Capítulo 1

10.7K 190 16
                                    


- ¡Natalia! Ven aquí

- Mama dios mío, solo son tres meses

- Te parecerá poco - reprochó la mujer

- No me voy tan lejos, solo son dos horas de avión

- Dos horas y diez minutos guapa, te crees que por que soy mayor no sé usar el internet ese

- Sí mama - rio la joven de 19 años

- Miguel dile algo por favor - pidió la mujer castaña a un joven parado en el arco de la puerta

- ¿Desde cuando soy Miguel? - preguntó falsamente ofendido el joven - llevo toda la vida siendo Miki y ahora decides que no me quieres Inés

- Otro igual - resopló la mujer

- Bueno mama - se levantó Natalia de la mesa mientras tragaba la última cucharada de cereales - si no nos movemos vamos a perder el avión

- ¿de verdad era necesario todo esto del campamento?

- No es un campamento mama - le recordó la joven castaña oscura mientras se ponía una sudadera

- Es un CFIeRRII

- A mi háblame en castellano Miki

- En otras palabras - continuó el castaño claro - no me dejas terminar Inés; bueno, un "Curso Formativo Intensivo en Relaciones Internacionales"

- Repetirme otra vez, ¿esto de que os sirve para la carrera?

- De casi na' mama, casi na' - rio Natalia - adiós - dijo acercándose a despedirse de su madre - te llamo en cuanto aterricemos

- Mas te vale

- No te preocupes - sonrió Miki - yo lo tengo todo bajo control

- De ti me voy a fiar - comentó la mujer despidiéndose del joven también - no se quien me da más miedo de los dos - dijo observando la graciosa escena: Natalia y Miki agarrados a dos maletas cada uno, envueltos en bufandas, abrigos y gorros, lo peor del invierno madrileño. Los jóvenes se conocieron cuando Natalia y su familia vinieron a vivir a la capital española desde la fría y tranquila Pamplona, hacía ya diez años; Miki, otro recién llegado por el momento, venía desde Terrasa, Barcelona a vivir con su madre, que se encontraba recién divorciada de su padre. Casualidades del destino hicieron que ambos niños fueran vecinos de rellano y a pesar de los tres años de diferencia, han sido inseparables desde entonces. Otras muchas coincidencias los llevaron a tener los colegios uno en frente del otro, Natalia asistió al Cardenal Spinola y Miki al Sagrado Corazón, pero una vez pasada Selectividad ambos decidieron estudiar la carrera de Relaciones Internacionales en la Complutense

- Mama, piensa que yo no puedo beber - aportó Natalia a la conversación, todo esto debido a una intolerancia al alcohol que descubrieron cuando la joven tenía 8 años, sin querer comió la fruta de la sangría y se hinchó como un globo, teniendo que ingresarla en urgencias - entonces puedo hacerme cargo de Miki en las fiestas y bueno, ya sabemos que digo lo primero que se me pasa por la cabeza y... iba a pensar alguna forma en la que Miki iba a parame antes de soltar una tontería, pero la verdad, no te puedo asegurar eso, así que... mira, tengo novio, no voy a volver embarazada - sonrió la castaña oscura

- Iros antes de que os ate a las sillas - pidió Inés mientras los echaba del piso - disfrutar mucho

- Sí Inés - gritó Miki mientras pedía el ascensor

- Y llamarme todos los días

- Que sí mama - dijo Natalia mientras metía la última maleta - ¡te queremos! - gritaron los dos jóvenes

- ¡y yo a vosotros! - rio la mujer antes de cerrar la puerta

.............................................................

- Pues creo que aquí es - dijo una joven bajita, rubia teñida de pelo corto y ojos marrones verdosos

- ¿tu crees? - se giró otra joven algo más alta, con mechas californianas de ojos marrones oscuros - pues por mi de puta madre - dijo sentándose en uno de los bancos del aeropuerto - mira que es grande el aeropuerto de Madrid

- Tiene sentido María, es el aeropuerto de la capital

- Si ya lo sé - contestó la joven mientras abría una lata de cerveza que había comprado tras pasar el duty free - pero coño, podría hacerse la vuelta a España aquí dentro, ¿para que quieren tanto suelo? Yo con que tengan pista suficiente me conformo eh ¿no te parece Alba?

- Como eres - rio la bajita mientras se sentaba a su lado - ¿cerveza? María son las once de la mañana

- Mira, justo la hora del aperitivo - sonrió María

- Ya, pero es que has desayunado sushi

- La comida es comida Alba, al final se mezcla todo, además, no había nada mejor en el Ave

- Yo he desayunado un café con leche y dos galletas

- Que cosas tan raras tenéis los valencianos - comentó la joven de las mechas

- Claro, que raros somos, pero luego llega agosto y Benimaclet parece Gran Vía y Denia se llena más que el Bernabéu cuando hay clásico

- No te quejes Alba, que eres de Elche, ahí hay menos gente que en Alcobendas en julio

- Como eres de Madrid todo lo que se salga de la capital es del tamaño de Andorra - le reprochó Alba a María

- Pues más o menos si te soy sincera - rio la madrileña mientras le daba otro sorbo a la cerveza

- Hola - escucharon una voz detrás suya

- Hola - saludó Alba a una chica risueña de mediana estatura, de pelo castaño rizado con una gran sonrisa

- Anda mira, ya somos tres - se giró la joven de mechas - soy María

- Perdona, me llamo Alba - sonrió la rubia de pelo corto

- Soy Marilia - se acercó la nueva integrante a dar dos besos y un abrazo como si las conociera de toda la vida - ¿son del curso verdad?

- Bueno, del curso curso no, vamos a hacerlo - contestó María

- Sí, somos del curso - aclaró Alba

- Menos mal, por que venía tan agobiada, no sabía si la hora estaba bien y cuando lo tenía seguro no entendía que terminal era, he hecho que me lo confirmen cuatro policías desde la entrada al aeropuerto, bueno, solo para estar segura, es que en Canarias todo es mucho más fácil - explicó Marilia muy rápido con un acento divertido

- Coño, a ti es mejor no preguntarte mucho - rio María - eres como un niño bajando su primera cuesta en bici, si me descuido no paras

- No te lo tomes personal - dijo Alba inmediatamente - ella es así, solo hay que acostumbrarse un poco

- Claro - rio la canaria muy tranquila - ya solo quedan siete por aparecer ¿no?

- Eso creo - contestó Alba mientras revisaba el comunicado que les habían mandado - sí, españoles somos 10 y ya estamos aquí 3

- ¿a que hora salía el vuelo? - preguntó María

- Una y media - contesto Marilia

- Ah bueno, que nadie se preocupe, tenemos tiempo - se relajó María mientras subía los pies en el banco de enfrente - que no cunda el pánico gente


Hola! Bueno, aquí os dejo el primer capítulo ¡espero que os guste! comentarme que quereis leer, si os ha gustado o no y lo más importante ¿a quien estais salvando esta semana?

¿Y si esto no existiera?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora