# 8 capitulo

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{___________}

Hoy en la mañana fui al hospital con Debbie. El dolor de cabeza me estaba matando, y rezo para que no tenga nada grave. La enfermera el otro día me había dicho que ya estaba todo bien ¿por qué ahora me encontraba peor?Anoche había soñado algo horrible. Mi padre, siendo disparado. Estaba casi segura que fue lo que pasó esa noche, que estaba recordando. Pero no podía ver quién fue el que lo mató, ni qué sucedió después. Me desperté llorando ante aquel sueño, y luego no pude pegar los ojos en toda la noche. Además, el olor en mi cabeza era muy fuerte.Una vez en el hospital, la doctora me revisó la cabeza detalladamente. Los puntos aun no me los podía quitar, pero ahora ya no usaba más una asquerosa venda ahí. Tapaba la herida con mi cabello como podía, para poder disimularlo.

—¿Sigues tomando las pastillas que te recetó el otro doctor?
—Me interrogó la doctora.
—Sí, cada ocho horas como me dijo.
—Bien, necesito que te cuides, ___________. Ve a casa y has reposo, no te encuentras muy bien.
—Claro...—Murmuré. Pero no podía quedarme todo el día en mi departamento acostada. Primero, porque si no trabajaba me iba a morir de hambre, y segundo, que me aburriría muchísimo y me pondría a pensar en mi padre.

Y eso no es bueno. Solo lograría deprimirme más.Luego de almorzar, fui a trabajar. Este día se me estaba haciendo pesado gracias a mi terrible dolor. Mientras lustraba el piso, otra vez, me sentí mareada. Ahora había aprendido a usar esa horrorosa máquina mejor.Seguí haciendo mi trabajo, pero de repente la vista se me nubla y siento que mis piernas flaquean. Me sostengo de la máquina de metal para no caerme, y escucho que Kim viene alarmada hacia mi.
—¿___________? ¿Te encuentras bien?—Me pregunta preocupada. Pero no le puedo responder, me siento terriblemente mal. Me caigo al piso y el dolor se fue. Porque he quedado inconsciente.

{Justin}

Termino de reparar la moto y limpio mis manos con un pañuelo. Me siento en una silla para descansar, mientras Ryan y Nick terminan su trabajo. No tengo el mejor empleo del mundo, pero gracias a esto como, vivo y me doy algunos gustos. Trabajo en este taller cada día, y siempre termino sucio, pero, es lo que hay ¿no?Mi teléfono vibra en mis pantalones traseros y lo tomo. Veo brillar en la pantalla el nombre de Kim, y me pregunto para qué me llamará. Es mi amiga, siempre hablamos cuando voy a jugar bowling, y sí, es linda. Pero nunca pasará nada entre nosotros, por el hecho de que no quiero tener ningún tipo de relación. Una vez nos besamos en el baño de la sala de bolos, pero no significó nada.Al menos para mí.
—¿Hola?—Contesté.
—Justin, necesito que vengas al hospital ahora.—Me dice alarmada. La oigo agitada y noto preocupación en su voz.
—¿Hospital? ¿Qué sucede?—Le pregunto confundido.
—Es __________.

___________.

¿Qué le sucedió? Joder, cada vez que intento alejarme de ella, algo sucede para que la vuelva a ver.

—¿Qué le pasó?—Pregunto preocupado. Aunque no la conozca muy bien, me preocupa por el hecho de que me siento culpable por todo lo que le pasa.
—Se ha desmayado en el trabajo, te llamé a ti porque no conozco a ningún otro conocido suyo. Por favor, ve, yo no puedo porque estoy trabajando.
—Esta bien—suspiro—pásame la dirección.

Ella me la dice y la anoto. No me queda otra más que ir. Joder, ¿por qué todo esto tenía que estar pasando?
—Debo salir, dile a Ben que tuve una emergencia.—Le informé a Ryan, una vez que me levanté de la silla. Desde aquel día en su casa, no volvimos a hablar de __________.
—Esta bien, pero si se enoja, no me culpes.—Se defendió.
—No te preocupes, además, ya terminé mi trabajo.

