Capítulo 1: El día solo acaba de empezar...

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Escuche como un pitido agudo e irritante entraba por mis oídos y hacía que mi cabeza estuviera a punto de explotar.

Abrí los ojos con sueño, y los rayos del sol que entraban por un pequeño hueco de la cortina que había en la ventana me dieron en toda la cara.

Me di la vuelta y entere la cara en la almohada mientras intentaba volver a quedarme dormida de nuevo, lo cual no era posible por culpa de ese ruido. Levante la cabeza y me apoye en mis codos, para poder ver mejor y encontrar de donde procedía ese ruido.

Mire hacia uno de los lados de mi cama, donde estaba mi mesita de noche. Allí había una pequeña lámpara, un pequeño pero gordo libro y un despertador, el cual estaba haciendo su característico ruido insoportable.

Gruñí levemente molesta y moviéndome un poco, aun estando boca abajo, me moví hacia la izquierda y estire el brazo para poder llegar al despertador.

Con unos de mis dedos le di al botón de apagado, pero lo único que paso fue que siguió sonando pero más fuerte.

Volví a gruñir molesta y le volví a dar, pero lo que único que paso fue que empeoro.

Volví a darle varias veces pero siguió sonando mucho más fuerte. Ya me enfade y no pude evitar darle un manotazo al despertador, el cual salió volando como un torpedo y se estampó contra la pared de enfrente, quedando en mil pedazos. A pesar de estar en mi forma humana, aún seguía teniendo tanta fuerza como en mi verdadera forma, la de una cybertroniana.

Suspire molesta y cansada y volví a hundir mi cara en la almohada, ya era el quinto despertador en lo que llevaba del mes.

Intente volver a dormirme pero no lo conseguí, así que decidí que sería mejor levantarme ya.

Con la pierna eché a un lado las sábanas y me senté lentamente. Tan solo llevaba puesto la ropa interior y una camisa de color blanca de media manga que me llegaba a la mitad de los muslos. La noche anterior me había quedado dormida sin haber terminado de desvestirme.

Me levante y me dirigí hacia la ventana. Cogí las cortinas entre las manos y las abrí, dejando que la luz iluminará todo el cuarto.

Vivía en un pequeño apartamento que estaba a varias manzanas del centro de la ciudad. Aunque estaba cerca del centro, era una calle tranquila, lo cual me alegraba aunque un poco aburrida.

Aunque mi apartamento era pequeño, era bastante acogedor. Tenía dos plantas, pero muy limitadas.

Había suficiente espacio para dos o incluso tres personas, pero como solo vivía yo aquí, era perfecto para mí.

Mire hacia abajo y vi como mi coche estaba ahí parado, un 1969 Chevrolet Camaro RS/SS 396 de color negro. Aunque yo podía transformarme en un coche, yo no podía crear un holograma, ya que podrían descubrirme y no podría mantenerlo mucho tiempo. Y por mi seguridad, tengo que tener este coche, además de que me siento más cómoda haciendo esto. Aparte que debo decir que no me cuesta nada mantenerlo, ya que lo encontré completamente abandonado en mitad del campo y pude arreglarlo. Había sido un largo trabajo, pero hace poco por fin pude terminarlo de arreglarlo y estoy bastante orgullosa del resultado.

Me aleje de la ventana y me dirigí al cuarto de baño. Abrí la puerta y entre en el baño.

Me quite la poca ropa que tenía y me metí en la ducha. Abrí el grifo y deje que el agua cayera sobre mí.

Sentí las gotas de agua recorriendo mi cuerpo y estuve así un pequeño rato. Después de haberme lavado y sentido limpia, cerré el grifo y salí de la ducha.

La Autobot desconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora