What they say about her » Shinwon

17.

Ni bien llego a la universidad, lo primero que hago es quitarme los zapatos en la entrada de la habitación y abrir la puerta con suma delicadeza, intentando no provocar ningún sonido que consiga perturbar el sueño de...

—¿Qué sucedió?

Me quedo congelado con la mano en el picaporte al ver el perfíl de Yanan, iluminado tenuemente por la luz azul de su computadora, durante varios segundos antes de revisar mi reloj y confirmar la hora.

—¿Acaso nunca duermes?—Suelto, estupefacto.

Como respuesta a mí pregunta, él simplemente continúa presionando las teclas del teclado y haciendo crujir entre sus dientes lo que parece ser un trozo de zanahoria.Sigue con la misma ropa que llevaba ésta mañana, lo cual me dice que ni siquiera se molestó en bañarse o ponerse algo cómodo para dormir...probablemente porque no planeaba hacerlo en primer lugar.

Ante su falta de respuesta y la obviedad de mí pregunta, suspiro y batallo para quitarme las prendas empapadas mientras camino a ciegas hacia mí cama.Es una tarea ardua, ya que los dientes me castañean durante todo el trayecto y apenas siento la punta de mis dedos, pero por alguna razón no percibo el frío.

Durante los próximos minutos el único sonido en toda la habitación son los ágiles dedos de Yanan golpeando el teclado y el sordo «plaf» que efectúa la ropa mojada al colisionar contra el suelo de madera.

—¿Y...?

La voz de Yanan llama mi atención mientras me arrojo en la cama, buscando refugio entre las penumbras y el calor de las sábanas.

—¿Y qué?—Mascullo.

—Saliste en búsqueda de respuestas durante los últimos días...—Pronuncia mientras engulle descuidadamente su comida—Dime, ¿ella te dijo lo que querías?

Su pregunta queda flotando, perdiéndose en el silencio.La escucho, la proceso.Los minutos pasan y yo me quedo mirando el techo de la habitación, recorriendo cada pequeña mancha de humedad y grieta en la pintura.Todo lo transcurrido durante los últimos días, incluyendo los problemas que me trajo mi travesía, viene a mi mente.

¿Qué es lo que quise escuchar durante todo este tiempo?

—¿Shinwon?

Repentinamente me siento cansado.

De reojo puedo notar como Yanan ha pausado su videojuego, ladeando ligeramente su cabeza en mi dirección, impaciente por una respuesta.Se nota que quiere sonar despreocupado pero no lo está.

—¿No quieres hablar sobre eso?

Inspiro profundamente y meto uno de mis brazos flexionados bajo mi cabeza.

—No es eso...—Titubeo—Pero es su verdad.—Reflexiono en voz alta, lo cual parece llamar su atención—Se trata de su historia.Ella me la contará cuando esté lista.

Ahora quien guarda silencio es él.De hecho, lo hace por tantos minutos seguidos que yo me tomo un momento para cerrar los ojos e intentar deshacerme del asfixiante e inusual sentimiento de haber perdido una parte de mí y haber crecido al mismo tiempo.

—Me alegra que lo hayas entendido finalmente, Shinwon.—Creo oírlo pronunciar con cierto orgullo en la voz.

No sé qué decir frente a eso, así que simplemente le doy la espalda e intento dormir.

Y por primera vez en días, sueño con absolutamente nada.

•••

—¿Por qué todos tienen esa cara de amargados? ¿Acaso nadie está feliz de verme?

Nuestro almuerzo ha sido tan silencioso que ni siquiera Sun Hee, quien se responsabilizó del papel de payaso, consigue animar a Jung.Él se ve tan desilusionado que ni siquiera se ríe de sus pésimos chistes.