Salí del garaje y me monté en mi precioso auto. Estuve ahorrando más de un año para poder comprármelo, y finalmente, lo pude tener. Intenté llegar lo más rápido posible al hospital, y una vez que llegué, una enfermera me guió hasta la habitación. Me hizo esperar en el pasillo como media hora, hasta que pude entrar a su habitación.Allí estaba ella. En la camilla, pálida, con una aguja clavada en la mano que le transportaba suero y llevaba una venda enrollada en la cabeza. Jodidamente mal.

—Justin.—Murmuró al verme y me acerqué.
—Kim me llamó y me dijo que estabas aquí, ya que ella no sabía a quién más informarle.—Le dije para que supiera como me enteré de que estaba aquí—¿Cómo te sientes?
—Mal...—respondió en un susurro—no aguanto este dolor.
—Me dijiste que ya no te dolía.
—Bueno...mentí.
—¿Por qué?
—No quería sintieras más lástima por mi.

Esta chica era increíble.

—__________, no digas eso. Tendrías que haberme dicho la verdad, mira como estás ahora.—Dije algo enojado y con el ceño fruncido.
—No me regañes, ya estoy demasiado mal—sollozó—no se que mierda haré ahora, seguramente tendré que estar varios días en este asqueroso hospital, y me echarán del trabajo.
—No lo harán, Bobby entenderá que no estás en condiciones.—Intenté animarla, pero ella negó con la cabeza.
—Ya en mi segundo día hice un desastre, y ahora tengo que faltar. Seguramente me echará—una lágrima corrió por su mejilla—mi vida es una mierda. No sé por qué sigo aquí...—Cállate ¡Estás diciendo un montón de estupideces!—alcé mi tono de voz—Si ese idiota te despide, te juro que se las verá conmigo, y si sigues aquí es porque eres una chica fuerte, __________. No puedes darte por vencida tan pronto, debes resistir y demostrarles a todos que tú puedes levantarte cada vez que caigas.

Vale, no sé desde cuando sirvo para alentar a la gente, pero esto me salió de adentro. _____________ me ha hecho enfadar, joder, ¿cómo puede decir todas esas cosas? Hasta me ha asustado con su última oración. Si esa chica se suicidaba, no me lo perdonaría nunca.

—Que lindas son tus palabras, Justin. Pero no creo que mi vida mejore, cada vez estoy peor.
—Después de todo lo malo, siempre viene algo bueno.
—Dudo que venga algo bueno en mi vida.

Me acerco y limpio su lágrima con mi pulgar. Luego de un rato, entra la doctora y regaña a ________. Esta mañana, ella había venido al hospital, y le habían advertido que se quedara en casa descansando. Pero fue a trabajar, y miren ahora, tiene que quedarse en el hospital unos cinco días.Y entiendo por que no me haya querido decir que le dolía su cabeza. Ahora siento más lástima por ella, y sobre todo porque cada vez tiene más desgracias. Como me odio ¿Por qué tuve que haber estado involucrado en las mierdas de Ryan? Cuánto me arrepiento.Estos días estuve visitándola cada vez que podía en el hospital. Y lo peor es que ___________ está confiando en mi y no sabe quién soy en realidad.Hoy es el día en que le dan el alta, y se encuentra mucho mejor.

Ya no está pálida, ni tiene ojeras, sino que se encuentra mucho más bonita y sonriente. Y me alegra tanto verla así.
—¿Me convidas un poco?—Le pregunto señalando sus macarrones con queso.
—¿Cómo crees? ¡No!
—¿No?—repito—ya verás...

Me levanto de la silla y me subo a su cama. Ella comienza a reír y gritar que me baje, pero le robo su tenedor con macarrones y me lo meto en la boca.
—¡Justin!—Exclama con tono de enfado, pero se que se muere por reír. Me vuelvo a sentar en mi silla, tragando la comida.
—Están muy buenos.
—Eres increíble.

La puerta de la habitación se abre, y una chica rubia junto con un chico se asoman. __________ les dice emocionada que entren y ellos pasan. La rubia se abraza muy cariñosamente con ella, al igual que el otro chico. Y me pregunto quien coño son.

