ᴘᴀʀᴛᴇ 4

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—Bakugou, mira, mira.

Kirishima llamó la atención de su amigo cogiéndole del brazo y tirando ligeramente del mismo, a la par que señalaba un puesto donde podías conseguir premios por acertar al blanco; al pelirrojo le había llamado la atención un peluche y por eso mismo avisó a su amigo. La vista del rubio fue dirigida al lugar que le indicaba Eijirou y luego le miró, arqueando una ceja y con expresión interrogante.

—¿Un peluche?

—¡Es bonito! ¿Algún problema? —el pelirrojo fingió un puchero al decir aquello—. Venga, venga no seas gruñón y juguemos, no perdemos nada.

En un principio el rubio apartó la mirada, el contrario le parecía demasiado lindo cuando hacía esas expresiones, y terminó por suspirar y hacer un gesto con su mano que indicaba que "adelante". Kirishima dio un pequeño salto en el sitio y pidió al señor del puesto una tirada. El juego constaba en que tenías tres intentos para tirar las botellas que estaban puestas en forma de pirámide.

El pelirrojo lo intentó, y varias veces, pero al final solo consiguió tirar tres botellas de las seis, pero el premio por tres botellas no era el peluche que a él le había gustado, así que tras un par de intentos se rindió e hizo un puchero para si mismo mientras se iba a puesto cercano donde vendían algodón de azúcar. Aunque a Bakugou le parecía una tontería que se desanimase por un peluche, prefería ver a Kirishima con una sonrisa por lo que mientras el pelirrojo estaba comprando el algodón de azúcar él mismo intentó aquel juego una vez.

—Muere, muere, muere -gritó mientras lanzaba las tres pelotas casi a la vez.

Casi parecía enfadado con aquellas botellas, y al final consiguió derribarlas todas, lo que hacía que pudiese escoger el premio que quería. Normalmente la gente cogía esos peluches enormes pero el rubio escogió el que le gustaba a Kirishima.

—Es una pena, el peluche era adorable -dijo Kirishima casi suspirando al volver junto a su amigo mientras comía un poco del algodón de azúcar que tenía en las manos.

—Toma... —el rubio tendió el peluche hacía su amigo mientras apartaba la mirada y un leve sonrojo casi imperceptible aparecía en sus mejillas.

Kirishima le miró sorprendido y durante unos momentos pasó su mirada de Bakugou al peluche simultáneamente, el chico terminó por sonreír ampliamente y antes de coger el peluche se acercó al contrario y le abrazó. Lo cual sorprendió bastante a Bakugou que no correspondió el gesto debido a la sorpresa.

—Eh, cuidado con eso que es pegajoso -se quejó refiriéndose al algodón de azúcar.

—¡Gracias, gracias, gracias! Eres un gruñón pero eres el mejor amigo que podría tener.

Dijo alegremente Kirishima mientras se separaba de su amigo. Bakugou sonrió ligeramente y volvió a apartar la mirada, "el mejor amigo" pero nada mas.

Al separarse el pelirrojo tomó el peluche de entre las manos del rubio, era un dragón no muy pequeño pero tampoco de estos peluches enormes, lo suficientemente grande abrazar el peluche. Era de color rojizo, y a ojos de Kirishima bastante adorable. Como el pelirrojo iba sujetando al peluche con una de sus manos, el rubio terminó llevando él el algodón de azúcar y siguieron caminando entre los puestos que allí había.

Tras aquel algodón de azúcar y un par mas de aperitivos que tomaron, los dos chicos fueron a la parte donde estaban las atracciones. Se montaron en varias, en una pequeña montaña rusa, fueron a la casa del terror, y las que se iban encontrando. Las horas iban pasando y ambos chicos se estaban divirtiendo, pero a la vez ambos de vez en cuando se podía ver que su mente estaba en otras cosas pues ambos querían hablar de algo pero no terminaban de hacerlo.

▧ La poción┊KiriBaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora