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Mientras nos alejamos del aula por el corredor le doy un trago a mi botella de agua y meto mis libros en el casillero, empujándolo con mi pie para cerrarlo.Luego aguardo a que Hui termine de guardar las cosas en el suyo, el cual también está demasiado bajo como para su altura.Tiene que hacer malabares con su mochila para poder abrirlo ya que la cerradura se resiste y acaba resoplando, agachándose para tener una mejor visión.No tengo idea de quién organizaba los casilleros pero claramente ambos tuvimos muy mala suerte en la repartición.Si él seguía agachándose en sus cuclillas durante todo el semestre probablemente se pescaría un fuerte dolor de espalda.

Miro a la gente pasar de manera desinteresada, intentando encontrar a mi futura compañera de proyecto para discutir al respecto, pero al parecer no hay moros por la costa.Acabo rindiendome y me regreso para decirle algo a Hui al escucharlo cerrar su casillero, pero él está demasiado ocupado mirando en otra dirección con suma atención.Me llama la curiosidad al verlo tan concentrado, por lo que sigo la línea de su mirada.Al hacerlo no puedo evitar que una sonrisa se me escape.

Allí está Haneul, la mejor amiga de Yuri.

No es difícil encontrarla en el montón con el fuerte color de cabello rojizo de su larga melena.Ella se encuentra parada a un par de metros de nosotros, guardando sus cosas también.Tampoco parece haber tenido suerte con la asignación de casilleros: parece estar demasiado alto y ella tiene una estatura bastante baja, por lo que tiene que pararse en puntas de pie para llegar a duras penas.Desde aquí puedo escucharla hablando sola y maldiciendo en lo que ella debe creer es un susurro.Siendo tan ruidosa como es, no se percata de que su tono no es exactamente discreto.

No me sorprende que Hui la esté mirando con tanta atención.La pelirroja tenía loco a mí amigo...literalmente.Había algo extraño entre ambos, algo que yo no lograba comprender aún.De todas las noches en las que habíamos ido a tomar un trago después de los exámenes o en alguna que otra fecha especial, ambos bebían y acababan besándose borrachos en alguna esquina.Mientras Hui no sabía tomar, se emborrachaba rápido y las bebidas lo desinhiban, Haneul amaba tomar y las fiestas...lo cual era una mezcla peligrosa.En esos momentos parecían no poder despegarse el uno del otro.

Pero luego se repetía el mismo ciclo siempre: ambos fingían que nada sucedía al día siguiente, cuando el alcohol se disipaba.Haneul era demasiado independiente y burbujeante.A su alrededor Hui se volvía demasiado introvertido, lo cual ponía una barrera entre ambos.Por lo tanto sí, parecía haber algo sucediendo que todos podíamos ver y presentir, pero no acabar de comprender en su totalidad.

Cuando uno de sus libros se le cae, casi golpeándole la cara, Hui se mueve inquieto como si quisiera apresurarse a ayudarla.Sin embargo, se queda en su lugar y cierra su casillero de una forma titubeante.Ante ese gesto viro mis ojos con diversión y me lo quedo mirando, a lo que sus ojos finalmente van a parar a mí.En cuanto tengo su atención la señalo rápidamente con la cabeza y muevo mis cejas.

—¿Qué?—Masculla mi amigo, mirándome con un silencioso reproche en la mirada.

Sin responder, me movilizo hacia donde Haneul está y levanto su libro.Ella se queda congelada al verme, pero en cuanto le entrego el libro ella me regala una rápida reverencia.Las expansiones circulares en sus orejas se balancean ligeramente al hacerlo.

—¿Cómo estás hoy, Haneul?—La saludo.

—Para la mierda.—Dice sin tapujos y con honestidad, como siempre, haciéndome reír—¿Quién demonios administra los casilleros? Tengo ganas de meterle este candado por el trasero.—Agita el dichoso objeto de metal.

Intentando contener una sonrisa, meto sus libros en el casillero sin trabajo alguno.

—Sí, bueno, cuando lo encuentres me dices.—Le digo—Yo también tengo quejas con respecto al mío.

What they say about her » ShinwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora