¿Y si esto no existiera?

Epílogo parte I

- Adiós mamá - se despidió Natalia de la mujer - adiós pitufa - le dio un beso a Abril

- ¿Por qué no puedo ir yo? - se quejó la pequeña

- Ya te lo he explicado Abril... - contestó la navarra - no puedes por que es de mayores

- Pero si ya tengo nueve

- Abril deja a tu hermana en paz - intervino Inés - además, tu y yo tenemos que ir a comprarte el uniforme

- ¿Cuánto me queda de vacaciones? - preguntó Abril

- Una semana - le recordó Natalia - pero los reyes vienen dentro de nada

- Que ilusión - saltó de alegría la niña

- Bueno mamá, ahora si me voy - repitió la castaña - que ya voy tarde

- Como siempre - sonrió Inés - ¿y Miki? ¿él no va?

- No - contestó Natalia

- Por que es de niñas - continuó Abril

- Exacto - sonrió Natalia antes de volver a repartir besos a todo el mundo y dirigirse hacia la puerta principal

- Natalia - la llamó la mujer de nuevo

- Dime

- ¿puedes traerte a Dani después si está por la zona?

- Sí - asintió la navarra - pero voy andando, no le va a servir de nada

- Bueno, os ponéis de acuerdo ¿vale?

- Sí mamá - contestó Natalia - mira, África ya me está llamando, voy muy tarde, nos vemos luego

- Adiós - se despidieron Abril e Inés

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El año y medio desde que salieron de aquel pueblito de Inglaterra se había pasado volando, pese a las distancias con algunos, los 16 jóvenes se veían más de lo esperado. Algunos de los chicos, al terminar la carrera se fueron a vivir a Madrid, otros se fueron a Barcelona y los que seguían estudiando permanecieron en sus ciudades. Natalia se dirigía hacia una pequeña cafetería, cerca de Atocha, donde los jóvenes que vivían en la capital se reunían al menos una vez a la semana con el fin de no perder el contacto.

- Nat - dijo una voz detrás suya - Nat - la castaña ni se inmutó - Natalia - repitió una tercera vez, ya cansada, optó por quitarle uno de los cascos de la oreja - estas en tu mundo eh - rio

- Sabela leche, que susto - contestó Natalia algo alterada

- Así la próxima vez te pones solo un casco - le recriminó la gallega - que ahora solo te estaba llamando, pero pasa algo más serio y ni te inmutas

- Sí señora - sonrió la castaña, había cosas que no cambiaban - por cierto ¿tu a estas horas por aquí? ¿no deberías estar ya allí? - se extrañó - con lo puntual que eres

- Tenía que sacar a pasear a Lolo - dijo Sabela - no podía dejarlo solo en casa así sin más

- ¿y Chus? - preguntó Natalia mientras el semáforo se ponía en verde

- Tenía partido

- ¿en navidad? ¿con este frío? Jo que pereza - comentó la navarra