Epílogo parte II

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- ¿de verdad? – preguntó Natalia emocionada abrazando a la rubia – me estoy mareando de lo ilusionada que estoy

- ¿vas en serio? – se preocupó la valenciana

- No – rio la castaña – no te preocupes, pero yo ya estoy contenta para lo que queda de año

- Las caras Joaquín, las caras – comentó divertida por lo bajo la madrileña a Marilia, que acababa de llegar a Madrid de vacaciones

- Ya – rio la canaria observando a la pareja

- ¿Qué? – se giró la navarra mirando a las jóvenes

- Que menudas caras ponéis – contestó África

- Vaya pareja – rio inevitablemente la otra madrileña

- Que monada – comentó Marilia – estáis igual que hace un par de años

- Mariliuka que emoción – dijo Natalia abrazando a la canaria

- No te flipes tía – contestó María divertida – que solo vas a Elche a ver a Marina y a tus suegros

- Deja de menospreciar mi pueblo – comentó Alba algo resentida – Elche es lo más

- ¿cómo has conseguido que mi padre te deje el coche? – preguntó la navarra

- Poderes mi amor, poderes – sonrío la valenciana

- Está claro – asintió Natalia

- Luis quiere más a Valentina que a Natalia – aclaró María

- Por favor, dime que tu padre no le pone nombre al coche – dijo África divertida

- Claro – contestó la castaña

- Me meo – rio la madrileña castaña

- ¿por qué se llama Valeria? – preguntó Marilia

- Lo compramos el día de San Valerio, pero como a Abril no le gustaba Valerio, lo cambiamos a Valeria – explicó Natalia

- ¿Qué hago con esta señora? – le preguntó la valenciana a África refiriéndose a Natalia

- ¿y a mí me lo preguntas? – rio la madrileña

- Me caso ya – contestó Alba

- Ojalá – se escuchó a la navarra por lo bajo

- Socorro – dijo María agitando el pañuelo de Marilia – manden ayuda que nos estamos volviendo locos – comentó causándoles unas carcajadas a las jóvenes

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- Ya es hora de que digáis la fecha de la boda, ¿no? – bromeó Marina en plena cena

- Pues sí ¿no? Por petición popular – continuó Miguel Ángel, el padre de las Reche – es broma eh – se retractó al ver la cara de su hija – que no hay ninguna prisa

- Bueno... la verdad tenemos que contaros algo – habló la valenciana – ayer tuvimos una cena familiar, ya sabéis con los chicos, antes de venir... Natalia díselo

- La cena de ayer fue nuestra primera cena de recién casadas – anunció la navarra

- ¿Cómo? – articulo Marina mientras Miguel Ángel estaba muy ocupado atragantándose con un trozo de pan – no me lo puedo creer – se indignó la menor

- Alba... - continuó el hombre

- Que no que es coña – rio Natalia

- A ver si con este susto se os quitan las ganas de hacer comentarios constantes a cerca de nuestra "boda" – añadió la rubia muerta de risa

- Casi me matáis de un susto – reconoció Miguel Ángel

- Deja eso, casi os mato – dijo Marina – como os caséis y no me invitéis a la boda os voy a hacer repetirla otra vez eh – amenazó la rubia

- Sí, madre mía – añadió el hombre – imagínate tu madre Alba, se puede morir

- Que familia por dios – rio la navarra

- Pues la que te ha tocado guapa – contestó Marina – ahora ya no hay vuelta atrás

- Eso, eso, que el contrato ya está firmado – continuó Miguel Ángel

- ¿pero qué contrato ni qué contrato? – intervino Alba

- El que dice que Natalia ahora es de la familia pase lo que pase bajo la circunstancia que sea – dijo Marina divertida

- Como se os va la pinza – rio la rubia

- Si no, no seríamos los Reche – le recordó su padre

- Buen punto – comentó Natalia

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- Miki – dijo la castaña desde el otro lado de la línea

- Nat – contestó el joven - ¿Qué ha pasado?

- No lo sé – sollozó la navarra

- ¿estas bien? ¿necesitas que vaya? – preguntó el catalán al percatarse del estado emocional de su amiga

- No – contestó Natalia – no... no lo sé

- Voy para allá – declaró Miki – estoy en diez minutos, no me cuelgues ¿sigues allí?

- Estoy en casa de Alba

- Ya estoy saliendo de casa – le informó el joven - ¿Dónde está Alba?

- No lo sé

- África y Sabela me han llamado histéricas, María no contesta el teléfono

- Da igual Miki, no hace falta que vengas

- Nat, no te tengo delante, pero sé cuando estas mal y esta es una de esas veces

- Es que... ha sido todo muy... muy rápido, no sé como ha terminado en esto – volvió a llorar la castaña

- ¿no te ha dicho a donde se iba? – preguntó el joven sabiendo lo mal que lo iba a pasar la castaña en un futuro cercano

- No, solo a cogido la puerta y se ha ido

- Joder... - susurró Miki – Nat...

- Miki, tengo que dejarte, hablamos luego, vuelve a casa – pidió la castaña mientras colgaba el teléfono al escuchar la puerta principal abrirse – Alba... - fue lo único que pudo articular al ver a la valenciana – yo... no sé... de verdad que... - volvió el llanto

- No Nat, tu nada – intervino la rubia mucho más distante de lo normal – tu misma lo dijiste una vez, es mejor asumir cuando algo no funciona, para perder así el menor tiempo posible en ello

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Fin! este es el fina oficial, espero que os haya gustado, lo siento si es muy dramático, pero me gusta dejar las conclusiones abiertas a futuro, nunca se sabe lo que puede pasar!

¿Y si esto no existiera?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora