3. Adiós Nueva York

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Mi móvil sonó en repetidas ocasiones durante el transcurso del día, con el mismo número desconocido. Papá me advirtió que no respondiera ya que podrían estar rastreándonos, incluso sugirió que lo aventara por la ventana para estar más seguros. Estaba por tirarlo cuando sonó de nuevo, demasiado insistente e irritante, no había sonido por lo que los presentes no podían escucharlo, volví a ver la pantalla y algo me decía que debía atender. Giré mi cabeza por sobre mi hombro, apenas si podía verlos, cada quien estaba en lo suyo. Me intrigaba saber de quien se trataba y lo que buscaba, pero si atender nos metía en problemas ¿qué haríamos? Estaba segura que Robert aún no iba a tener listo el trámite y papá no me había dicho nada sobre el destino al que iríamos por lo cual mi plan estaba incompleto.

Decidí no arriesgarnos y mi mano hizo el movimiento para tirarlo, pero mi agarre estaba mal lo que causó que resbalara y que yo tocara la pantalla justo en el botón para responder la llamada. Apreté los ojos con preocupación, iba a deshacerme del móvil cuando escuché una voz familiar.

—¡Hola! ¡Hola! Jo, no cuelgues soy Liv.

—¡Liv! —Me coloqué el aparato en la oreja para escucharla mejor.

Liv era la prima de Angela, había formado parte de nosotros por un tiempo corto después la mandaron a Inglaterra. En muy poco tiempo ella mostró mucho potencial y sangre muy fría por lo que se ganó esa misión internacional.

—Por fin, por fin. No me he podido comunicar con nadie, le he llamado a Bruno, a Angela, a ti pero nadie contesta —dijo con exasperación—. Las personas aquí me dijeron que sucedió algo horrible y que no puedo regresar, que me tengo que quedar aquí hasta que sea seguro. Estaba a nada de regresar. No entiendo nada. ¿Me puedes explicar?

—No puedo entrar en detalles Liv, las llamadas pueden estar siendo monitoreadas.

Papá me escucho cuando supo que estaba hablando por teléfono, me miró con el ceño fruncido y se acercó dispuesto a quitármelo.

—Es Liv, la sobrina de Bruno —anuncié antes de que pudiera arrebatarme el aparato—. No sabe que pasó.

—Terminas la llamada y te deshaces de ese teléfono —ordenó, por lo que yo asentí energéticamente.

—¿Qué sucede Jo? —dijo Live detrás del móvil, muy asustada y desesperada—. ¿Todos están bien?

—Más o menos —admití—. Mira nos traicionaron y fue Angela.

—¡¿Qué?! ¡Por qué?!

—Es una perra traidora, dio muchísima información, atacaron el bar y seguramente nos están buscando. Vamos a escapar.

—¿A dónde? Déjame ir contigo.

—No lo sé y si lo supiera no podría decírtelo. Sería revelar nuestro plan.

—Cuando puedas y estén a salvo puedes comunicarte conmigo, quizás no por vía telefónica puede ser por redes sociales para que no peligre nada.

—Sí y de esa forma no me pasas tu número, entre menos información intercambiemos por aquí será mejor.

—De acuerdo —suspiró —. No quiero quedarme aquí.

—¿Es muy malo?

—Son negocios muy turbios en los que no me gusta estar involucrada.

—¿Y tú chico inglés?

—Ni me lo recuerdes. Han pasado tantas cosas.

—También acá. —Suspiré—. Nos veremos pronto, Liv. Lo prometo.

Mentirosa { #2 Saga Peligrosas }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora