Abro los ojos y miro el paisaje todavía no he llegado, odio viajar. Se me duerme el culo de estar tanto tiempo sentada, añoraba México y mis cosas, pero era o huir o que me mataran por lo que hice, solo tengo que pasar desapercibida un tiempo.
Espero que la casa que mi tía me compro sea buena o este en buenas condiciones, aunque me haya independizado porque ella no me quiere en su casa. El abogado le propuso que me pusiera una casa o piso y algún dinero para comer.
Aunque me buscare un trabajo para pagarme mis caprichos, quería usar mi dinero lo menos posible y evitar que me encuentren. Desvió mi mirada para el autobús y veo la gente tan distinta que hay, parecen serenos ajenos a lo malo de este mundo.
Veo un niño que me mira y me sonríe, intento hacer lo mismo pero volví la vista a su videojuego. Hacía mucho que no sonreía y no tengo motivos para hacerlo, ni siquiera por estar viva, ya que puede cambiar en cualquier momento. Me pongo mis cascos y escucho mi música, me coloco de nuevo en una posición cómoda y cierro los ojos para volver a dormir.
Abro los ojos al oír al conductor que quedaban 30 minutos para llegar a california mi nuevo hogar. Me dejaban en la estación de autobuses y después tenía que coger un taxi hasta mi casa. Según me dijo mi tía estaba cerca de un parque y mucha gente se había ido, por lo que las casas estaban pegadas pero apenas tendría vecinos.
Dios me ensimisme pensando en la casa y en como seria y resulta que ya la gente se estaba bajando, rápidamente cogí mis mochilas y me baje a por mis maletas. El resto de cosas estaban ya en la casa, tendría una señora que limpiaría todos los días y según mi tía mis cosas ya estaban allí. Pero me las dejaron para que las colocara yo.
Mire hacia mis lados para ver donde podían a ver taxis, no veía ninguno, asique me acerque a un policía y le pregunte. Me indico que tenía que subir una planta y salir por la puerta que daba a la playa, allí habría taxis. Le agradecí amablemente y ande hacia allí, al llegar cogí un taxi le di la dirección y unos minutos después estaba en la puerta.
Por fuera la casa era espectacular y había un parque justo enfrente, podría salir a correr por allí. Agarre mis cosas y subí, la cuesta que había. Toque el timbre y salió una mujer mayor, supuse que era la mujer que limpiaba.
-hola Bella, soy Annie y estoy a cargo de la limpieza de la casa.-
-encantada.-
-ven te mostrare tu cuarto primero para que dejes las cosas y asi te enseño la casa de arriba abajo.-
La sigo escaleras arriba la entrada era muy bonita, moderna. En si la casa era espectacular, subimos y la última puerta es mi cuarto porque las demás puertas nos las pasamos.
-bien, este es tu cuarto.-
Entro era maravilloso, morado y negro una cama grande, precioso. Dejo las cosas y me doy una vuelta por el cuarto. Hay dos puertas abro una un vestidor precioso, que ahora no se ve por las cajas. Voy a la otra un baño espectacular, me encanta todo.
-vamos, niña. Te enseño el resto de la casa.-
-claro te sigo.-
Salimos y empieza a abrir puertas, mientras me va explicando que hay o porque estan. El siguiente es uno azul claro con un baño precioso también, el otro cuarto era blanco y marrón, muy espacioso y bonito también. Cada uno era distinto y el estilo también variaba entre ellos. El último era uno que mi tía hizo para su hija cuando era chica pero al final nunca lo estreno, era rosa como de princesa.
Pienso en mi prima, se fugó de casa porque conoció a alguien y nunca más se supo de ella. No supe más de mi tía hasta ahora que solicite la independencia a mis 17 años. Dejemos de pensar en el pasado, ahora soy otra o espero serlo.
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Cicatrices.
Teen FictionPrólogo: El roto. Ella rota. El peligroso, mujeriego, pero sobretodo celoso. Ella peligrosa, desafiante pero sobretodo dañada.