—¿Cómo estás, pequeña?—Le pregunta el rubio. ¿__________ tenía novio? No puede ser, ella me lo tendría que haber contado.
—Mejor—sonríe alegre—¿Y tú, como estás?
—Bien, pero lo que importa aquí eres tú.

__________ suelta una risita y yo me tenso. Sigo sentado aquí, sin moverme, hasta que ellos notan mi presencia y me miran interrogantes.

—Oh, él es Justin—me presenta la castaña—es mi amigo.

¿Éramos amigos? Estos días pasaron tan rápido que no me di cuenta de las cosas...
—¿Justin?—dice la rubia, acercándose para verme mejor—_________ me ha contado sobre ti ¡Por fin te conozco!—exclama alegremente, y comienza a analizarme de pies a cabeza, lo que me incomoda—Soy Debbie, su mejor amiga.
—Mucho gusto, Debbie.—Digo para no quedar tan mal. Y me abraza. Esta chica es demasiado extraña, apenas la conozco y ya me tiene confianza.
—Debbie...—Masculla ___________. La rubia se separa de mí y le agradezco a la castaña por haberla llamado.
—Ah, y él es Jared, pero no importa.—Dice sin importancia Debbie.
—¿Perdón?—pregunta el chico en un tono enfadado—¿No importo?
—No molestes, Jared, estoy hablando con el nuevo amigo de __________. Y dime Justin, ¿cuántos años tienes?
—Veinte.—Contesto.
—Uh, ahora Debbie no dejará al pobre chico en paz.—Murmura. Y comienzan a pelear.

Vaya, que amigos tan raros tiene __________. Me alegra que ella no sea como ellos.Una hora después, cuando ese par de habladores se fueron, quedo solo nuevamente con la castaña. Están por darle el alta, y ella está emocionada por irse en este momento.

—¿Que te parecieron mis amigos?—Preguntó esbozando una sonrisa. Veo sus ojos brillar, y puedo notar que tiene la ilusión de que me hayan caído bien. Pero es todo lo contrario. Parecen dos chiquilines charlatanes que no dejan de pelear por cualquier estupidez. Y sobre todo, no soporto a la escandalosa de Debbie. No dejó de preguntarme cosas en esos sesenta minutos.
—Bien, creo que son muy...sociables.
—No te cayeron bien...—Afirmó desasiendo su sonrisa. —No es eso, sólo que no estoy acostumbrado a tener tanta confianza con personas que recién conozco.—Admití.
—Sé que pueden ser algo entrometidos, pero así son ellos, y Debbie...ella sólo intentó caerte bien.

La enfermera entró al cuarto con unos papeles en su mano.
—Ya puedes vestirte, _________. Puedes volver a tu casa.
—¿En serio?—Preguntó, y se le iluminó el rostro. La enfermera asintió y ella se fue a cambiar. Le dio algunas indicaciones y luego pudimos irnos. Caminamos hasta mi Range Rover y nos subimos en él.
—Que bien se siente tomar aire fresco.—Dice abriendo la ventanilla. Está sonriendo y observando todo en la calle; las personas, el sol, las plantas.
—Me alegra verte tan feliz..—Digo en voz alta. No sé porqué, pero lo dije, y era verdad. Aceleré y la llevé a su casa. La acompañé hasta su habitación, para asegurarme de que no se desmayara por ahí.
—Gracias por todo, Justin. No sé cómo agradecerte todo lo que hiciste por mi todo este tiempo.

Me abraza. Sus pequeños brazos rodean mi cintura y su cabeza está apoyada en mi pecho. Cuando reacciono, paso mis brazos por su espalda y la aprieto contra mi cuerpo. Entierro mi nariz en su cabello y huelo su exquisito aroma. Se me encogió el corazón ante sus palabras y su repentino acto. Si supiera quién soy yo...todo esto, se lo debo.Siento que es mi deber cuidar de ella, de que no sufra más, que todo en su vida marche bien. Que esté feliz

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⏰ Última actualización: Aug 13, 2014 ⏰

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