Cumpleaños De Milo [Parte 5]

1.4K 119 70
                                    

Milo cayó en cuenta y miro serio a Camus, al galo le había parecido raro eso. El heleno cuidadosamente se soltaba del agarre del francés, El galo quedo confuso, pero entre la mirada del heleno solo veía seriedad y vacío no demostraba sentimiento alguno. Camus quedó sin palabras bajando su mirada y apartándose un poco, Milo noto eso, más no pensaba, esta vez no pensaría en darle el gusto de verlo sufrir. Todos miraban atentos aquella escena, el comportamiento de Milo paso de uno tímido a uno serio y frío, nadie sabía qué hacer en esos momentos, la miraba penetrante de Milo sombre Camus hacia que el galo se sintiera extraño o asechado, solo se limitó a mirar un punto fijo en el suelo, aún con su seriedad.

Athena miraba eso con asombro, nadie decía media palabra, no le quedó de otra que hablar.

—Bienvenido Milo, y muy feliz cumpleaños, me imagino que no te esperabas está sorpresa —hablo la joven con una sonrisa.

—La verdad no, no me la esperaba en lo absoluto... —silencio unos segundos para continuar—. Kanon y Aioria se esforzaron mucho por distraerme y olvidarme de todo —sonrió, más muy en el fondo sentía en su pecho un vacío muy grande y una tristeza que lo consumían lentamente.

Los Escorpions pueden llegar a ser muy orgullosos al momento de destruir su confianza y decepcionarlos, y más que nada, odian la traición, pero el... aun así con todos esos defectos de Camus, los acepto cada uno de ellos sin importar que fuera. Para Milo, Camus era un tesoro y el más grande que había encontrado, pero estaba cansado de que siempre el fuera la segunda opción para Camus, estaba harto, decidió dejarlo de mirar y giro hacia sus amigos regalarles una enorme sonrisa.

—Muchas gracias nunca pensé que ustedes harían esto por mí, aún que Afrodita ya había dicho que me harían algo, pero jamás pensé que hicieran todo esto, se ve tan hermoso, veo muchos escorpiones, ahora que veo bien, también hay manzanas de decoración, vaya... en serio, muchas gracias a todos, y gracias por estar aquí conmigo compartiendo, mas... jamás pensé que cierta personita estuviera aquí —susurro lo último. Todos no habían entendido bien lo último que dijo Milo, el único que escucho fue Camus que quedó sorprendido ante el tono de frialdad que uso el heleno al susurrar aquellas palabras.

—Me alegra mucho que te haya gustado, y bien que empiece la fiesta —todos gritaron tirándole aleluya y serpentinas a Milo quien reía sin parar, Camus estaba a unos cuantos pasos del heleno, quien, mientras se reía mirada de reojo al galo, este miraba detenidamente al heleno quien también le caía todo la aleluya y serpentinas que sus amigos le tiraban a él.

La fiesta dio inicio todos fueron felicitando a Milo, Camus poco a poco se fue alejando de la zona de cariño que le daban al heleno, se sentía mal, ahora que había hecho para que Milo lo mirara así, y usará esa tonalidad fría y cortante, y encima tirarle una indirecta aún con ese tono frío que detestaba escuchar del griego.

Milo sonreía, se veía tan feliz entendía que él siempre fue malo con él y tal vez en esos momentos estuviera enojado por eso, pero aún no podía evitar verlo, verlo con esa sonrisa que le encantaba ver, que cada vez que la veía su corazón latía a mil.

Milo en esos momentos solo quería ignorarlo, más admitía que se veía bien con esos pantalones un poco apretados color morado, su chaqueta de cuero negro, y sus botas también de cuero negro, y con su cabello suelto y bien sedoso, se veía hermoso, joder lo más hermoso que en esa noche veía en esos momentos, veía que estaba aislado de todos como de costumbre, el discípulo del francés lo felicitaba en esos momentos mientras no dejaba de mirar al galo.

— ¿Está bien señor Milo? —pregunto el rubio notando sumiso al heleno.

—Ah... sí... si —volteo a mirarlo nuevamente.

Whatsapps De Los Santos De Escorpio y Acuario [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora