Only his // BNHA

Bakugo • [2]

Qué rayos hacías aquí?

Quién demonios te creías que eras al tirarte entre él y ese villano?

Por qué tenías que mirarlo con una sonrisa aún cuando la sangre salía de tus labios?

— Oh! Espero que no sea tu novia a la que acabo de apuñalar!~

Sus ojos ardieron de furia, negando la salida de sus lágrimas e intentado no cerrar sus ojos ante tu mirada.

Escuchó el grito familiar de Izuku, gruñendo entre dientes algo agradecido de la intervención de aquel inútil, en su cabeza le agradecía, pero en realidad sólo tomó en brazos a la femenina, alejándose lo más posible de aquel lugar.

— K-Katsuki

— Deja de hablar que terminaras muriendo más rápido, y te juro que te buscaré, te encontrare y te mataré yo mismo

Que dulce

Rió mentalmente ante las palabras del rubio, sus manos sosteniendo las prendas como si su vida dependiera de ello.

— Maldición, (...), ni se te ocurra cerrar los ojos

Bakugo sabía que no tenía tiempo que perder. Que Izuku iba a retener a aquellos villanos, y que una vez que (...) estuviera en manos de los doctores buscaría a esa rubia loca y la mataría con sus propias manos.

— Sabes

El rubio gruñó en advertencia.

— S-siempre quise estar en tus brazos

— Cállate

— Siempre quise decirte lo mucho que te admiré – no sabía la razón, pero sus ojos estaban ardiendo más que nunca — Lo mucho que te amé y lo mucho que deseé tenerte más que como un amigo

Ni se te ocurra, (...)

— (...)

Su voz no lograba salir de su garganta, algo lo estaba reteniendo, y no sabía si era la mirada perdida de la femenina o el distante sonido del palpite de su corazón.

— Lamento no haberme confesado antes, Katsuki – la sonrisa que adornaba su expresión era tan calma, como si sabía lo que iba a pasar en unos momentos.

El rubio mordió sus labios, su desesperación inyectando poder y velocidad en sus movimientos.
Empujando y casi rompiendo la puerta del hospital más cercano.

Su voz sonó demandante al buscar ayuda, alguien, cualquiera que pudiera sanar a (...) en los siguientes minutos.

Cualquiera que pudiera mantenerla con él.

No era justo que ella se confesara así de la nada sin escuchar lo que él tenía que decir.

— Señor?

— Pedazo de inútiles! No ven que tengo a alguien lastimado en mis brazos que requiere de atención medica?!

Su corazón pareció detenerse por un segundo al registrar la mirada de cada persona frente a él.

Sus ropas estaban destruidas, parte de su máscara dañada y sus manos temblaban de frío.

Trago pesado con miedo.

Bajando su cabeza para poder ver a aquella persona que llevaba en sus brazos.

Maldita sonrisa.

Sus ojos distantes y con poco brillo, sangre seca descansaba sobre sus labios, y sus últimas palabras casi eran susurradas.

Katsuki tan solo pudo arrodillarse, exhausto.

— No es justo – susurró; sus frentes uniéndose con delicadeza — Yo tenía que decirte que te amaba primero, sabes?

Ella asintió, lo más que pudo.

Sus ojos no ardían.

Tan sólo soltaban las lágrimas que debían ser liberadas mucho antes.

— Por lo menos, será lo último que escuches antes de dormir, he?

"Te amo, idiota...
(...)"