Capítulo 11

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- ¿Qué haces despierta en sábado? - preguntó Natalia al ver a Alba aparecer por las escaleras

- Podría preguntarte lo mismo - contestó la valenciana mirando el reloj de pared que indicaba la hora, seis de la mañana

- No puedo dormir - contestó la navarra mientras tocaba un par de cuerdas de la guitarra

- Yo tampoco - dijo Alba - ¿Qué hacías?

- Componer

- ¿puedo escucharlo?

- Claro - afirmó Natalia

"How have you been?

Do not talk to me about stress for exams, do not say the same things you always say

I know you've had a bad streak, but I dared not ask,

I did not want you to relive those demons.

But I couldn't help it.

I can't see you,

I don't know how are you,

I don't know how I can help you,

Maybe you'd prefer me apart.

I'm worried about you and the worst is that I do not think I can do much,

Distance complicates everything, but now I do not want to remind you that,

Do not look back, the past, all the yesterdays shit.

We have to look to the future, sure it is brilliant,

Many things will change and I am convinced that everything is gonna be better,

We will eventually return to our routine, I need to believe so.

I can't see you,

I don't know how are you,

I don't know how I can help you,

Maybe you'd prefer me apart.

I'm so worried about losing you,

But it's only getting harder and harder,

Stop the time and make nothing change."

- Nat, es precioso - dijo Alba mirándola fijamente en el sofá

- Perdón

- ¿Por qué?

- Por esto - contestó Natalia antes de acercarse por completo a Alba y besarla casi por inercia. La valenciana sorprendente no se apartó, pero tampoco hizo nada por continuarlo, así que cuando empezó a faltar el aire la burbuja estalló

- ¿Qué te pasa Nat? Estas temblando

- Que no puedo más con mi cuerpo - se derrumbó la castaña - perdón - repitió mientras surgían las primeras lágrimas

- Shhh - la abrazó la rubia - respira conmigo

- Perdón

- Tranquila - le acarició el pelo - Nat tranquila

- Yo... yo

- No digas nada, no quiero que estés mal

- Pero yo... - intentó hablar la castaña

- Lo que sea que tengas que decirme puede esperar unas horas - contestó Alba mientras hacía que ambas se tumbaran en el gran sofá - duérmete un rato - dijo antes de darle un beso en la cabeza y acariciarle la espalda con la esperanza de que Natalia entrara en un profundo sueño

...............................

- ¿Qué ha pasado aquí? - preguntó Sabela que bajaba la escalera junto con María, Joan, Marilia y África mientras Alba hacía leves gestos para que bajaran la voz

- Por favor, ¿podéis dejarnos la casa un par de horas? - susurró la rubia

- ¿Qué cojones? - preguntó María

- Albalia tía, Albalia - le contestó África sonriendo

- Coño - se asombró la madrileña - desalojen el perímetro, repito, desalojen el perímetro

- Que monada por dios - sonrió Marilia

- ¿tenemos reunión y no nadie me ha avisado? - preguntó Marta medio dormida que bajaba con Miki - la leche - dijo mirando la escena - lo sabía - le susurró a la valenciana

- Luego nos contareis - sonrió Miki

- Que se te dé bien - le deseó Joan antes de desaparecer por la puerta principal con los últimos jóvenes que quedaban en la casa

........................

- Buenos días - sonrió Alba al ver como Natalia comenzaba a despertarse

- Buenos - empezó la castaña - dios mío - dijo al recordar lo que había pasado hacía unas horas - Alba, yo, yo... emm... perdón, no sabía lo que hacía, no tenía que haberte besado, y yo... perdón - pudo decir una Natalia muy avergonzada

- Nat

- Es que...

- Nat

- Yo...

- Nat

- De verdad que...

- Nat ya vale - cortó la rubia

- Perdón

- ¿puedes explicarme las cosas con calma sin pedir perdón cada dos frases? Sobre todo, por algo que realmente no sientes

- Vale - se tranquilizó la navarra - ayer por la noche, después de la charla con Marilia y Sabela tomé una decisión, tenía que cortar lo mío con Martín, no solo por que ya no era lo mismo, pero... dejo de ser lo mismo en cuanto apareciste tu - se sinceró - me gustas Alba, por eso llamé ayer a Martín, le dejé y luego ya no pude dormir, lloré y toqué la guitarra, hasta que apareciste tu y... bueno, el resto ya lo sabes

- ¿Por qué no empezaste por ahí? En vez de besarme

- Yo... no supe como reaccionar, perdón, no va a volver a pasar, te lo prometo

- ¿no va a volver a pasar?

- No

- Pues que pena - contestó la valenciana

- ¿Cómo? - preguntó Natalia jurando haber oído mal

- Que, qué pena

- ¿puedes ser un poco más directa? - pidió la castaña

- Me gustas Nat - sonrió Alba

¿Y si esto no existiera?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora