«Travel» • [NagumoXSuzuno]

•Capítulo 1• «Priorato»

"-Amigo mío perdóname por favor,hacerte burla no es mi intención"  

-Me levanté después de tener una pesadilla terrible,pues al parecer estaba soñando con el mismo sueño de siempre. Quedarme solo y desolado. Parece una tontería,pero uno acaba necesitando a alguien que este a su lado para desahogarse,hablar o incluso sentir cariño alguna vez... Mi historia comienza aquí,en este simple y pequeño priorato en la nación del Diamond Dust,un lugar grande y hecho de piedra. Sirvo como un clérigo,es decir,me encargo de ayudar a los demás con sanación mágica y curativa. No tengo otra cosa más que eso y barrer un poco el patio,después solo debo rezar. Aunque cada día pierdo más la fe. ¿Por que hay que rezar? ¿Por que sigo aquí? ¿Por que estoy tan desamparado en este mundo?

-Aunque parezca que me quejo,en el fondo estoy agradecido,no todos pueden tener mi puesto,pues la mayoría del pueblo solo son pobres campesinos,agricultores o entre otras cosas...

-La gente al verme,sobretodo los hombres suelen dirigirse a mi como una mujer... ¿Por que motivo? Es simple,mi rostro es suave y pálido como el de una mujer. Realmente no le encuentro lo malo,pero te acabas cansando de que la gente te diga cosas como: "Oye,que linda eres" "¿No te gustaría bailar para mi?" "¡Ah! ¿Pero eres un hombre?" "¿Quien es tú marido?" "¡Pensaba que el cargo de Clérigos era sólo para mujeres!" Y esto último es cierto... Normalmente este "trabajo" es habitual para chicas. Me parece que esta sociedad es muy machista. ¿Acaso el ser humano no avanza? Pero en fin,no puedo hacer nada. Solo soy un humilde siervo de este priorato el cuál como he dicho miles de veces,se dedica a rezar y ayudar a los demás.

-Cada día voy a rezar o orar a una estatua de la diosa al bosque del priorato,es un lugar espacioso,y al centro se encuentra un árbol enorme junto un río a su alrededor... Su ambiente es bello se pueden oír a los pájaros cantar. Hoy fui a confesar mis lamentos,aunque no se ni porque sigo haciéndolo... ¿Tal vez es porque necesito aferrarme a algo y esta es sólo la única manera que se me ocurre?

-Llegó al centro y me siento sobre mis rodillas en el suave pasto mientras colocó mis manos sobre mis piernas al igual. Miraba a la nada. Después solo comencé a decir aquellas plegarias. ¿Que más puede hacer un clérigo?

-"Oh Diosa... Si es verdad que puedes escucharlo todo... ¿Tan poco es pedir a alguien que este a mi lado?"

-Susurré aquello cabizbajo... Como si esperara una especie de respuesta,como era de deducir no paso nada que más que un simple vientecillo que corrió mis cabellos

-Después de un rato me dirigía hacia el priorato. Aunque antes me encontré con un niño el cuál lloraba por una herida que tenía en la muñeca... No puedo pasar de eso,es mi deber,aparte,me gusta ayudar a la gente aunque la mayoría me trate mal por mi diferencia social... Así que me dirigí hacia el pequeño con una suave sonrisa,saqué aquel bastón sagrado que solían tener los clérigos para hacer "Magia blanca" la cuál solo consistía en sanar y otros poderes no-destructivos como los de la magia negra.

-El niño me miró sorprendido,sólo le dije; "Tranquilo,solo quiero ayudarte".  Tomé la mano del pequeño suavemente,mientras apuntaba con mi bastón hacía él... Unos pequeños brillos verdes se hacían notar en su muñeca reparando la herida. El menor me abrazó y con una sonrisa me dijo: "Gracias por ayudarme señora"

-Sólo esbocé una suave sonrisa,no le iba a renegar por haberme confundido con una mujer,pues es un niño,aparte era típico que me dijeran ello. El menor se fue caminando alegremente y yo me despedí con una sensación satisfactoria.

-Volví al priorato,ya era muy tarde. Pues el atardecer se veía junto al ocaso. Aunque antes escuché una conversa ajena de algunas sabios de aquel lugar,espero que la diosa me perdone por pecar de escuchar cosas que no me convienen...

"Ellos van a conquistar esta nación... Ya lo tienen todo preparado,solo podemos rezar para que no ejecuten a gente de aquí... Ellos seguro que pedirán tener a algunas mujeres de este lugar a cambio de no sembrar tanta destrucción"

-Escuché aquello que decían los sabios con temor... Aunque era cierto,los nobles o caballeros que conquistaban tierras solían pedir mujeres a cambio de no destruir y matar a gente... Solían pedir a clérigas o santas,pues los que servían con ese cargo eran mujeres puras y eran totalmente vírgenes...  A lo mejor podía salvarme,pues no creo que nadie me quiera por el hecho de ser un hombre... Y menos si soy un hombre con cara afeminada y rasgos finos,solo se reirán de mi... Diosa,¿Acaso hacerme burla es tu intención? 

-Esa noche me acosté con un poco de miedo en mi interior... No quería ver mi pueblo ni mi nación destruida... Pero no podía hacer nada,después solo cerré los ojos para dormir y tener esa pesadilla otra vez,la soledad.