Hiro Hamada era un tragón de dulces, chocolates, y todo lo que se denominaba como chatarra y no las compartía absolutamente con NADIE!!
Le encantaba el dulce sabor artificial de las Lollypops, y los deliciosos paquetes de ositos de goma con sabores frutales, la CocaCola, y las donas, sobre todo las donas. Aunque no solía comerlas por las mañanas, solía comerlas en algún patrullaje o en algún momento de mucho estrés por las tardes, lo cual era casi siempre, ni el podía entender como no había engordado, o todavía no le hubiera dado una pre-diabetes.
Aunque hoy había sido algo diferente, ya que por la mañana había ido a la sucursal de "Krispy Kreme" a comprar dos donas, una de relleno de frambuesa, y cubierta del glaseado único y original de "Krispy Kreme", la otra de relleno de suave crema pastelera, con una cremosa capa de chocolate encima.
Llegó al trabajo con la bolsa de donas en la mano, hizo lo de siempre ir a la computadora y revisar las cámaras en la oficina, saco la dona de relleno de frambuesa y le empezó a dar grandes mordidas mientras miraba con atención las cámaras.
Ya iba a acabar con la de la dona de relleno de frambuesa cuando alguien abrió la puerta de la oficina de la oficina dejando ver a un joven de su misma edad de cabello negro, y un mechón verde turquesa, piel clara, y ojos azules.
— Varian? — Hamada frunció el ceño al verlo entrar, este lo miraba con una sonrisa apenada, y cejas arqueadas.
— Ehh Hiro, se que a ti no te toca lo de los niños indocumentados por las mañanas, pero quería saber si tú...— Hamada rodó los ojos, ya sabía lo que le iba a pedir...
— ¿Si podría tomar tu turno, de hoy en la mañana? — interrumpió al de ojos zafiros con obviedad.
— Por favor, tan sólo por hoy, y te doy la mitad de mi paga de todo el mes — lo último convenció al Hamada, con su paga de todo el mes y lo que Varian le pagaría le alcanzaría para las bocinas Subwoofer que había visto en la tienda de electrónicas, y se había desmayado al ver el precio, sin embargo alcanzaría con lo que le daría Varian y su paga de todo el mes.
— De acuerdo, pero me debes una grande —
(...)
Miguel estaba tirado en el aluminio, sudoroso, agarrando su pancita que cada vez rugía más, y mas..
Desde que tenia un año de vida su familia lo había acostumbrado a desayunar temprano, no es que le dieran un pozole, y tacos de carnitas, pero si algo para picar, una concha con nata, o una manzana picada, y leche en la mayoría de los casos.
Pero ahora que podía comer?, se tragaba la saliva en su boca para aguantar el hambre que en ese instante sentía, el cual era demasiado desde ayer que lo habían traído aquí.
Oh por dios!!, Simón ven por el y hazle unos tamales de dulce de esos que te quedan para chuparse los dedos...
Pensaba en empanadas rellenas de cajeta, y deliciosos champurrado que preparaba su hermano mayor...
Se le estaba haciendo agua la boca, y era literal, ahora en vez de estar tragando saliva, estaba babeando de tan solo pensar en comida.
De lo que el pequeño Miguel no se percataba era de que cierto azabache miraba su imagen desde lejos.
Hiro miro al niño, en verdad que se veía mal, no soportaba ver al pequeño mexicano así, sin dudarlo camino hacia la jaula del pequeño.
Como la mano del niño estaba cerca de la reja la logró tocar un poco traspasando su mano por la la delgada construcción metálica que los separaba...
—Hey! — dijo el oficial con ternura al pequeño niño que se encontraba recostado en un poco de el aluminio de anoche.
— mmm? — respondió el pequeño haciendo el sonido mas tierno que el azabache pudiese escuchar.
— Todo bien, pequeño?? — preguntó intentando saber que le pasaba al niño.
—tengo mucha hambre — jadeo el pequeño Miguel, dios se miraba tan tierno, las ganas de protegerlo volvieron a Hamada, era tan indefenso, tan lindo, tan bello...
¿Pero que estaba pensando?, era un niño y el era un hombre, simplemente la ONU lo arrestaría de escuchar sus pensamientos, inclusive la persona a la que se le podría denominar como Jefe <<Donald Trump>> quien sabe lo que haría, más por el hecho de que es un niño indocumentado.
Miro la dona de crema pastelera que había en la bolsa de papel reciclado, y la partió en dos y discretamente le dio una parte al niño, quien con timidez lo tomó, y con el mismo sentido de timidez la metió a su boca.
— G-Gracias — tartamudeó con bastante timidez, mientras el azabache tomaba la otra mitad de la dona y la metía a su boca.
En ese momento Hamada recordó que no conocía el nombre del niño de piel canela.
— ¿Cual es tu nombre? — preguntó y le dio un mordisco a su mitad de dona con crema pastelera.
— Miguel, y el tuyo?— preguntó curioso el pequeño, tal vez y haya hecho un nuevo amigo.
— Hiro, Hiro Hamada — respondió con una sonrisa
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Nota de la Autora:
Hey!!
Lamento despertarlas a esta hora, lo iba a publicar antes pero mi madre me jalo al cine a ver una película mexicana de romance <<la cual ahora no recuerdo su nombre>>
Bueno cambiando de tema, puede que esté actualizando mas seguido, todo depende de la inspiración la cual espero que llegue.
Odio mi narración, para tener 12 años mi narración da cancer
Hey!!, dato curioso de este Fanfic.
El día en el que Simón lloraba lo de su hermano es el mismo día de este capítulo.
Para darme a entender mejor; mientras Simón lloraba por lo que le pasó a Miguel, Miguel estaba con Hiro tragando donas ;)
Hoy no hay canción pero dejo esta imagen XD <<Mi madre me la envió, los mexicanos entenderán XD>>
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A Sweet Mexican Child
FanfictionMiguel NO tenia la culpa de que en su país la economía fuese muy baja, y aún así al llegar a la frontera fue arrebatado de los brazos de sus padres... A sus 8 años aquellos malditos monstruos lo habían encerrado en una jaula junto a miles de niños c...