en la ducha para limpiar de mí todo el sudor. Salí, me sequé y me cambié, esta vez quise mimarme un poco con un lindo atuendo de ropa, así que me tomé mí tiempo para elegir un lindo outfit:

Pensé lo mismo del maquillaje, sin importar que me lo tuvieran que sacar por otro a la hora de filmar, ya que maquillarme me hacía sentir en paz y desestresada, por lo que con todos los elementos arriba de la mesa (brochas, polvos, brillos, iluminadores, bronceadores, el high lighter, labiales, el primer, la base, el rubor, la máscara de pestañas, el rizador, sellador, los delineadores de ojos y labios) comencé a probar tonos que quedaran con mi ropa, con el día, la ocasión e incluso la estación del año:

Vaya, no me había dado cuenta que había aprendido tanto de maquillaje hasta hoy.

Una vez lista, tomé mi bolso y mi celular para bajar a la cochera y subirme a mi auto. No tenía ni un poco de ganas de cocinar, si bien era algo que también me relajaba, no estaba de humor y además me sentía cansada así que seguramente todo se me quemaría y yo terminaría de peor humor.

Y odiaba lavar los platos; por lo que me decidí en que ir a Burger King y comerme una súper hamburguesa sería mi salvación de este espantoso día.

Me terminé la hamburguesa y las papas en el local, pero aún tenía gaseosa en el vaso de plástico así que en vez de tirarlo decidí llevármelo, aunque en el camino hacia mi auto vi el cartel de los helados y no pude resistirme.