El Vínculo Entre Nosotros. (Borradores Pq No Sé Si Terminaré Este Proyecto).

Sólo me deje llevar...

Embelesados en la mirada del otro, casi viciados en el leve vals que ambos estaban ejecutando se enfrascaron en un mundo tan dulce como una sonrisa de ternura, cada paso marcado por el compás de un traspié jocoso y una leve risa iluminando ambos lienzos de un romántico color carmín, "Al demonio los límites, la razón...LAS DUDAS...Seguiré a mi corazón", pensó Aiden al mismo tiempo que se preguntaba lo que pensaba Gaith. "Mi mente está en blanco" pensó su compañero al darle una sutil vuelta intentando evitar las mesas y libros que se encontraban repartidos por una tercera cuarta parte de la habitación.

El elfo dejándose llevar, junto su frente con Aiden y soltó un suspiro, el contrario cerro sus ojos mientras con sus brazos rodeaban el cuello del contrario. Sentía que las estrellas rotaban a su alrededor y una calidez en forma de mariposas se acogieron en su estómago. Sus latidos empezaban a bombear sangre cual chita persiguiendo su presa. En este momento Aiden era la presa.

Gaith atolondrado por el ambiente puso su callosa mano en el mentón del menor y al ver que a este no le incomodaba empezó a dibujar pequeños círculos con su pulgar. Sus ojos estaban anonadados observando cada detalle del rostro del chico tuerto, según él lo apodaba, y ahogado en el insistente impulso de romper el silencio alejo su cabeza haciéndolo abrir los ojos, con una mirada determinada, había decidido decirle, tenía que hacerlo.

"Le voy a decir lo que siento"

-¿Aiden?.- Soltó con una voz ronca, Aiden se limitó a contestar con la mirada, "Dime".

-Yo creo que- Fue rápidamente interrumpido cuando el peliverde aparto de una manera osca al elfo.

-E-espera, yo...

"Que se jodan todos, sé que ahora la voy a cagar"

Entonces con una efímera timidez lo besó, el universo explotó. El vaso se ha derramado al fin y ya no hay nada que detenga esta catarata de impulsos y deseos. Al fin sus alas los hicieron volar y sentirse más ligeros, la pesadumbre de guardar en una cajita de pandora sus sentimientos había desaparecido. Ambos sintieron que la vela se estaba incendiando, ¿Y por qué no echarle mas fuego?, ya estaba incinerándose, no podía suceder nada más. Las mejillas de ambos estaban peor que la nariz de Rodolfo el reno con un resfriado en pleno invierno. A pesar de que no había sol, ambos pensaban que se iban a desmayar de una insolación de decimoquinto grado. "Bueno, eso ya es demasiado dramático"

Por un momento se olvidaron de los reinos, de Khadae, Mayren, los ángeles, los experimentos, los Ojos malditos. Estaban ellos dos, solos con un son melifluo resonando en sus cabezas, la mano de Gaith divago hacia el cabello de Aiden y se detuvo al tocar el hilo que sostenía su parche " Esto estorba..." pensó. Aiden le dijo que realmente no tenía un ojo ausente, entonces no había problema si lo retiraba mientras ambos danzaban con los cuerpos rozando y el aire meloso cantando en un tono tan quede que apenas escuchaban el siseo de sus eses, el mas bajo recargo su cabeza en la del otro mientras un problemático nudo era retirado con una sola mano, mientras se aflojaba los labios de ambos chicos acortaban distancia, entonces el parche cayo, la mirada lasciva de Aiden, al sentir aquel casto beso, choco con los ojos verdes de Gaith, entonces era sólo él, los ojos esmeralda que siempre mantenían ese brillo desaparecieron, el mas chico estaba mareado, abrió los ojos al sentir el vació que su parche había abandonado en su cabeza, Una sensación cercana a un baño de agua fría con un dejo de pánico lo devolvieron al presente. Algo terrible estaba sucediendo...

-Eh...¿Gaith?- La cara del sueño de este nombre estaba confundida, dejo caer los brazos que antes estaban aprisionando a Aiden y desorientado miro a la persona que se encontraba frente a él. No hubo respuesta.

-¿Gaith?

-...

-¿Gaith?

-...

"Mierda, no..."

-¡¿Gaith?!.-Subió la voz

"Maldición!"

-Tú...

-¡GAITH!.- Vociferó

-¿Quién eres?, ¿Yo te conozco?

No pudo, no después de lo que sucedió hace unos momentos, no después de todo lo que vivieron, El agua dentro del vaso se había esfumado. No estaba medio lleno, no estaba medio vacío, No quedo nada.

-Gaith...- sus palabras apenas salieron de su boca siendo arrastradas por el silencio o tal vez la conmoción, ¿por que no ambos?, ¿por qué no más?.Sintiendo una fuerza amarga en su garganta y su vista fallando a causa de quiénsabequé su vista se perdió...

-Es un chiste de mal gusto, ¿no?.- El elfo no tenía idea de como sentirse, alguien lo llamaba por su nombre, le rogaba CON su nombre, y estaba punto de quebrarse.-Dime...dime que es un chiste de mal gusto, por favor.

Ofuscado y sin una guía para contestar a personas rotas que ruegan por tu nombre y ni siquiera conoces, se limito a buscar información con una pregunta obvia, tenia que actuar fríamente, después de saber su identidad, dependiendo de la respuesta lo ayudaría o escaparía...

-¿Quién eres?

-¿No me recuerdas?- Dijo tapándose y al mismo tiempo tallándose un ojo para ahuyentar las lagrimas.

"No pude decirle..."

-¿No sabes quien soy?...

-No, ¿Quién eres?. Responde.

"No pude decirle que..."

-Soy...nadie...

-No puedes ser nadie, dime tu nombre.

"Que yo..."

-Soy Aiden. Un Híbrido de ojo maldito.

"Que estoy locamente enamorado de este idiota ojos esmeralda"

(INsertar