Writing for your Dreams

Capítulo 12. Te amo

No había tardado en llegar los paramédicos y pronto llevaron a Abi al hospital.

Fue bastante tiempo en la sala de espera hasta que por fín salió el doctor. Con voz fuerte preguntó por la familia de Abi, ahí se encontraban sus padres, Sab y con su hermana Ari. El doctor se acercó y dijo: -Logramos extraer la bala, ella va a estar bien, se recuperara. En un rato más pueden pasar a verla-, el doctor se dio la vuelta y se dirigió a urgencias donde había sido llamado.

-Gracias a Dios, mi hija ya se encuentra bien- dijo la madre de Abi con lágrimas en los ojos.
-Así es querida, pronto podremos pasar a verla-.

Luego de un rato, una enfermera indicó que ya podían pasar al cuarto donde se encontraba Abi. El doctor que se encontraba ahí, dijo que ella debía quedarse dos días más para que se recupere de la herida de la bala pero que ya no tenían que preocuparse de que empeorará.

-¿Mamá, papá, puedo hablar a solas con Sab?-.
-Por supuesto-, dijo su padre.

-Hola Sab, ¿cómo est...?-.
-Silencio linda, necesitas descansar y recuperar fuerza-.
-Sab, acerca te-.

Sab se acercó a ella con lágrimas en los ojos, procurando ser fuerte. Una vez que ya se encontraba al lado de la cama, este la abrazó y llorando le pidió disculpas por no haber podido protegerla, por dejar que aquel loco en la fiesta le disparara. Abigail le respondió suavemente -Por favor no, no llores. Nada de esto es tu culpa, es mía, no te lamentes por eso-. Los dos guardaron silencio por un rato, hasta que una enfermera entró interrumpiendo su momento.

Todo indicaba que Abi se encontraba en un buen estado y que era cuestión de tiempo para que la dieran de alta. Pasaron los días y luego de una semana, Sab fue en busca de Abi al hospital. Él, asistía todos los días durante su recuperación y le ponía al tanto de lo que sucedía en el colegio. Por fin la chica dejaría el hospital y regresaría a su hogar.

Cuando llegaron, Sab le abrió la puerta del auto y le dijo que una sorpresa aguardaba dentro de su hogar, Abi entró y se topó con sus familiares y sus amigos que le habían preparado una fiesta de bienvenida. -Abi-, dijo Sab, -Eres una guerrera, una guerrera de amor-.