Tres niños revoltosos [y un padre irresponsable]

V

— ¿Ustedes siempre son tan acaramelados o solo ahora? —preguntó Kai desde el marco de la puerta de la habitación de la parejita—

El rubio junto al pequeño azabache estaban sobre la cama, el primero abrazando al más bajo, sosteniendo su cintura con suavidad mientras que el de azabache cabello reía juguetonamente y daba pequeños besitos en el rostro de Kris, mientras que éste le hacía pequeñas caricias y cosquillas.

Kai se quedó mirando atento a los dos hombres, Tao se puso rojo al escuchar la pregunta y escondió su rostro en el cuello del rubio, mientras que éste soltaba una tierna risita.

— Siempre somos así, de hecho el día que ustedes llegaron le estaba haciendo cosquillas —susurró, sintieron unos pequeños pasitos acercarse y pronto se mostró Sehun, el cual venía desaliñado, con su cabello desordenado y traía dos botones de su camisa de pijama abiertos, mientras rascaba su ojito—

— Mami —murmuró el pequeño luego de haber dado un minúsculo bostezo, Tao al escuchar eso se apartó de Kris y se acercó al menor, lo cargó en sus brazos y beso su mejilla—

— ¿Tienes hambre, bebé? —sonrió y el chiquillo asintió riendo suavemente para luego salir de la habitación—

— y otra vez me dejó por SeHun —soltó una carcajada y se acomodó bien, poniendo sus manos bajo su cabeza le señaló a Kai la cama para que se sentara—

JongIn se acercó y se recostó a un lado de Kris, ambos mirando el techo en donde se encontraban diferentes fotos de Tao y Kris.

— ¿Cómo conseguiste a un chico como él? —murmuró Kai, curioso—

— Créeme cuando te digo que no fue fácil —hizo una pequeña mueca y miró atentamente una foto en la que salía Tao en shorts solamente, todo mojado y debajo de Tao estaba él, su cabello rubio desordenado como siempre con una playera blanca y un short celeste, ese día estaban en el parque con el hermano de YiFan, quien tomó la foto mientras veía a los dos chicos jugar como niños—

— ¿Cómo se conocieron? —sonrió al ver una foto de Kris robándole un beso a Tao mientras este se sonrojaba al punto de tener hasta las orejas rojas—

— Bueno....

Flashback

Pov YiFan

Hoy había cumplido los 21, solté un pesado suspiro, un año más solo.

Salí de la Universidad con mi bolso colgando de uno de mis anchos hombros, mis clases por ese día las di por terminadas, mi cabeza estaba por explotar, toda la mañana recibiendo cartas de las chicas y diferentes cosas por mi cumpleaños.

Caminé directo a mi hogar, pero antes de siquiera poder llegar, choque con un niño haciendo que él callera, su mochila salto un poco lejos de su alcance y él cayó de bruces al piso, mientras que yo no me había movido ni un centímetro.

Y lo vi bien, joder, era el niño mas precioso que había visto en mi vida.

Era más bajito que yo, mucho más bajo, tenía el cabello algo largo pero no alcanzaba a pasar la mitad de su oreja, azabache como la noche, unos ojos del porte de una aceituna negra, grandes y brillantes de un suave color avellana, una pequeña nariz respingada y sus labios, joder, esos labios tan rechonchos y rosados, me había enamorado a primera vista.

— S-señor, yo lo s-siento much-mucho soy muy torpe —se levantó y me dio una maravillosa vista, su cuerpo muchísimo más delgado y la polera había hecho notar sus curvas, un cuerpo tan femenino, iba con un tierno uniforme, buzo negro de dos rayas amarillas pegado a sus piernas, una polera blanca dos tallas grandes.

Rápidamente se acercó a buscar su bolso y se lo cruzo en el pecho, hizo una pequeña reverencia.

— Lo s-siento —volvió hablar, juro que si no pudiera controlar mi cuerpo ya me hubiera corrido—

— ¡Ahí está ese pequeño marica! —gritó un chico algo robusto, en ese momento me di cuenta de lo que pasaba, el niño huía de unos bravucones—

Entonces se me ocurrió una idea, sujete al chico el cual ya estaba más pálido de lo que ya era, lo abracé por los hombros y susurré en su oído un "tranquilo".

— ¿Oh? ¡Hermano mayor, suelta a ese fenómeno! ¡nosotros le daremos una paliza! —el chico entre mis brazos comenzó a temblar, reí suavemente—

— No lo soltaré, es mi novio, largo de aquí niños si no quieren que les haga daño —me puse serio, intimidando a los chicos los cuales se fueron de inmediato, solté suavemente al menor y lo miré, me puse a su altura y le acaricié la mejilla— ¿no te alcanzaron hacer nada antes, verdad precioso? —sonreí victorioso al notar un gran sonrojo en su lindo rostro—

— Sí, me dieron uno cuantos golpes, pero no es nada grave —lo sentí algo débil, lo cargué en mis brazos cuando sus piernas le fallaron— te llevaré a mi casa, tienes unos golpes muy feos en los brazos y las heridas deben ser desinfectadas —sonreí amable y él negó—

— N-no, mi papá me dijo que no d-debo ir con e-extraños —hizo un pequeño puchero y me dieron ganas de besarle, tan dulce—

— Dame la dirección de tu casa —pedí—

Fin del flashback

—Desde ese momento juré que lo iba a proteger de los bravucones, luego de salir de la Universidad pasaba a su escuela, lo recogía y lo llevaba a casa, en ese tiempo Tao era bastante torpe, siempre se enredaba con sus pies, se caía y se lastimaba, otras veces se pasaba a lastimar con su palo de Wushu y era yo quién sanaba sus heridas —rió suave y Kai miró fijamente al hombre y sonrió instintivamente, le hubiera gustado que aquél joven de brillante sonrisa y ojos alegres fuera su padre, realmente le agradaba—

— ¿Cuándo comenzó a gustarte Tao? —preguntó y vió al rubio hacer una mueca—

— De hecho, me enamoré de él al conocerlo, joder, si que estaba tras ese travieso y tonto chiquillo de pequeños rizos azabaches —se sentó en el colchón y desordeno su cabello—

— ¿Podrías contarnos la historia a nosotros dos también? —pidió una tercera voz—

...