Capítulo 23

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- estoy muy frustrada - dijo la navarra desde el comedor

- ¿Por qué? - se interesó cierta rubia

- ¿no la ves? Esta encoñada pedida - bromeó María - Alba, no me lo puedo creer, ayúdala ¿no?

- Mi madre viene en semana santa de verdad - contestó Natalia evitando el comentario de la madrileña mientras miraba la foto del billete de avión que le había mandado su madre esa misma mañana

- ¿Cuándo viene? - preguntó Alba sentándose en la silla de enfrente

- En un mes - contestó la navarra

- Pues vamos a tener un problema de espacio - intervino Marta mientras salía de la cocina

- Ya - contestó la valenciana

- ¿Cuándo viene mi Marina? - preguntó María

- En tres semanas - dijo Alba

- Echo de menos a Miki - se quejó Sabela desde las escaleras

- Yo también - contestó Natalia abrazando a la gallega

- Si solo lleva fuera tres días - dijo Marta

- Y no va a aparecer en otros cuatro chavalas así que yo de vosotras me iría acostumbrando - rio María

- Reche - se quejó Natalia - dile a tu amiga que cierre la boca

- Mari... - comenzó la valenciana

- Que bajo has caído tía - rio María - estas enamorada hasta las trancas

- Gracias preciosa - contestó Natalia dándole abrazos y besos a la rubia delante de las tres jóvenes

- Natalia ¿nunca te han dicho eso de no comer pan delante de los pobres? - comentó María

- ¿a ti te suena? - se separó la castaña medio minuto

- ¿a mí? De nada - la valenciana se hizo la loca

- Es la Mari entonces - sonrió la navarra antes de volver a besar de una forma exagerada a Alba y tocarle el culo

- Venga, di que sí Natalia - se quejó María - por lo menos toca por Sabela por Marta y por mi ¿no te parece?

- ¿y eso? - apareció Sabela de nuevo - ¿esto que es? Vuestras cosas al cuarto eh - dijo - Natalia - llamó la atención al ver como las jóvenes no se separaran - Natalia guapa - separó a las chicas - te recuerdo, que sin oxígeno te mueres

- Perdone usted mama pato - dijo la castaña

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- Joder con las galletas estas - comentó la navarra el sábado por la mañana - son de Noe ¿verdad

- De Manu - corrigió Sabela - pero claro

- No las he probado - contestó María - pero ahora las pruebo

- No, ni las toques - advirtió Natalia

- Y así te las comes tu ¿no? - rio la madrileña - que cachonda

- Es que sino no vas a poder parar - contestó la castaña

- Buenos días - apareció la valenciana por la cocina muy dormida todavía mientras Natalia se ponía en pie mientras miraba triste a la rubia - no me pongas esa cara de enfadada por que no te creo - rio

- ¿Qué me he perdido? - preguntó la gallega confundida

- Nat - insistió Alba mientras la castaña se escabullía de los abrazos de la valenciana - Nat, Naaaat que me quede dormida

- No me cuentes cuentos guapa - dijo la castaña mientras abrazaba a la pequeña - que me los sé todos

- Además, solo ha sido un "buenas noches" - añadió la rubia entre los brazos de la navarra

- Ala, pero yo siempre te doy las buenas noches - se quejó Natalia

- Es que yo me quede dormida sin querer - contestó Alba haciendo un puchero

- Ya, ya

- Bueno, perdón Nat - dijo la rubia

- Pídeme perdón bien - exigió la navarra - quiero un beso de buenos días

- Agáchate - pidió la valenciana

- No me pienso mover - sonrió Natalia

- Eres injusta - le recriminó Alba mientras cogía una silla y la acercaba a la castaña - me pones a hacer ejercicio de buena mañana - dijo mientras se subía a la silla - buenos días - sonrió al encontrarse a la altura de la navarra - que bien se ve el mundo desde las alturas - comentó mientras reía - perdón mi vida - dijo antes de darle un beso en condiciones a Natalia

- Perdonada - sonrió la castaña

- Que alguien me explique en que puto momento pensamos que juntar a estas dos era una buena idea - comentó María junto a Sabela mientras ambas observaban la escena

- Que monada - suspiró Marilia desde el arco de la puerta - buenos días mundo - sonrió entrando en la cocina

- La que me faltaba - rio la madrileña al escuchar a la canaria

- Fantasioso cariño - comentó África que se encontraba detrás de Marilia, también observando la escena

- Marilia - llamó la gallega - ten tus pastillas

- Sabela tenía que haber estudiado magisterio o medicina - comentó María

- Gracias - contestó la canaria tomando las pastillas de un pequeño plato

- Estudie enfermería - dijo Sabela

- ¿de verdad? - se impresionó África

- En cuatro años - añadió la gallega

- Que fuerte tía - sonrió María

- Jo que guay - dijo Alba

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- ¿y que tal Elena? - preguntó la castaña a través del móvil - ¿Qué tal la sorpresa?

- ¡Nat! - entró una chica en pantalla - ¿tu como crees que fue tía? Maravilloso - contestó mientras abrazaba y llenaba de besos al catalán

- Cuanto me alegro Helen - sonrió Natalia

- ¿y tú? ¿Cómo vas? - preguntó Elena

- ¿yo? Pues muy contenta - contestó la navarra muy feliz

- Muy enamorada quiere decir - añadió Miki al ver la cara de tonta que se le ponía a la castaña

- ¡Mickey Mouse! - apareció África al entrar en la habitación y escuchar la voz del joven - uy, perdón - se disculpó al percatarse de la joven - soy África

- Elena - sonrió la otra castaña - encantada

- ¿tu eres Elena? ¿la famosa Elena? - preguntó la madrileña mientras miraba a Natalia

- Eso creo - sonrió la joven

- Uy hija, sé más cosas de ti que tú misma - contestó África mientras echaba a la castaña de la silla para sentarse ella - si tu supieras... oye, tenemos que salir de fiesta juntas

¿Y si esto no existiera?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora