Capítulo VI - Nace un imperio (Cuarta parte)

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Cuando llegó el gran día, ahí estaba yo, entrando en aquel lugar junto a Salomé. Sin ponernos de acuerdo, fuimos vestidas ejecutivas, cabello suelto, actitud de diva, todo natural.

Nos anunciamos en la recepción, y la jovencita indicó que nos estaban esperando. Fuimos hasta la sala de juntas y, al estar ahí, Salomé me recordó una vieja costumbre que teníamos desde niñas, siempre solíamos husmear tras las puertas para escuchar las conversaciones. Fue casi que espontáneo que ambas "acercamos la oreja", y pudimos escuchar a Ricardo, algo alterado.

Nuestro comprador llega en cualquier momento, ¡relaja tu menopausia!

No pudimos evitar reír al escuchar semejante cosa. Tuvimos que calmarnos antes de poder entrar.

Cuando Thais me vio, se puso pálida. Saludamos a los hombres con naturalidad, y nos sentamos en medio de ambas facciones. Sí, ignoré por completo a Thais.

Salomé tomó la palabra, yo le permití mediar en todo aquello, ella siempre fue más fría y concisa que yo en estos temas, yo no podía evitar querer herir y hacer sentir mierda a la gente.

Sofía, estábamos adelantándole a Thais nuestra decisión conjunta de venderte nuestras acciones, sin embargo, parece que tiene algunas "objeciones" al respecto. —Dijo Rogelio, haciendo las comillas con sus manos y entornando los ojos.
Dudo que con cuarenta... y... ocho... por ciento... se pueda objetar algo... —Dije, en medio de risas burlonas. Esto no era premeditado, me salía natural.
Bien, comencemos. —Salomé sacó un documento, entregó copias a cada uno de los presentes, menos a mí. Como confiaba ciegamente en ella, no presté atención. —Estos son los términos de la negociación, discutidos previamente con los vendedores de las acciones, aquí presentes. Tomando en consideración que nosotras estamos escasas de tiempo, necesito saber si ya está redactada la manifestación de voluntad de venta y si ya aprobaron, de acuerdo a lo que establecen los estatutos, la venta de las acciones.
Yo debería ser la primera opción a considerar para la venta, esto es inaceptable. —Interrumpió Thais, dejando ver su frustración.
Eres la primera opción, pero, no la mejor oferta. Si mejoras la oferta de Sofía, podemos reconsiderar. —Rogelio hablaba con seguridad, yo le sonreí al escucharlo, por saber que Thais no podría ni en el mejor de sus sueños, mejorar esa oferta.
Pido comprar las de Douglas. —Insistió.
En nuestros términos, están valuadas por el doble de su costo, ¿mejorarás la oferta? —Preguntó Salomé.

Thais la miró con rabia, se sintió acorralada.

Terminemos con esto. —Le susurré al oído a Salomé.

Ella me sonrió y se dirigió a la terna.

Señores, la decisión, por favor. —Salomé cambió la expresión de su rostro.
Thais, no hay vuelta atrás. Nosotros aceptamos la oferta de Sofía, y respaldamos como un todo la decisión. Rogelio se mostró firme. —Salomé, aquí está el documento, procedemos con la señal de costumbre y firmamos.

Los tres levantaron la mano, Salomé sonreía, Thais estaba como un papel. Rogelio se acercó a mí, y me dio los papeles para firmarlos.

La firma de Thais no será necesaria, pero, eventualmente deberán reunirse para establecer nuevas reglas si fuera el caso. —Salomé hablaba genéricamente, mientras yo leía el documento redactado por la terna.
Salomé, por favor, lee; dime si todo está en orden. —Le entregué el documento y ella lo leyó con calma, luego, me dio la hoja con apatía. —Firma, quiero ir a por unos muffins y un latte de vainilla.
Sofía, por favor, hablemos esto como gente civilizada. —Dijo Thais, tratando de evitar que tatuara mi rúbrica en el documento. Obviamente, no funcionó, estampé mi firma con malicia en aquel papel.
Creo que...
Sofía, permíteme. Mira, Thais, creo que te advertí con la suficiente claridad que Sofía es una mujer de negocios. Si ella quiere algo, hace todo lo lícitamente posible para conseguirlo, pudiste haber considerado su oferta, yo lo habría hecho... Sofía, recuérdame asociarme contigo cuando herede la compañía de mi moribundo papito.
Ustedes planearon esto... Sofía, fuiste demasiado lejos por un capricho.

Por tu amor [+18 explícito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora